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Voto de TOM REGAN:
6

Voto de TOM REGAN:
6
6,6
17.933
Bélico. Comedia. Drama
Vietnam. 1965. Un militar pinchadiscos de la radio, Adrian Cronauer, es enviado a Saigón para trabajar en la emisora del ejército norteamericano. En contraste con sus aburridos antecesores, Cronauer es pura dinamita: sus comentarios irreverentes, tacos, improperios y sus críticas al vicepresidente le hacen ganarse el aprecio de las tropas. Sin embargo, su superior, el teniente Hauk, no es de la misma opinión. (FILMAFFINITY)
7 de octubre de 2014
7 de octubre de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
144/19(27/09/14) Interesante y curioso film de Barry Levinson que transcurre en la Guerra de Vietnam inspirada libremente en un personaje real, Adrian Cronauer, y en la que no hay un solo disparo, tiene su gran baza en la explosiva y arrolladora actuación de un Robin Williams desatado, en muchos tramos de hecho sus momentos radiofónicos tienen mucho de improvisación, que algunos aspectos se muestra ingenua y simplista, abordando el conflicto de un modo un tanto naif, pues no se ahonda en el porqué ni en que hacen los USA allí.
El escenario es Saigon en el año 1965, en plena Guerra del Vietnam, durante la escalada militar que llevó a miles de estadounidenses a este país asiático para luchar en este conflicto. Para animar a las tropas yankis por la emisora de las Fuerzas Aéreas (hasta ese momento reinaba la música clásica y la polka en las ondas) llega desde Creta el DJ Drian Cronauer (gran Robin Williams), de grado aviador de segunda clase. Se hace cargo del programa de las mañanas al grito enardecedor de “Good morning, Vietnam”, por su incorrección política, su irreverencia, su tremenda vis cómica, su Don para hacer voces distintas, adornado por música moderna, además de Adrian intentar saltarse a la férrea censura, hace que se gane a la soldadesca, pero su mordacidad y cinismo satírico choca con sus superiores, el subteniente Steven Hauk (buen Bruno Kirby) y el Sargento Mayor Philip Dickerson (buen JT Walsh), su único apoyo en las alturas militares es el General de Brigada Taylor (buen Noble Willingham). Entre medias hay una subtrama en la Adrian sufre un flechazo de Cupido por una bella vietnamita, Trinh (inane Chintara Sukapatana), por la que se hace profesor de inglés a locales, pero su hermano Tuan (Tung Thanh Tran), intenta que no haya relación por el odio que le tiene a los americanos, al final termina cayéndole bien a Tuan y a través de este Adrian conoce mejor la situación de Vietnam. Además en la historia tiene importancia el soldado de primera clase Edward Montesquieu Garlick (buen Forrest Whitaker), compañero de Adrian en la emisora, también tiene cierto peso Jimmy Wah (buen Cu Ba Nguyen), dueño de un club al que van soldados americanos a pasar un rato.
Adrian Cronauer fue un DJ de las Fuerzas aéreas USA, primero en poner rock and roll en las ondas radiofónicas en Vietnam, y famosa por su grito-mantra <Good morning, Vietnam!>, estuvo en el país de 1965 a 1966, Cronauer creó una sitcom sobre sus desventuras en el ejército, Robin Williams se interesó por el proyecto y tras pasar su historia por el guionista Mitch Markowitz (“MASH” la serie) quedó poco del argumento original de Adrian. La cinta toca temas como la amistad, la disciplina militar, la censura, el individualismo, la dignidad, el sentido del deber, pero todo esto de un modo un tanto superficial. Discurre a un buen ritmo, con algunos tramos muy divertidos, con personajes bien delineados, y con una galería de temas musicales sugestivos. El problema del film es que se queda en tierra de nadie, no es un film antibélico, no es pro-americano, no resulta duro ni mordaz, ni ácido, me ha resultado plúmbeo su fondo, difusa su propuesta, solo hace sangre de la censura militar, y esto tocado tangencialmente, incluso ponen a un alto mando de gran seguidor de este Cronauer anticonvencionalismos, me queda un producto buenista que no arriesga, que ni justifica, ni condena la Guerra, me ha resultado indefinida. Se mete con calzador una subtrama romántica absurda que va a ningún lado, puerilmente tratada, lo de Robin Williams dando clases a los vietnamitas de argot obsceno neoyorkino queda bien para un sketch de José Mota, pero no para una cinta que pretende emitir realismo, se trata a los lugareños como inferiores, a esto se añde un final anticlimático, un bluf de conclusión, bastante poco trabajado, te deja frío.
Robin Williams está en su salsa un rol que borda (nominado al Oscar por primera vez, perdiendo ante el Gordon Gekko de Michael Douglas), dando vía libre a su bis verborreica, la mayoría improvisada, una tsunami ante el micrófono (imprescindible oírlo en v.o.), un alud de registros vocales donde encadena chiste sobre chiste con una capacidad inventiva impresionante, con imitaciones fabulosas, hace bromas, sobre sexo, sobre el clima siempre igual, sobre las estrictas normas militares, sobre Richard Nixon, o sobre ese desternillante sastre militar afeminado, refleja ser un inconformista, un rebelde, un torbellino de anarquía, una tempestiva interpretación revestida de buen rollo. Su actuación es un pilar tan grande que cuando el no está en pantalla la cinta baja muchos enteros, esto es en parte por lo endeble del guión, guión que nos hurta de saber algo más de adrian, aparee de la nada igual que se va y nada sabemos de su pasado o su futuro, no le han dado cimientos de profundidad al personaje, esto resta, pues resulta emocionante su papel pero no te cala lo que podría haber dado de sí. Con todo lo dicho habrá gente que no soporten la histriónica personalidad de Robin, estos abstenerse de ver el film si no son masocas. Forrest Whitaker aporte un gran apoyo para el protagonista. Bruno Kirby está brillante en su papel de tipo rígido y clásico, sus discusiones con Williams resultan hilarantes, dota a su arrogante rol de un tremendo patetismo. (continua en spoiler sin)
El escenario es Saigon en el año 1965, en plena Guerra del Vietnam, durante la escalada militar que llevó a miles de estadounidenses a este país asiático para luchar en este conflicto. Para animar a las tropas yankis por la emisora de las Fuerzas Aéreas (hasta ese momento reinaba la música clásica y la polka en las ondas) llega desde Creta el DJ Drian Cronauer (gran Robin Williams), de grado aviador de segunda clase. Se hace cargo del programa de las mañanas al grito enardecedor de “Good morning, Vietnam”, por su incorrección política, su irreverencia, su tremenda vis cómica, su Don para hacer voces distintas, adornado por música moderna, además de Adrian intentar saltarse a la férrea censura, hace que se gane a la soldadesca, pero su mordacidad y cinismo satírico choca con sus superiores, el subteniente Steven Hauk (buen Bruno Kirby) y el Sargento Mayor Philip Dickerson (buen JT Walsh), su único apoyo en las alturas militares es el General de Brigada Taylor (buen Noble Willingham). Entre medias hay una subtrama en la Adrian sufre un flechazo de Cupido por una bella vietnamita, Trinh (inane Chintara Sukapatana), por la que se hace profesor de inglés a locales, pero su hermano Tuan (Tung Thanh Tran), intenta que no haya relación por el odio que le tiene a los americanos, al final termina cayéndole bien a Tuan y a través de este Adrian conoce mejor la situación de Vietnam. Además en la historia tiene importancia el soldado de primera clase Edward Montesquieu Garlick (buen Forrest Whitaker), compañero de Adrian en la emisora, también tiene cierto peso Jimmy Wah (buen Cu Ba Nguyen), dueño de un club al que van soldados americanos a pasar un rato.
Adrian Cronauer fue un DJ de las Fuerzas aéreas USA, primero en poner rock and roll en las ondas radiofónicas en Vietnam, y famosa por su grito-mantra <Good morning, Vietnam!>, estuvo en el país de 1965 a 1966, Cronauer creó una sitcom sobre sus desventuras en el ejército, Robin Williams se interesó por el proyecto y tras pasar su historia por el guionista Mitch Markowitz (“MASH” la serie) quedó poco del argumento original de Adrian. La cinta toca temas como la amistad, la disciplina militar, la censura, el individualismo, la dignidad, el sentido del deber, pero todo esto de un modo un tanto superficial. Discurre a un buen ritmo, con algunos tramos muy divertidos, con personajes bien delineados, y con una galería de temas musicales sugestivos. El problema del film es que se queda en tierra de nadie, no es un film antibélico, no es pro-americano, no resulta duro ni mordaz, ni ácido, me ha resultado plúmbeo su fondo, difusa su propuesta, solo hace sangre de la censura militar, y esto tocado tangencialmente, incluso ponen a un alto mando de gran seguidor de este Cronauer anticonvencionalismos, me queda un producto buenista que no arriesga, que ni justifica, ni condena la Guerra, me ha resultado indefinida. Se mete con calzador una subtrama romántica absurda que va a ningún lado, puerilmente tratada, lo de Robin Williams dando clases a los vietnamitas de argot obsceno neoyorkino queda bien para un sketch de José Mota, pero no para una cinta que pretende emitir realismo, se trata a los lugareños como inferiores, a esto se añde un final anticlimático, un bluf de conclusión, bastante poco trabajado, te deja frío.
Robin Williams está en su salsa un rol que borda (nominado al Oscar por primera vez, perdiendo ante el Gordon Gekko de Michael Douglas), dando vía libre a su bis verborreica, la mayoría improvisada, una tsunami ante el micrófono (imprescindible oírlo en v.o.), un alud de registros vocales donde encadena chiste sobre chiste con una capacidad inventiva impresionante, con imitaciones fabulosas, hace bromas, sobre sexo, sobre el clima siempre igual, sobre las estrictas normas militares, sobre Richard Nixon, o sobre ese desternillante sastre militar afeminado, refleja ser un inconformista, un rebelde, un torbellino de anarquía, una tempestiva interpretación revestida de buen rollo. Su actuación es un pilar tan grande que cuando el no está en pantalla la cinta baja muchos enteros, esto es en parte por lo endeble del guión, guión que nos hurta de saber algo más de adrian, aparee de la nada igual que se va y nada sabemos de su pasado o su futuro, no le han dado cimientos de profundidad al personaje, esto resta, pues resulta emocionante su papel pero no te cala lo que podría haber dado de sí. Con todo lo dicho habrá gente que no soporten la histriónica personalidad de Robin, estos abstenerse de ver el film si no son masocas. Forrest Whitaker aporte un gran apoyo para el protagonista. Bruno Kirby está brillante en su papel de tipo rígido y clásico, sus discusiones con Williams resultan hilarantes, dota a su arrogante rol de un tremendo patetismo. (continua en spoiler sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La puesta en escena resulta bastante realista gracias al gran diseño de producción de Roy Walker (“El Resplandor” o “Eyes Wide Shut”), utilizando escenario den Bangkok y alrededores de la capital de Tailandia, embellecido esto por la estupenda fotografía de Peter Sova (“Donnie Brasco” o “El Caso Slevin”), dotando de cromatismos cálidos los fotogramas, se siente la humedad y el sudor, pero lo que hizo popular este film fue su fenomenal música donde se oyen temas de Bob Dylan, Frankie avalon, The Beach Boys, Wayne Fontana, Wilson Picket, y algunos más, pero hay dos temas donde la imagen se funde con el sonido en un escalofriante montaje de Stu Linder (“Sleepers” o “Rain Man”), uno es el el apoteósico “I Feel Good” de James Brown, donde vemos como los militares que oyen el tema por sus aparatos reaccionan como un chute de optimismo, y donde Cronauer nos deleita con alocado bailecito, , la otra es con el trémulo tema de Louis Armstrong “What A Wonderfull World” salpicándolo de escenas cotidianas de la guerra con sus miserias y alegrías, consiguiendo el sano efecto de turbar al espectador.
Además de los buenos momentos reseñados, destaca otro en el que Adrian es llevado por Garlick en jeep militar por las calles de saigon, deben detenerse en medio de un convoy de la 1ra División de Infantería que se dirige a Nha Trang a la batalla, entonces Garlick conmina a Cronauer a que improvise una transmisión de su programa entre los soldados, Adrian se viene arriba enfervoreciendo humorísticamente a la tropa, entonces un remiso adrian a continuar con su trabajo de DJ se da cuenta de lo importante que es su labor al ver los rostros de los jóvenes que van a la guerra y que por unos momentos consigue que se olviden de los problemas, conmovedor.
En conjunto me queda un interesante pero irregular film, con altibajos, pero que Robin Williams sabe hacer ameno. Fuerza y honor!!!
Además de los buenos momentos reseñados, destaca otro en el que Adrian es llevado por Garlick en jeep militar por las calles de saigon, deben detenerse en medio de un convoy de la 1ra División de Infantería que se dirige a Nha Trang a la batalla, entonces Garlick conmina a Cronauer a que improvise una transmisión de su programa entre los soldados, Adrian se viene arriba enfervoreciendo humorísticamente a la tropa, entonces un remiso adrian a continuar con su trabajo de DJ se da cuenta de lo importante que es su labor al ver los rostros de los jóvenes que van a la guerra y que por unos momentos consigue que se olviden de los problemas, conmovedor.
En conjunto me queda un interesante pero irregular film, con altibajos, pero que Robin Williams sabe hacer ameno. Fuerza y honor!!!