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Voto de Estanis Bañuelos:
4

Voto de Estanis Bañuelos:
4
5,1
1.206
Intriga. Thriller
Tras una difícil relación con su pareja, una mujer y su hijo de ocho años se acogen a un programa de protección de testigos. En el monitor de bebé que ella compra para controlar al niño, empiezan a oírse inquietantes sonidos procedentes de otros apartamentos. Por otra parte, empieza a recibir visitas de los servicios sociales que amenazan con retirarle la custodia dado su comportamiento sobreprotector. (FILMAFFINITY)
19 de noviembre de 2012
19 de noviembre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Babycall es una película que mezcla varios géneros y que destaca por su fuerte impacto psicológico. Encabezada por Noomi Rapace (Prometheus), el film nos ofrece una historia típica: una madre se traslada con su hijo a otro piso porque su padre maltrató al pequeño. Bajo esa mirada que combina fragilidad y ferocidad, la galardonada con el premio a mejor actriz en Roma, Noomi Rapace, camina cabizbaja, de una forma nerviosa y angustiosa, con su vestimenta de mercado barato por calles vacías, a la espera de que su hijo salga del colegio. Hay algo que no le deja dormir: el constante peligro que corre el pequeño. A raíz de ello, conoce al otro protagonista interpretado por Kristoffer Poner, un vendedor desolado por la inminente muerte de su madre, que trabaja en una tienda de electrodomésticos. Anna (Rapace) necesita un intercomunicador (escuchador de bebés) para escuchar a su hijo mientras duerme. Sin embargo, no será sólo a él a quién escuche, sino a una madre y a un niño pidiendo socorro desde otro piso del bloque, a menos de 50 metros.
Una vez tejida toda la trama de esta película dirigida por Pal Stelaune, su suspense mantiene vivo al espectador, que ve como Noomi Rapace va enloqueciendo, yendo de arriba abajo por el bloque de pisos y por unos espacios abiertos donde ella se siente encerrada bajo sus pensamientos. De esta forma, Babycall va cogiendo cuerpo y esa atmósfera nórdica a la que nos tienen acostumbrados. Sin embargo, como suele pasar con este tipo de películas en las que se abren demasiadas incógnitas, el final que nos ofrece de nada es lo que parece, no consigue convencer y hace desplomar esa tensión conseguida a lo largo de todo su metraje, en algo insustancial para el público. Por todo eso y por su complejidad ininteligible, este film decae por su guión (manido y con mal cierre) y no por la buena dirección y actuación. Ya que sus mejores momentos son el repertorio de fisionomías de Rapace y la bonita historia de amistad entre Anna y el vendedor, dos almas solitarias y vacías emocionalmente que necesitan y que buscan, con esperanza, hablar de lo que ocurre en sus vidas.
Una vez tejida toda la trama de esta película dirigida por Pal Stelaune, su suspense mantiene vivo al espectador, que ve como Noomi Rapace va enloqueciendo, yendo de arriba abajo por el bloque de pisos y por unos espacios abiertos donde ella se siente encerrada bajo sus pensamientos. De esta forma, Babycall va cogiendo cuerpo y esa atmósfera nórdica a la que nos tienen acostumbrados. Sin embargo, como suele pasar con este tipo de películas en las que se abren demasiadas incógnitas, el final que nos ofrece de nada es lo que parece, no consigue convencer y hace desplomar esa tensión conseguida a lo largo de todo su metraje, en algo insustancial para el público. Por todo eso y por su complejidad ininteligible, este film decae por su guión (manido y con mal cierre) y no por la buena dirección y actuación. Ya que sus mejores momentos son el repertorio de fisionomías de Rapace y la bonita historia de amistad entre Anna y el vendedor, dos almas solitarias y vacías emocionalmente que necesitan y que buscan, con esperanza, hablar de lo que ocurre en sus vidas.