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Voto de TOM REGAN:
9

Voto de TOM REGAN:
9
7,0
1.033
Animación. Comedia
Red Hot Riding Hood es un cortometraje animado, dirigido por Tex Avery y estrenado el 8 de mayo de 1943 por Metro-Goldwyn-Mayer. En 1994 apareció en el séptimo puesto de la lista 50 Greatest Cartoons, realizada gracias a los votos de 1000 especialistas en la animación. El trabajo fue tremendamente influyente en el campo de la comedia animada e incluso de imagen real, inspirando la escena de La máscara en la que Jim Carrey ve por primera ... [+]
26 de junio de 2023
26 de junio de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
182/34/25/06/23) Descacharrante corto animado creado (dirigido y guionizado) por el enfant terrible que fue el texano Tex Avery, estrenado para la MGM hace 80 años (08/05/1943) como telonero de la película “El caso criminal del Dr. Gillespie”, de la calidad de la producción dice mucho que fue votado en 1994 en el séptimo puesto de la lista 50 Greatest Cartoons, realizada gracias a los votos de 1000 especialistas en la animación. Avery demuestra gran gusto estético en la animación fluida y encantadora. La historia comienza como una versión común de la Caperucita Roja, hasta que los personajes se rebelan ante los papeles que deben interpretar como el número 7 de Las 50 mejores caricaturas de todos los tiempos por miembros del campo de la animación, lo que la convierte en la caricatura de MGM mejor clasificada en la lista. Es uno de los trabajos más aclamados de Avery, humor para todos los públicos, y digo todos no como peyorativo de familiar, si no que disfrutaran los peques por su estilo disparatado y los mayores con las referencias para mayores. Siendo utilizado el Lobo (por su popularidad) en spin off posteriores, así como inspirando a muchos films posteriores (como el film italiano “Ayer, hoy y mañana” con la reacción lobesca de Mastroianni al striptease de la Loren; “Quien engañó a Roger Rabbit?” con las reacciones del protagonista o el diseño de Jessica con efluvios a esta Caperucita; o “La Máscara”, cuando en el Coco Bongo, Carrey ve a la Diaz es claramente el Lobo Feroz).
Un corto adelantado a su tiempo, transgresor, picarón, incluso políticamente incorrecto, de hecho, la censura intervino para modificarlo, incluso en su final, muy alterado (spoiler). Es una revisión suigéneris del clásico cuento de ‘Caperucita Roja’, se ríe sutilmente de las buenistas producciones Disney, de su encorsetamiento y su puritanismo, convierte Avery a la inocente niñita del cuento (con la voz de Sara Berner) en una sexy cantante de cabaret, al Lobo Feroz (con la voz de Frank Graham) en un lujurioso mujeriego swinger (estilo de vestimenta popularizada en los 40 y 50), y a la abuelita en una ‘salida’ depredadora para con el para ella ‘sexy’ Lobo, una vuelta de calcetín desternillante, situándolo en la actualidad. Ya siendo rompedor el metraje de 7 minutos cuando parece estamos ante una versión plana del cuento, pues empieza de forma ingenua con la apertura del de un libro, tras lo que hay una cursi voz narrando el típico cuento de Caperucita Roja, vemos las clásicas viñetas de la niñita por el bosque, el lobo acechándola y la abuelita en su cama. Y de repente el lobo rompe la cuarta pared y habla a la voz en off (rompiendo la cuarta pared) para espetarle que está harto de los mojigatos cuentos tradicionales, en lo que es una alusión velada a las producciones Disney, se unen a sus quejas Caperucita y la Abuelita. Entonces el animador hace caso a las demandas de actualización, y pasamos a un trepidante corto rebosante de ingenio, de imaginación, de fantasía puesta al servicio del más bizarro humor, sobre todo para su tiempo.
Comenzando en la famosa escena del club nocturno donde el Lobo Feroz descubre el número musical de la sensual Caperucita Roja cantando con un sexy vestidito rojo la picarona canción de 1941 "Daddy" de Bobby Troup, una provocativa y seductora bomba sexual, que para empezar se quita su capucha y capa. Siendo Homérica la reacción libidinosa excitada del Lobo, con clara alegorías de ‘erección fálica’ por cómo se le salen los ojos de las órbitas, como su nariz (fálicamente) se estira hacia la chica, con aullidos orgásmicos, golpea la mesa con sus puños, sensacional tramo. Para a continuación vemos como la joven rechaza de forma aparatosa al lobo con un Huracanesco ‘No!’, ejemplificando a una mujer empoderada y segura de sí misma. Y en su última parte entra en un desopilante juego del gato (La abuelita) y el ratón (El Lobo). Donde la abuelita queda rendida a los encantos del lobo, esto intentado huir del laberinto que es la residencia de la mujer, conocidas, golpes, puertas falsas, todo un sin fin electrizantes viñetas risibles; Habiendo un glorioso epílogo de vuelta en el club nocturno. Todo ello en un desarrollo frenético, con multitud de gags divertidísimos, jugando con subvertir las expectativas del espectador, pues aquí es la mujer la que decide rechazar al que se le insinúa, y es (otra) la mujer la que persigue al que quiere.
Un corto adelantado a su tiempo, transgresor, picarón, incluso políticamente incorrecto, de hecho, la censura intervino para modificarlo, incluso en su final, muy alterado (spoiler). Es una revisión suigéneris del clásico cuento de ‘Caperucita Roja’, se ríe sutilmente de las buenistas producciones Disney, de su encorsetamiento y su puritanismo, convierte Avery a la inocente niñita del cuento (con la voz de Sara Berner) en una sexy cantante de cabaret, al Lobo Feroz (con la voz de Frank Graham) en un lujurioso mujeriego swinger (estilo de vestimenta popularizada en los 40 y 50), y a la abuelita en una ‘salida’ depredadora para con el para ella ‘sexy’ Lobo, una vuelta de calcetín desternillante, situándolo en la actualidad. Ya siendo rompedor el metraje de 7 minutos cuando parece estamos ante una versión plana del cuento, pues empieza de forma ingenua con la apertura del de un libro, tras lo que hay una cursi voz narrando el típico cuento de Caperucita Roja, vemos las clásicas viñetas de la niñita por el bosque, el lobo acechándola y la abuelita en su cama. Y de repente el lobo rompe la cuarta pared y habla a la voz en off (rompiendo la cuarta pared) para espetarle que está harto de los mojigatos cuentos tradicionales, en lo que es una alusión velada a las producciones Disney, se unen a sus quejas Caperucita y la Abuelita. Entonces el animador hace caso a las demandas de actualización, y pasamos a un trepidante corto rebosante de ingenio, de imaginación, de fantasía puesta al servicio del más bizarro humor, sobre todo para su tiempo.
Comenzando en la famosa escena del club nocturno donde el Lobo Feroz descubre el número musical de la sensual Caperucita Roja cantando con un sexy vestidito rojo la picarona canción de 1941 "Daddy" de Bobby Troup, una provocativa y seductora bomba sexual, que para empezar se quita su capucha y capa. Siendo Homérica la reacción libidinosa excitada del Lobo, con clara alegorías de ‘erección fálica’ por cómo se le salen los ojos de las órbitas, como su nariz (fálicamente) se estira hacia la chica, con aullidos orgásmicos, golpea la mesa con sus puños, sensacional tramo. Para a continuación vemos como la joven rechaza de forma aparatosa al lobo con un Huracanesco ‘No!’, ejemplificando a una mujer empoderada y segura de sí misma. Y en su última parte entra en un desopilante juego del gato (La abuelita) y el ratón (El Lobo). Donde la abuelita queda rendida a los encantos del lobo, esto intentado huir del laberinto que es la residencia de la mujer, conocidas, golpes, puertas falsas, todo un sin fin electrizantes viñetas risibles; Habiendo un glorioso epílogo de vuelta en el club nocturno. Todo ello en un desarrollo frenético, con multitud de gags divertidísimos, jugando con subvertir las expectativas del espectador, pues aquí es la mujer la que decide rechazar al que se le insinúa, y es (otra) la mujer la que persigue al que quiere.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El lobo desesperado consigue escapar de el acoso de la abuela y vuelve al club nocturno (todo magullado y con vendajes), allí promete pegarse un tiro si vuelve a mirar a una mujer: Tras lo que en el escenario vuelve a salir la sexy Caperucita el lobo se excita mirándola, pero cumple su promesa, y se pega un tiro con dos pistolas, cayendo muerto al suelo, y su fantasma sale del cuerpo del lobo y se pone a observar con ojos lujuriosos ya aullando (vuelta a empezar?).
Red Hot Ridding Hood podría estar fácilmente en segundo lugar, pese a la preferencia de los críticos por Little Rural Riding Hood. Al margen de estos personajes de esta etapa de Avery son recomendables The cat that hate people, Little Tinker, Screwball Squirrel, The cuckoo clock, Lonesome Lenny, The Hick Chick, Deputy Droopy o Symphony In Slang, aunque realmente prácticamente todos son pequeñas maravillas.
El elemento es la escena musical donde actúa Red y "Wolfie", como ella lo llama, reacciona de manera lujuriosa. Esas reacciones fueron consideradas tan enérgicas que los censores de la época exigieron cortes en esta escena y otras. Avery afirmó que un censor le obligó a editar imágenes de Wolf excitándose sexualmente al ver a Red actuando. Sin embargo, un oficial del ejército en Washington, DC, luego se enteró de las copias censuradas y le pidió a Louis B. Mayer unas sin cortar. La impresión se mostró a audiencias militares en el extranjero y les fue muy bien. Preston Blair, animó a Red, no recordó ningún corte de la película. Sin embargo, recordó que los militares se volvieron locos por eso.
La conclusión original de la película era que la abuela se casaba con el lobo en una boda a la fuerza (con una caricatura de Tex Avery como el juez de paz que los casa), y que la infeliz pareja y sus hijos mitad humanos mitad lobo asistieran al espectáculo de Red. La escena de persecución con Grannie and the Wolf termina en la película completa con él saltando por una ventana. En el guión inicial, el lobo vuelve a entrar y explica que está a punto de suicidarse. La persecución continúa y Red se une a los otros dos personajes. El lobo está atado y Grannie le indica a Red que consiga un predicador. Luego besa al Lobo. Los dos se casan en una boda de escopeta. El lobo dice "Sí, quiero" con Red apuntando con arma antiaérea a su espalda. La escena final tiene lugar en un club nocturno. La abuela y el lobo asisten a una representación de Red. Tres bebés lobo en su mesa se vuelven locos por Red. De hecho, este final fue animado y las imágenes fijas de la escena de la boda se incluyen en la biblioteca de fotos de MGM. Las imágenes fueron completamente entintadas y pintadas. Blair tenía su propia historia de censura. Según él, el censor tenía la mente sucia y pensó que la película promovía la bestialidad entre una mujer y un lobo. Blair recibió instrucciones de animar un nuevo final, donde la cara del lobo se arranca como máscara y se revela es un hombre. Completó el metraje adicional, aunque disgustado con la censura innecesaria. Al final, el estudio nunca usó este final y Blair no sabía si la copia sobrevivió. Este final, borrado por motivos de bestialidad implícita y por cómo tomaba a la ligera el matrimonio (considerado tabú por el Código de Producción de la Oficina Hays), fue reemplazado por uno (también editado, pero solo en televisión) donde The Wolf está de regreso en el club nocturno y le dice a la audiencia que ha terminado con la persecución de mujeres, y que, si alguna vez vuelve a mirar a una mujer, se suicidará. Cuando Red pronto aparece en el escenario para actuar nuevamente, Wolf saca dos pistolas y se dispara en la cabeza. El lobo luego cae muerto, pero su fantasma aparece y comienza a aullar y silbar a Red como antes.
Fue tan popular esta Caperucita Roja que la regresaron para 3 caricaturas más: "Swing Shift Cinderella", "Uncle Tom's Cabana" y "Little Rural Riding Hood".
Épico corto, delos que recordaras por siempre. Gloria Ucrania!!!
Red Hot Ridding Hood podría estar fácilmente en segundo lugar, pese a la preferencia de los críticos por Little Rural Riding Hood. Al margen de estos personajes de esta etapa de Avery son recomendables The cat that hate people, Little Tinker, Screwball Squirrel, The cuckoo clock, Lonesome Lenny, The Hick Chick, Deputy Droopy o Symphony In Slang, aunque realmente prácticamente todos son pequeñas maravillas.
El elemento es la escena musical donde actúa Red y "Wolfie", como ella lo llama, reacciona de manera lujuriosa. Esas reacciones fueron consideradas tan enérgicas que los censores de la época exigieron cortes en esta escena y otras. Avery afirmó que un censor le obligó a editar imágenes de Wolf excitándose sexualmente al ver a Red actuando. Sin embargo, un oficial del ejército en Washington, DC, luego se enteró de las copias censuradas y le pidió a Louis B. Mayer unas sin cortar. La impresión se mostró a audiencias militares en el extranjero y les fue muy bien. Preston Blair, animó a Red, no recordó ningún corte de la película. Sin embargo, recordó que los militares se volvieron locos por eso.
La conclusión original de la película era que la abuela se casaba con el lobo en una boda a la fuerza (con una caricatura de Tex Avery como el juez de paz que los casa), y que la infeliz pareja y sus hijos mitad humanos mitad lobo asistieran al espectáculo de Red. La escena de persecución con Grannie and the Wolf termina en la película completa con él saltando por una ventana. En el guión inicial, el lobo vuelve a entrar y explica que está a punto de suicidarse. La persecución continúa y Red se une a los otros dos personajes. El lobo está atado y Grannie le indica a Red que consiga un predicador. Luego besa al Lobo. Los dos se casan en una boda de escopeta. El lobo dice "Sí, quiero" con Red apuntando con arma antiaérea a su espalda. La escena final tiene lugar en un club nocturno. La abuela y el lobo asisten a una representación de Red. Tres bebés lobo en su mesa se vuelven locos por Red. De hecho, este final fue animado y las imágenes fijas de la escena de la boda se incluyen en la biblioteca de fotos de MGM. Las imágenes fueron completamente entintadas y pintadas. Blair tenía su propia historia de censura. Según él, el censor tenía la mente sucia y pensó que la película promovía la bestialidad entre una mujer y un lobo. Blair recibió instrucciones de animar un nuevo final, donde la cara del lobo se arranca como máscara y se revela es un hombre. Completó el metraje adicional, aunque disgustado con la censura innecesaria. Al final, el estudio nunca usó este final y Blair no sabía si la copia sobrevivió. Este final, borrado por motivos de bestialidad implícita y por cómo tomaba a la ligera el matrimonio (considerado tabú por el Código de Producción de la Oficina Hays), fue reemplazado por uno (también editado, pero solo en televisión) donde The Wolf está de regreso en el club nocturno y le dice a la audiencia que ha terminado con la persecución de mujeres, y que, si alguna vez vuelve a mirar a una mujer, se suicidará. Cuando Red pronto aparece en el escenario para actuar nuevamente, Wolf saca dos pistolas y se dispara en la cabeza. El lobo luego cae muerto, pero su fantasma aparece y comienza a aullar y silbar a Red como antes.
Fue tan popular esta Caperucita Roja que la regresaron para 3 caricaturas más: "Swing Shift Cinderella", "Uncle Tom's Cabana" y "Little Rural Riding Hood".
Épico corto, delos que recordaras por siempre. Gloria Ucrania!!!