A estas alturas, y con más de cien críticas que me preceden y que ya han expuesto, seguro, todo matiz que pueda pensar sobre tan magna obra, poco puedo añadir más que mi personal e intransferible admiración a uno de los pocos artesanos que quedan en el cine norteamericano, de una calidad narrativa y técnica excelente, que además es capaz de ser 'lo último' y marcar tendencia sin irritar en nada. Wes Anderson es un divertido y elegante genio que nos ofrece en cada uno de sus films una dosis elevadísima de buen gusto, humor, amor, comprensión humana, cultura y una estética propia y reconocible a la legua. Ahí es nada.

Magnífica.