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Voto de TOM REGAN:
6

Voto de TOM REGAN:
6
6,8
60.960
Acción
Francis Hummel pretende que se indemnice a las familias de los soldados muertos en misiones secretas. Tras robar 16 misiles equipados con gas venenoso, toma Alcatraz y amenaza con lanzarlos sobre San Francisco. Para resolver la situación, el F.B.I. envía a la isla a un especialista en armamento biológico y al único fugado de la famosa prisión. (FILMAFFINITY)
28 de junio de 2021
28 de junio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
242/42(25/06/21) Entretenidillo blockbuster echo con el molde regastado de los productor de acción de los 80, siendo casi una especie de secuela de “Die Hard” (1988), donde el icónico John McLaine se desdobla en dos roles, los encarnados por el siempre carismático Sean Connery (en un papel claros guiños a su mítica interpretación bondiana), y el melifluo e histriónico Nicholas Cage. Dirigido en su segunda película (tras la exitosa “Bad Boys”) por el aparatoso angelino Michael Bay, con la producción de los especialistas en superproducciones violentas con muchos efectos especiales, Don Simpson (al que está dedicado el film, pues murió cinco meses antes del estreno de la película) y Jerry Bruckheimer (“Bad Boys”, “Armaggedon”, o “Pearl Harbor”) desplegando todos sus vicios cual big bang apoteósico, viene a decirnos es una obra de enorme presupuesto y tengo que hacer se note, y a fe que lo hace (con parafernalia de lujo, con helicópteros, aviones de combate, destrucción de coches caros, secuencias de submarinismo con gadgets ingeniosos), devorando la exigua trama en su devenir, con personajes delineados bidimensionalmente, con mujeres floreros, desbordante en estereotipos, humor de brocha gorda (en muchos casos políticamente incorrecto, como cuando hacen risas del peluquero gay).
Con una puesta en escena grandilocuente, donde hay una fotografía (en este caso de John Schwartzman: “Armaggedon” o “Seabiscuit”), muy luminosa que se adapta a las escenas de acción (tomas aéreas, zooms, seguimientos, travellings), música atronadora híper intrusiva (de sintetizadores atronadores de Nick Glennie-Smith y Hans Zimmer), una edición de Richard Francis-Bruce (“Seven” o “Air Force One”), donde los cortes no pueden durar más de seis segundos, con slows, enfatizantes, con explosiones, persecuciones, tiroteos, peleas, muerte a doquier, ello en un mundo paralelo donde todo los megalómano es posible y luego multiplicado, en un carácter videoclipero fulgente.
Historia de David Weisberg del binomio Douglas Cook (“Criminal” o “Doble traición”), y adaptado por ellos mismos junto a Mark Rosner, además del no acreditado Quentin Tarantino (no sé todo lo que aportó, pero hay una escena de varios personajes apuntándose unos a otros que acaba en escabechina que es marca registrada del creador de “Kill Bill”, como también otra escena con un protagonista hundiéndose una aguja en el cuerpo para sanarse como en “Pulp Fiction”), nos adentramos en un relato híper-anabolizado, tomando ideas de un sin fin de películas (ejemplos claros son “La fuga de Alcatraz” o “Bullitt”), con personajes muy machos, con diálogos infantiloides, con sentencias finales lapidarias antes de morir algún personaje, todo un apoteosis sensorial puesto al servicio de un ritmo feroz, una montaña rusa que intenta ocultar todas sus muchas carencias en su velocidad supersónica que hacen se pase rápidamente, un entusiasta producto que solo está para divertirte un rato, lo mejor es que no se toma en serio a sí mismo, se pasa tanto de vueltas que todo carece de profundidad mínima, la intensidad resulta impostada, pues todo se ve venir de lejos, donde los malos (a pesar de ser muy profesionales) siempre te dan ese resquicio por donde escapar. Destacar entre los secundarios al líder de los villanos al que da vida el gran Ed Harris, en un personaje que intenta ser de hondura, colocado para querer dar motivaciones que nos hagan pensar, pero en realidad solo es un artificio para ensalzar el patriotismo USA (como demuestran las citas de Washington o Jefferson).
Bay al grano de la acción ya desde su inicio con una misión paramilitar de asalto y robo de armas químicas en una base USA, donde ya nos muestran los efectos de estas peculiares bolitas verdes cuando se rompen. Donde conoceremos al gran líder Hummel (Ed Harris), además de a su lugarteniente (correcto David Morse), en una misión que creen noble, aun en contra de su país; Tras ello conocemos al que da vida Cage metido en una cabina precintada queriendo desmontar un artefacto tóxico, que por accidente deriva en algo a vida o muerte, y filmado de modo nervioso y demencial. Dejando claro el director su estilo directo, donde lo importante es hilar hilando escenas de acción, en un akelarre donde los pocos momentos de remanso son casi un estorbo necesario para no saturar al espectador; Más tarde conoceremos a al que embiste Sean Connery, un melenudo preso, que tendrá su ceremonia de acción en una arrolladora persecución por las calles de San Francisco, que comienza de modo espectacular con el colgamiento de un personaje sobre el ático de un hotel: al persecución es todo un festín para los que gusten de adrenalina galopante, con coches aplastados, con peatones colando por los aires, con (agitprop antisistema) un auto atravesando una cuerda de parquímetros, atravesando centros comerciales, con un tranvía (no podía faltar en San Francisco) derrapando y saliéndose de su vía para deslizarse por pendientes (no podían faltar esto tampoco en la ciudad del Golden Gate), y todo coronado por una gran explosión. Qué más da que el motivo para escapar de Mason sea del todo punto ridículo, el fuerte del film no es su fluidez narrativa.
Tras lo que desembocamos en Alcatraz con los Seal, donde los tiroteos, explosiones peleas serán una tras otra, donde los agujeros y lagunas argumentales resultan tropecientas, pero aquí lo que prima es la pirotecnia visual y auditiva. Donde para dar mayor amplitud y seguramente para no tener que rodar en la isla (no consiguieron la cerraran para la filmación) se sacan de la manga unas galerías subterráneas con vagonetas, railes, cual si estuviéramos en “Indiana Jones y El Templo Maldito”, y con ello colocar allí muchas de las secuencias de acción.
Con una puesta en escena grandilocuente, donde hay una fotografía (en este caso de John Schwartzman: “Armaggedon” o “Seabiscuit”), muy luminosa que se adapta a las escenas de acción (tomas aéreas, zooms, seguimientos, travellings), música atronadora híper intrusiva (de sintetizadores atronadores de Nick Glennie-Smith y Hans Zimmer), una edición de Richard Francis-Bruce (“Seven” o “Air Force One”), donde los cortes no pueden durar más de seis segundos, con slows, enfatizantes, con explosiones, persecuciones, tiroteos, peleas, muerte a doquier, ello en un mundo paralelo donde todo los megalómano es posible y luego multiplicado, en un carácter videoclipero fulgente.
Historia de David Weisberg del binomio Douglas Cook (“Criminal” o “Doble traición”), y adaptado por ellos mismos junto a Mark Rosner, además del no acreditado Quentin Tarantino (no sé todo lo que aportó, pero hay una escena de varios personajes apuntándose unos a otros que acaba en escabechina que es marca registrada del creador de “Kill Bill”, como también otra escena con un protagonista hundiéndose una aguja en el cuerpo para sanarse como en “Pulp Fiction”), nos adentramos en un relato híper-anabolizado, tomando ideas de un sin fin de películas (ejemplos claros son “La fuga de Alcatraz” o “Bullitt”), con personajes muy machos, con diálogos infantiloides, con sentencias finales lapidarias antes de morir algún personaje, todo un apoteosis sensorial puesto al servicio de un ritmo feroz, una montaña rusa que intenta ocultar todas sus muchas carencias en su velocidad supersónica que hacen se pase rápidamente, un entusiasta producto que solo está para divertirte un rato, lo mejor es que no se toma en serio a sí mismo, se pasa tanto de vueltas que todo carece de profundidad mínima, la intensidad resulta impostada, pues todo se ve venir de lejos, donde los malos (a pesar de ser muy profesionales) siempre te dan ese resquicio por donde escapar. Destacar entre los secundarios al líder de los villanos al que da vida el gran Ed Harris, en un personaje que intenta ser de hondura, colocado para querer dar motivaciones que nos hagan pensar, pero en realidad solo es un artificio para ensalzar el patriotismo USA (como demuestran las citas de Washington o Jefferson).
Bay al grano de la acción ya desde su inicio con una misión paramilitar de asalto y robo de armas químicas en una base USA, donde ya nos muestran los efectos de estas peculiares bolitas verdes cuando se rompen. Donde conoceremos al gran líder Hummel (Ed Harris), además de a su lugarteniente (correcto David Morse), en una misión que creen noble, aun en contra de su país; Tras ello conocemos al que da vida Cage metido en una cabina precintada queriendo desmontar un artefacto tóxico, que por accidente deriva en algo a vida o muerte, y filmado de modo nervioso y demencial. Dejando claro el director su estilo directo, donde lo importante es hilar hilando escenas de acción, en un akelarre donde los pocos momentos de remanso son casi un estorbo necesario para no saturar al espectador; Más tarde conoceremos a al que embiste Sean Connery, un melenudo preso, que tendrá su ceremonia de acción en una arrolladora persecución por las calles de San Francisco, que comienza de modo espectacular con el colgamiento de un personaje sobre el ático de un hotel: al persecución es todo un festín para los que gusten de adrenalina galopante, con coches aplastados, con peatones colando por los aires, con (agitprop antisistema) un auto atravesando una cuerda de parquímetros, atravesando centros comerciales, con un tranvía (no podía faltar en San Francisco) derrapando y saliéndose de su vía para deslizarse por pendientes (no podían faltar esto tampoco en la ciudad del Golden Gate), y todo coronado por una gran explosión. Qué más da que el motivo para escapar de Mason sea del todo punto ridículo, el fuerte del film no es su fluidez narrativa.
Tras lo que desembocamos en Alcatraz con los Seal, donde los tiroteos, explosiones peleas serán una tras otra, donde los agujeros y lagunas argumentales resultan tropecientas, pero aquí lo que prima es la pirotecnia visual y auditiva. Donde para dar mayor amplitud y seguramente para no tener que rodar en la isla (no consiguieron la cerraran para la filmación) se sacan de la manga unas galerías subterráneas con vagonetas, railes, cual si estuviéramos en “Indiana Jones y El Templo Maldito”, y con ello colocar allí muchas de las secuencias de acción.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Nicolas Cage da vida a Stanley Goodspeed, un científico del FBI inexperto con las armas y las peleas, pero motivación extra para acabar con los terroristas, pues (en un artificio simplón) tiene a su esposa recién embarazada en la ciudad (puaj!). Como un milagro que ni el de andar por el Mar Muerto, se transmuta en un Seal capaz de acabar con varios malos. Al que el actor interpreta de modo plano; Sean Connery da vida a John Patrick Mason, su portentosa personalidad llena la pantalla, con un carisma sublime, con elegancia, humor, simpatía, don de gentes, sin tener que esforzarse, pues el papel no lo requiere, se nota divirtiéndose reverdeciendo viejos laureles como James Bond; La química entre los dos forzados compañeros resulta poco chispeante (siendo benévolos), el guión no ayuda en este aspecto; Y el tercer vértice es el villano ambiguo encarnado por un siempre potente Ed Harris, un héroe americano resentido, ello con honor y orgullo.
Spoiler:
Momentos risibles y que no lo pretenden: El tipo de Hummel que encuentra a Stanley con el cohete, y se queda enfrente del cohete y todos sabeos que Stanley lo va a lanzar sobre él; El sentido discurso del presidente justo antes del supuesto ataque a San Francisco, cuando los segundos cuentan, el POTUS se viene arriba sin tener en cuenta que esto puedo suponer miles de muertos; Cuando estando en una vagoneta Stanley los malos le tiran una granada y este antes de que explote se la devuelve a y estos corren como toons; El modo ridículo en que Mason sale de la celda; Se supone que el grupo de terroristas tiene la isla monitorizada, pero sin embargo en varias ocasiones la pareja de ‘héroes’ Stan & Mason se mueven con total libertad por ella sin ser detectados; Como estando con el virus inhalado, y tras inyectarse el antídoto a Stanley le quedan fuerzas de hacer el Jesucristo con las bengalas para detener el ataque de los cazas, esto filmado en ‘épico’ slow.
Cuando se le preguntó a John Patrik Mason si sabía por qué lo habían liberado de la prisión, este responde cínicamente: "He estado encerrado más tiempo que Nelson Mandela. Tal vez quieras que me postule para la presidencia".
La mayor parte de la película se rodó en locaciones de la prisión de Alcatraz en la isla de Alcatraz. Como está gobernado por el servicio de parques nacionales, no fue posible cerrar Alcatraz y gran parte de la filmación tuvo que acomodar a las fiestas de la gira. La escena en la que el director del FBI Womack es arrojado por el balcón fue filmada en el hotel Fairmont en San Francisco. La filmación provocó numerosas llamadas al hotel por parte de personas que vieron a un hombre colgando del balcón. La escena final de The Rock fue filmada fuera de la histórica Capilla del Sagrado Corazón en Saticoy (Condado de Ventura- California).
Film nominado al Oscar en la categoría de Mejor Sonido, siendo un gran éxito obteniendo ingresos taquilleros de más de $ 335 millones con un presupuesto de producción de $ 75 millones, siendo la cuarta película de más recaudación de 1996.
Me queda un film de acción ameno, pero de calado efímero, tampoco creo pretendía más. Fuerza y honor!!!
PD. Se dice que John Patrick Mason fue el único en escapar de Alcatraz, y esto no es que sea falso porque es ficticio el personaje, es mentira porque hubo tres presos que si huyeron de la prisión el 11 de junio de 1962, Frank Morris, John Anglin y Clarence Anglin llevaron a cabo con éxito una de las más complicadas fugas jamás concebidas. El informe oficial sostiene que los fugitivos se ahogaron al intentar llegar a tierra en las aguas frías de la bahía, pero nunca se encontraron sus cadáveres.
Podrían haber sido un poco más fieles a la historia de la Roca; no es cierto que nadie se escapara, hubo tres prisioneros que lo hicieron.
Spoiler:
Momentos risibles y que no lo pretenden: El tipo de Hummel que encuentra a Stanley con el cohete, y se queda enfrente del cohete y todos sabeos que Stanley lo va a lanzar sobre él; El sentido discurso del presidente justo antes del supuesto ataque a San Francisco, cuando los segundos cuentan, el POTUS se viene arriba sin tener en cuenta que esto puedo suponer miles de muertos; Cuando estando en una vagoneta Stanley los malos le tiran una granada y este antes de que explote se la devuelve a y estos corren como toons; El modo ridículo en que Mason sale de la celda; Se supone que el grupo de terroristas tiene la isla monitorizada, pero sin embargo en varias ocasiones la pareja de ‘héroes’ Stan & Mason se mueven con total libertad por ella sin ser detectados; Como estando con el virus inhalado, y tras inyectarse el antídoto a Stanley le quedan fuerzas de hacer el Jesucristo con las bengalas para detener el ataque de los cazas, esto filmado en ‘épico’ slow.
Cuando se le preguntó a John Patrik Mason si sabía por qué lo habían liberado de la prisión, este responde cínicamente: "He estado encerrado más tiempo que Nelson Mandela. Tal vez quieras que me postule para la presidencia".
La mayor parte de la película se rodó en locaciones de la prisión de Alcatraz en la isla de Alcatraz. Como está gobernado por el servicio de parques nacionales, no fue posible cerrar Alcatraz y gran parte de la filmación tuvo que acomodar a las fiestas de la gira. La escena en la que el director del FBI Womack es arrojado por el balcón fue filmada en el hotel Fairmont en San Francisco. La filmación provocó numerosas llamadas al hotel por parte de personas que vieron a un hombre colgando del balcón. La escena final de The Rock fue filmada fuera de la histórica Capilla del Sagrado Corazón en Saticoy (Condado de Ventura- California).
Film nominado al Oscar en la categoría de Mejor Sonido, siendo un gran éxito obteniendo ingresos taquilleros de más de $ 335 millones con un presupuesto de producción de $ 75 millones, siendo la cuarta película de más recaudación de 1996.
Me queda un film de acción ameno, pero de calado efímero, tampoco creo pretendía más. Fuerza y honor!!!
PD. Se dice que John Patrick Mason fue el único en escapar de Alcatraz, y esto no es que sea falso porque es ficticio el personaje, es mentira porque hubo tres presos que si huyeron de la prisión el 11 de junio de 1962, Frank Morris, John Anglin y Clarence Anglin llevaron a cabo con éxito una de las más complicadas fugas jamás concebidas. El informe oficial sostiene que los fugitivos se ahogaron al intentar llegar a tierra en las aguas frías de la bahía, pero nunca se encontraron sus cadáveres.
Podrían haber sido un poco más fieles a la historia de la Roca; no es cierto que nadie se escapara, hubo tres prisioneros que lo hicieron.