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Voto de TOM REGAN:
6

Voto de TOM REGAN:
6
6,3
3.149
Bélico. Drama
Drama ambientado en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y basado en los documentales realizados durante 1943 por el director americano William Wyler. La historia se centra en los diez tripulantes del "Memphis Belle", un potente bombardero B17 conocido también como la "fortaleza voladora". La tripulación, que ha sobrevivido a veinticuatro incursiones, espera recibir instrucciones para su última misión antes de volver a casa. Con enorme ... [+]
13 de noviembre de 2020
13 de noviembre de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
368/08(07/11/20) Ameno aunque funcional homenaje a los aviadores que batallaron en la WWII en los cielos, bajo la dirección de Michael Caton-Jones y escrita por Monte Merrick, ficcionalización del documental de 1944 “Memphis Belle: Una Historia de una fortaleza del vuelo” del director William Wyler, 25 y última misión del bombardero estadounidense Boeing B-17 Flying Fortress, Memphis Belle (apodado así por la novia de su severo y estoico capitán, Dennis Dearborn, interpretado por Modine), con sede en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, esta cinta de 1990 fue coproducida por David Puttnam (“El expreso de medianoche” o “La Misión”) y la hija de Wyler, Catherine, y dedicada a su padre. La película se cierra con una dedicación a todos los aviadores, amigos o enemigos, que lucharon en los cielos de Europa durante la Segunda Guerra Mundial. El Memphis Belle fue el primero de su categoría que llegó a realizar 25 operaciones sin pérdida de ningún tripulante. Al llegar a esa cifra, la tripulación deja de volar. Participar en los bombardeos de Alemania era algo arriesgado, puesto que el 80 por ciento de los B-17 eran derribados a las diez o doce operaciones.
La película tiene entre sus alicientes a un elenco de jóvenes actores prometedores Matthew Modine, Eric Stoltz y Harry Connick Jr. (en su debut cinematográfico), Billy Zane o Sean Astin, y con los más veteranos David Strathairn y John Lithgow encarnando una especie de alter ego de William Wyler, pero ninguno de ellos dejando especial huella, siendo chirriante por lo forzado cuando el cantante Connick se arranca a cantar, como también me resulta maniquea la escena de la lectura de la carta. En un relato revestido de clasicismo añejo, con una presentación de protagonistas en tierra en medio de los fastos por la hazaña del Memphis Belle (24 misiones y sin daño alguno), con la sempiterna camaradería entre el grupo, pero sin ahondar lo más mínimo, sin que ninguno se diferencie especialmente del otro, todo liviano, ello cuando aún debe hacer una última misión peligrosa sobre la Alemania nazi, para en la segunda parte subirnos en el bombardero para hacernos sentir la claustrofobia de estos chicos temerarios enclaustrados en este armazón de acero, cual submarino, ello haciéndonos sentir además el peligro en el aire. Film que ensalza la valentía, el alma juvenil, la camaradería, la amistad, el espíritu de supervivencia, ello para ofrecernos un metraje con buenas dosis de aventura, de tensión, y mucha nostalgia por ese cine vintage de hazañas bélicas. Todo esto adornado por una buena ambientación, una notable recreación de la base y los aviones, una apreciable cinematografía de David Watkin (“Carros de fuego” o “Memorias de África”), esto en comunión con unos estimables f/x supervisados por Richard Conway (“Brazil” o “Sunshine”), que nos hacen sentir en vuelo en esta lata de sardinas con alas, proyectando en sus vaivenes constantes fragilidad y estado permanente de riesgo, con enfrentamientos a aéreos vibrantes, adornado por la hermosa música de George Fenton (“Atrapado por el tiempo” o “Por siempre jamás”) para derivar en un rush final bonito aunque muy previsible, tanto que complace, pero no emociona.
Entre sus taras, además de las mencionadas, cabe destacar el sin fin de tópicos y clichés que contiene, donde nada sorprende, con un desarrollo donde todo es buenismo, careciendo de dilemas morales (pues el mínimo que hay sobre qué hacer con u herido resulta de lo más forzado y poco verosímil), con insertos de imágenes de archivo que resultan parches que te sacan de la historia.
En mayo de 1943, la tripulación del Memphis Belle, un Boeing B-17 Flying Fortress de la Fuerza Aérea del Ejército de los Estados Unidos, está en tierra en Inglaterra mientras se repara su avión. El grupo está bajo el mando del coronel Craig Harriman (David Strathairn), líder estoico y sensato al que se le ha encomendado la tarea de mantener la presión sobre los objetivos nazis. Un publicista del ejército, el teniente coronel Bruce Derringer (John Lithgow) está visitando la base para entrevistar a la tripulación del Memphis Belle antes de volar su 25ª misión, requisito para completar su período de servicio. Derringer está ansioso por utilizar a la tripulación en una gira de bonos de guerra en Estados Unidos.
El director sabe hacernos empatizar con estos jóvenes en vuelo de alto riesgo, con tropecientos peligros, siendo atacados por aviones, baterías antiaéreas, siendo espectadores de lujo de ataques a otras naves (espectacular el choque entre dos en vuelo, o como un artillero cae del morro de un bombardero), como son ‘acertados’ por los ataques, como el propio avión se convierte en una trampa abriéndose las escotillas o cuando no sale el tren de aterrizaje. Todo esto con el acierto de no mostrar al enemigo, haciendo de este algo etéreo sin rostro, gente batallando contra el Jinete de la Guerra. Todo esto en una ágil muestra de drama y acción, aunque todo resulta muy académico.
La película tiene entre sus alicientes a un elenco de jóvenes actores prometedores Matthew Modine, Eric Stoltz y Harry Connick Jr. (en su debut cinematográfico), Billy Zane o Sean Astin, y con los más veteranos David Strathairn y John Lithgow encarnando una especie de alter ego de William Wyler, pero ninguno de ellos dejando especial huella, siendo chirriante por lo forzado cuando el cantante Connick se arranca a cantar, como también me resulta maniquea la escena de la lectura de la carta. En un relato revestido de clasicismo añejo, con una presentación de protagonistas en tierra en medio de los fastos por la hazaña del Memphis Belle (24 misiones y sin daño alguno), con la sempiterna camaradería entre el grupo, pero sin ahondar lo más mínimo, sin que ninguno se diferencie especialmente del otro, todo liviano, ello cuando aún debe hacer una última misión peligrosa sobre la Alemania nazi, para en la segunda parte subirnos en el bombardero para hacernos sentir la claustrofobia de estos chicos temerarios enclaustrados en este armazón de acero, cual submarino, ello haciéndonos sentir además el peligro en el aire. Film que ensalza la valentía, el alma juvenil, la camaradería, la amistad, el espíritu de supervivencia, ello para ofrecernos un metraje con buenas dosis de aventura, de tensión, y mucha nostalgia por ese cine vintage de hazañas bélicas. Todo esto adornado por una buena ambientación, una notable recreación de la base y los aviones, una apreciable cinematografía de David Watkin (“Carros de fuego” o “Memorias de África”), esto en comunión con unos estimables f/x supervisados por Richard Conway (“Brazil” o “Sunshine”), que nos hacen sentir en vuelo en esta lata de sardinas con alas, proyectando en sus vaivenes constantes fragilidad y estado permanente de riesgo, con enfrentamientos a aéreos vibrantes, adornado por la hermosa música de George Fenton (“Atrapado por el tiempo” o “Por siempre jamás”) para derivar en un rush final bonito aunque muy previsible, tanto que complace, pero no emociona.
Entre sus taras, además de las mencionadas, cabe destacar el sin fin de tópicos y clichés que contiene, donde nada sorprende, con un desarrollo donde todo es buenismo, careciendo de dilemas morales (pues el mínimo que hay sobre qué hacer con u herido resulta de lo más forzado y poco verosímil), con insertos de imágenes de archivo que resultan parches que te sacan de la historia.
En mayo de 1943, la tripulación del Memphis Belle, un Boeing B-17 Flying Fortress de la Fuerza Aérea del Ejército de los Estados Unidos, está en tierra en Inglaterra mientras se repara su avión. El grupo está bajo el mando del coronel Craig Harriman (David Strathairn), líder estoico y sensato al que se le ha encomendado la tarea de mantener la presión sobre los objetivos nazis. Un publicista del ejército, el teniente coronel Bruce Derringer (John Lithgow) está visitando la base para entrevistar a la tripulación del Memphis Belle antes de volar su 25ª misión, requisito para completar su período de servicio. Derringer está ansioso por utilizar a la tripulación en una gira de bonos de guerra en Estados Unidos.
El director sabe hacernos empatizar con estos jóvenes en vuelo de alto riesgo, con tropecientos peligros, siendo atacados por aviones, baterías antiaéreas, siendo espectadores de lujo de ataques a otras naves (espectacular el choque entre dos en vuelo, o como un artillero cae del morro de un bombardero), como son ‘acertados’ por los ataques, como el propio avión se convierte en una trampa abriéndose las escotillas o cuando no sale el tren de aterrizaje. Todo esto con el acierto de no mostrar al enemigo, haciendo de este algo etéreo sin rostro, gente batallando contra el Jinete de la Guerra. Todo esto en una ágil muestra de drama y acción, aunque todo resulta muy académico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Las secuencias terrestres de la película (incluidas escenas de despegue y aterrizaje) se filmaron en el RAF Binbrook no operativo en Lincolnshire, Inglaterra, con una torre de control de época y vehículos colocados en el lugar. Las secuencias de vuelo se volaron desde el aeródromo del Imperial War Museum Duxford. Todos los extras de la película se obtuvieron de las audiciones realizadas en la zona e incluyeron miembros actuales y anteriores de la Royal Air Force. Los realizadores también utilizaron Pinewood Studios para rodar escenas de interiores y para filmar varios modelos de B-17. Se utilizaron cinco B-17 para hacer la película, pero uno se estrelló y fue destruido, afortunadamente sin pérdida de vidas; La banda sonora original es del mencionado arriba George Fenton, ayuda a generar emoción. Además hay una versión de "Oh Danny Boy" cantada por Harry Connick Jr., asimismo está el "The Chestnut Tree", interpretado por Glenn Miller And His Orchestra y escrita por Tommie Connor , Jimmy Kennedy y Hamilton Kennedy aparece en película se reproduce en la radio de Memphis Belle.
Con la excepción de los nombres de los aviones, esta película es ficción y se basa muy vagamente en hechos. Los personajes son compuestos, los nombres no son los de la tripulación real del Memphis Belle y se supone que los incidentes mostrados son representativos de las misiones B-17 en general. De hecho, los personajes y las situaciones de la película se parecen poco a la tripulación de la Memphis Belle real, la naturaleza de su misión final, la precisión del bombardeo estratégico o la política aliada sobre el bombardeo de civiles. No hubo una celebración oficial optimista la noche anterior a la 25ª misión del Belle, y no hubo una bienvenida especial para la tripulación cuando terminó la misión. La participación del avión en la campaña de Bremen ocurrió en abril de 1943; la última misión número 25 del Belle fue un mes después a Lorient, Francia, antes de ser trasladada de regreso a los Estados Unidos.
Me queda un film entretenidillo. Fuerza y honor!!!
Con la excepción de los nombres de los aviones, esta película es ficción y se basa muy vagamente en hechos. Los personajes son compuestos, los nombres no son los de la tripulación real del Memphis Belle y se supone que los incidentes mostrados son representativos de las misiones B-17 en general. De hecho, los personajes y las situaciones de la película se parecen poco a la tripulación de la Memphis Belle real, la naturaleza de su misión final, la precisión del bombardeo estratégico o la política aliada sobre el bombardeo de civiles. No hubo una celebración oficial optimista la noche anterior a la 25ª misión del Belle, y no hubo una bienvenida especial para la tripulación cuando terminó la misión. La participación del avión en la campaña de Bremen ocurrió en abril de 1943; la última misión número 25 del Belle fue un mes después a Lorient, Francia, antes de ser trasladada de regreso a los Estados Unidos.
Me queda un film entretenidillo. Fuerza y honor!!!