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Voto de TOM REGAN:
5

Voto de TOM REGAN:
5
6,9
18.438
Drama. Thriller
Cárcel Modelo. Barcelona, 1977. Manuel (Miguel Herrán), un joven contable, encarcelado y pendiente de juicio por cometer un desfalco, se enfrenta a una posible pena de entre 10 y 20 años, un castigo desproporcionado para la cuantía de su delito. Pronto, junto a su compañero de celda, Pino (Javier Gutiérrez), se une a un grupo de presos comunes que se está organizando para exigir una amnistía. Se inicia una guerra por la libertad que ... [+]
23 de abril de 2025
23 de abril de 2025
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
115/28(22/04/25) Decepcionante drama carcelario en el que tenía puestas esperanzas tenido en cuenta quien hay en la producción, como es el sevillano Alberto Rodríguez en la dirección y guion (esto último junto a su habitual Rafael Cobos) con films tan potentes como “La Isla mínima” o “Grupo 7” así como creador de la infravalorada serie de tv “La Peste”, estando de actores gente tan estimada como Javier Gutiérrez, Carlos Carroza, o Fernando Tejero (ya se que me dejo a Miguel Herrán, pero es que he dicho actores), ellos embarcados en un atractivo sub género carcelario, pero mi gozo en un pozo. Pretende abarcar y mucho y abraza nada. Lo que sobresale es como nos quieren colar una historia sobre la transición española tenido como marco una prisión durante la misma, y esto me es estridente como poco, pues si estuviéramos con presos políticos lo aceptaría, pero son presos comunes, gente que ha robado, maltratado, asesinado, violado, pero nos quieren hacer ver que su lucha por que fuesen amnistiados era justa y me pongo de mala leche. Nos los quieren mostrar a los presos como combativos sindicalistas en busca de sus derechos (mediante motines, incendios, autolesiones o huelgas de hambre) y esto me resulta vomitivo. Resulta que en toda la prisión no hay un preso malo, todos son buenísimos, pero si hasta al que da vida Tejero, al principio puede tener chica, se convierte en una hermanita de la caridad. Es una prisión donde la única gente mala son los sádicos guardias, que como inteligentes personas no hacen más que violentar una y otra vez a tipos buenos (ataque de cinismo). No es que sea la prisión Modelo, es que es una pasarela de presos modelo, aquí no hay pinchazos en el patio, no hay lucha pro la comida, no hay camarillas para los trabajos, no hay acosos sexuales, no hay violaciones, todo es una balsa de aceite entre los prisioneros, menuda falta de respeto al espectador.
Lo primero que me encuentro es un batiburrillo de mantras carcelarios macilentos sobre la entrada en prisión, todo maltrato de los guardias a los presos algunos choques entre presos; tenemos al típico repartidor de prensa o libros que se hace amigo del prota porque sí; hay un supuesto carismático reo, veterano, culto y misterioso (hasta pone una cortina de manta en su litera); tenemos a un grupo de presos hostiles, pero que lo más grave que hacen en todo la peli es quitarle el traje al prota; hay un romance estorbo, pues nada aporta y nada suma, que se da entre una visitante y bel prota que la trata con desprecio; e incluso en el último suspiro, de modo ridículo en como es un flash, hay un plan de fuga. Quiere tocar palos clásicos de “Cadena Perpetua” (la amistad entre dos presos), “La fuga de Alcatraz” (las condiciones malsanas en que viven los presos), “En el nombre del padre” (la solidaridad entre presos), “El expreso de medianoche” (Esas visitas de la chica para excitar al preso)pero todo esto se nota forzado, sin gradualidad, simplemente metido con calzador, en un armazón que convierte la trama en una supuesta justa lucha por los derechos de los criminales. En esto se tira la película cuatro quintas partes del metraje, con reuniones ‘sindicalistas’, revueltas, reuniones pidiendo cosas, maltrato, y vuelta a revueltas y a pedir ‘derechos’. Me recuerda a un episodio de “Los Simpson” en que Homer ha alquilado una peli western con Clint Eastwood (se supone es “La leyenda de la ciudad sin nombre”) y se ve frustrado por esperar tiroteos y acción y solo encontrar un musical, pues eso he tenido aquí, esperando un entretenido thriller en una cárcel, me he encontrado una bochornosa película por derechos sociales de presos, y sin hacer distinción entre ellos, todos son unos angelitos injustamente enchironados, venga ya! No me faltes al respeto! Una cinta que se hace tediosa, pesada, densa,
Pues todos estos tropos resultan ajados en cómo se exponen. Te quieren empujar desde el minuto uno a que empatices con el protagonista a base de que este sea maltratado sin ton ni son, pero no hay personalidad alguna del mismo, es un monigote pelele sin alma, que lo actúa Miguel Herrán, que tomó fama en la popular serie tv (un placer culpable) “La Casa de Papel”, pero que mostrar emociones se lo debió olvidar en las clases del Actor’s Studio (ataque de cinismo), menudo besugo siempre con la misma cara de estreñido de principio a fin, no parece sentir, ni padecer, un autómata ataráxico.
La película se traslada a la cárcel modelo de Barcelona en la Transición española (concretamente entre 1976 y 1978) para explicar la historia de Manuel Gómez, joven contable (Miguel Herrán), se enfrenta a una posible pena de entre 6 y 8 años por un desfalco. Al principio, chocará con su compañero de celda, preso veterano, Pino (Javier Gutiérrez), pero poco a poco lograrán entenderse para alcanzar una meta conjunta. Para lograr un indulto para este castigo desproporcionado, el joven se une a un grupo de presos (Coordinadora de Presos en Lucha, COPEL) que se está organizando para exigir una amnistía (que al final sólo afectaría a los presos políticos).
El protagonista entra en prisión por un robo, acaba y no sabemos la condena que tiene, no ha habido ni juicio. Pero, sin embargo, sin saber si lo libraran o será poco tiempo se involucra como si fuera a por vida su condena, ridículo. Es más, con el carisma de un arenque se erige en uno de los líderes de los presos sindicalistas (da grima); Javier Gutiérrez siempre efectivo da una buena actuación de nihilista que ve la luz, lástima que su rol sea tan cliché; Carlos carroza pide a gritos un papel de más protagonismo; Fernando tejero muestra carácter en un papel calco del Malamadre de “Celda 211”.
Lo primero que me encuentro es un batiburrillo de mantras carcelarios macilentos sobre la entrada en prisión, todo maltrato de los guardias a los presos algunos choques entre presos; tenemos al típico repartidor de prensa o libros que se hace amigo del prota porque sí; hay un supuesto carismático reo, veterano, culto y misterioso (hasta pone una cortina de manta en su litera); tenemos a un grupo de presos hostiles, pero que lo más grave que hacen en todo la peli es quitarle el traje al prota; hay un romance estorbo, pues nada aporta y nada suma, que se da entre una visitante y bel prota que la trata con desprecio; e incluso en el último suspiro, de modo ridículo en como es un flash, hay un plan de fuga. Quiere tocar palos clásicos de “Cadena Perpetua” (la amistad entre dos presos), “La fuga de Alcatraz” (las condiciones malsanas en que viven los presos), “En el nombre del padre” (la solidaridad entre presos), “El expreso de medianoche” (Esas visitas de la chica para excitar al preso)pero todo esto se nota forzado, sin gradualidad, simplemente metido con calzador, en un armazón que convierte la trama en una supuesta justa lucha por los derechos de los criminales. En esto se tira la película cuatro quintas partes del metraje, con reuniones ‘sindicalistas’, revueltas, reuniones pidiendo cosas, maltrato, y vuelta a revueltas y a pedir ‘derechos’. Me recuerda a un episodio de “Los Simpson” en que Homer ha alquilado una peli western con Clint Eastwood (se supone es “La leyenda de la ciudad sin nombre”) y se ve frustrado por esperar tiroteos y acción y solo encontrar un musical, pues eso he tenido aquí, esperando un entretenido thriller en una cárcel, me he encontrado una bochornosa película por derechos sociales de presos, y sin hacer distinción entre ellos, todos son unos angelitos injustamente enchironados, venga ya! No me faltes al respeto! Una cinta que se hace tediosa, pesada, densa,
Pues todos estos tropos resultan ajados en cómo se exponen. Te quieren empujar desde el minuto uno a que empatices con el protagonista a base de que este sea maltratado sin ton ni son, pero no hay personalidad alguna del mismo, es un monigote pelele sin alma, que lo actúa Miguel Herrán, que tomó fama en la popular serie tv (un placer culpable) “La Casa de Papel”, pero que mostrar emociones se lo debió olvidar en las clases del Actor’s Studio (ataque de cinismo), menudo besugo siempre con la misma cara de estreñido de principio a fin, no parece sentir, ni padecer, un autómata ataráxico.
La película se traslada a la cárcel modelo de Barcelona en la Transición española (concretamente entre 1976 y 1978) para explicar la historia de Manuel Gómez, joven contable (Miguel Herrán), se enfrenta a una posible pena de entre 6 y 8 años por un desfalco. Al principio, chocará con su compañero de celda, preso veterano, Pino (Javier Gutiérrez), pero poco a poco lograrán entenderse para alcanzar una meta conjunta. Para lograr un indulto para este castigo desproporcionado, el joven se une a un grupo de presos (Coordinadora de Presos en Lucha, COPEL) que se está organizando para exigir una amnistía (que al final sólo afectaría a los presos políticos).
El protagonista entra en prisión por un robo, acaba y no sabemos la condena que tiene, no ha habido ni juicio. Pero, sin embargo, sin saber si lo libraran o será poco tiempo se involucra como si fuera a por vida su condena, ridículo. Es más, con el carisma de un arenque se erige en uno de los líderes de los presos sindicalistas (da grima); Javier Gutiérrez siempre efectivo da una buena actuación de nihilista que ve la luz, lástima que su rol sea tan cliché; Carlos carroza pide a gritos un papel de más protagonismo; Fernando tejero muestra carácter en un papel calco del Malamadre de “Celda 211”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y de buenas a primeras, sin comerlo ni beberlo, cuando el aburrimiento nos ha hecho mirar el reloj varias veces nos cuelan un plan de fuga y me digo que haber si me saca esta parte del sopor, para este tramo acontece tan a prisa, atropellándolo todo, que no hay tensión, ni intensidad dramática alguna, es como una idea metida en el último momento para dar un final catárquico, parece un mal parche. En spoiler pongo la grimante opinión del director sobre esta parte (no quiero spoilear).
Spoiler:
Alberto Rodríguez, tuvo claro que la fuga no era el clímax del relato: ‘La fuga es cómo se resuelve la película, un acto de justicia poética, allí donde no llegó la justicia real’. O sea, justicia poética es que se escapen unos presos porque no se les ha dado la amnistía porque ha llegado la democracia? Pero que gilipoyez es esta!
La historia se basa en hechos reales. Por un lado, la lucha del sindicato COPEL (Coordinadora de Presos en Lucha) por que les dieran la amnistía a todos los presidiarios por motivo de la transición de la dictadura a la democracia. Este es el grueso del film, pero los protagonistas no están basados en personas reales; Por otro lado, está la fuga de la Modelo el 2 de junio de 1978. Los vecinos de la calle Provença de Barcelona quedan atónitos cuando las alcantarillas empiezan a escupir hombres del subsuelo. Durante los 15 días anteriores, los presos de la cárcel Modelo habían excavado un túnel con platos, metales y todo lo que encontraron a su alcance. Un total de 45 convictos lograron escapar en la gran fuga de la prisión barcelonesa. Ocho años tardó la Policía en detener a todos los huidos y devolverlos a la cárcel.
Ah, me he acordado, que pinta el asesinato al personaje que da vida Tejero? Menuda morcilla sin sentido!
Frustrante película. Gloria Ucrania!!!
PD. El rodaje tuvo lugar en ubicaciones de la ciudad de Sevilla, en una fábrica de artillería abandonada y en la cárcel modelo de Barcelona, clausurada en 2017.
Spoiler:
Alberto Rodríguez, tuvo claro que la fuga no era el clímax del relato: ‘La fuga es cómo se resuelve la película, un acto de justicia poética, allí donde no llegó la justicia real’. O sea, justicia poética es que se escapen unos presos porque no se les ha dado la amnistía porque ha llegado la democracia? Pero que gilipoyez es esta!
La historia se basa en hechos reales. Por un lado, la lucha del sindicato COPEL (Coordinadora de Presos en Lucha) por que les dieran la amnistía a todos los presidiarios por motivo de la transición de la dictadura a la democracia. Este es el grueso del film, pero los protagonistas no están basados en personas reales; Por otro lado, está la fuga de la Modelo el 2 de junio de 1978. Los vecinos de la calle Provença de Barcelona quedan atónitos cuando las alcantarillas empiezan a escupir hombres del subsuelo. Durante los 15 días anteriores, los presos de la cárcel Modelo habían excavado un túnel con platos, metales y todo lo que encontraron a su alcance. Un total de 45 convictos lograron escapar en la gran fuga de la prisión barcelonesa. Ocho años tardó la Policía en detener a todos los huidos y devolverlos a la cárcel.
Ah, me he acordado, que pinta el asesinato al personaje que da vida Tejero? Menuda morcilla sin sentido!
Frustrante película. Gloria Ucrania!!!
PD. El rodaje tuvo lugar en ubicaciones de la ciudad de Sevilla, en una fábrica de artillería abandonada y en la cárcel modelo de Barcelona, clausurada en 2017.