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Voto de TOM REGAN:
9

Voto de TOM REGAN:
9
8,2
24.110
Drama. Terror
En un circo lleno de seres deformes, tullidos y personas con diversas amputaciones, Hans, uno de los enanos, hereda una fortuna. A partir de ese momento, Cleopatra, una bella trapecista, intentará seducirlo para hacerse con su dinero. Para lograr su objetivo, traza un plan contando con la complicidad de Hércules, el forzudo del circo. (FILMAFFINITY)
20 de noviembre de 2015
20 de noviembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
187/01(01/11/15)El valiente realizador Tod Browning creó uno de los grandes films de culto de la historia, cinta de terror mítica, única y extraordinaria, de las obras más perturbadoras e inquietantes rodadas jamás, una de las más estremecedoras odas que se hayan hecho al diferente, a aquello de “La belleza está en el interior”. De las que te deja mal cuerpo, cimentada su ambientación en que muchos de los actores son personas con taras y deformidades físicas profundas, estos serian los supuestos freaks del título original, pero la historia con gran habilidad le da la vuelta a los tópicos y hace de las personas “normales” los monstruos. Una obra conmovedora, emocionante, escalofriante, que con su coraje y estética feista ha influenciado a cineastas como Luis Buñuel, David Lynch o Tim Burton. Film que con el paso de las décadas ha ido ganando, con su singular mezcla de crueldad, ternura, lirismo y humor, un canto a la vida, aun en las peores de las circunstancias, atemporal y universal. Obra con claros tintes humanistas, que construye a personajes desde una óptica valiente, sin concesiones, sin caer en maniqueos sentimentalismo, ni efectismos baratos.
El escenario es un circo en Francia donde conviven personas de todo tipo físico, trapecistas como Cleopatra (Olga Baclava), una domadora de focas como Venus (Leyla Hyams), forzudos como Hercules (Henry Victor), payasos (Phroso interpretado por Wallace Ford, o Roscoe Ates), o personas que por sus taras físicas atraen el morbo del espectador, como los enanos Hans y Frieda (hermanos en la vida real, Harry y Daisy Earles), “El Hombre Esqueleto (Peter Robinson), hermanas siamesas, gemelas Daisy y Violet Hilton, microcefálicas, se conocen como "cabezas de alfiler", eran Zip y Pip (Elvira y Jenny Lee Snow) y Schlitzie, hombre llamado Simón Metz, llevaba vestido por incontinencia, la cuidadora de estos Madame Tetrallini (Rose Dione)una hermafrodita mitad hombre y mitad mujer es Josephine Joseph, Johnny Eck, el hombre sin piernas, el sin extremidades Príncipe Randian (conocido como el torso), "La Mujer Barbuda" (Olga Roderick), Frances O'Connor y Martha Morris como mujeres sin brazos, Elizabeth Green es la cigüeña, y Koo Koo la Mujer Ave, tenía síndrome de Virchow-Seckel o cabeza-pájaro de enanismo, recordada por la escena en la que baila sobre la mesa, y más. La historia tiene su núcleo en la relación que se establece entre el enano Hans y la bella trapecista Cleopatra, enamorado perdidamente y ella solo quiere de él su dinero, de hecho ella tiene una relación con el forzudo Hercules.
Una desgarradora cinta que trata temas como la avaricia, las falsas apariencias, la hipocresía, la verdadera belleza, el deseo, la comprensión, la amistad, el sacrificio por amor, los prejuicios sociales, la amoralidad, o la venganza, en lo que es una vigorosa crítica contra la intolerancia al diferente, lo hace de modo ingenioso, dándole la vuelta al cliché de que el “feo” es el malo. Expone con descarnación el patetismo de estos seres amorfos, sus sentimientos, sus frustraciones, las humillaciones a que son sometidos por aquellos “normales” que se creen superiores moralmente, y por esto se creen con derecho a menospreciar a los “diferentes”, haciendo de este modo a estos de unos amorales desalmados, y convirtiendo a los deformes en los poseedores del corazón. Browning da un enfoque nada victimista de los “freaks”, los trata con humanidad, les confiere sentimientos, y mucha dignidad.
El film se desarrolla en un increscendo dramático gradual hasta desembocar en un clímax final apoteósico, lo hace de forma que en la primera parte nos presenta de modo cuasi-documental a los “freaks”, con sus intrahistorias que les dan forma y alma, saltando de un personaje a otro: La de la “Mujer barbuda”, pareja del esqueleto humano, embarazada y que da a luz una hija; La de las hermanas siamesas, una casada con uno de los payasos del circo y la otra comprometida con el propietario del circo, esta aporta los mejores golpes de humor; Las inquietantes visiones de “El Torso Humano”, excitante como se enciende un cigarrillo con sólo la boca, en la escena original, también tira el cigarrillo; La de las mujeres sin brazos en su vida cotidiana con los pies de manos; O el denigramiento que sufre el medio hombre-mujer por los “compañeros” de circo.
El relato evoluciona de modo fluido y rápido, apoyado en elipsis temporales (seguro provocadas por el re-montaje), saltando de una subtrama a otra, hasta que en su segunda mitad se centra en la compleja historia de amor triangular entre los enanos Hans y Frieda y la trapecista Cleopatra, donde llega la boda, y se ve el “corporativismo” y compañerismo de los “freaks”, atacar a uno de ellos es atacarlos a todos, hasta llegar a su apocalíptico tramo final bajo la lluvia, sublime.
Tod Browning era un muchacho de 16 en una familia acomodada cuando se enamoró de una bailarina de carnaval, escapándose para unirse a los feriante ambulantes, a los 30 años comenzó a trabajar en cine, llegando a ser asistente del pionero del cine mudo Edward Griffith, teniendo varios éxitos mudos con “El hombre de las mil caras”, Lon Chaney, de protagonista, en el sonoro despuntó en la Universal con “Drácula” (1931), es por ello que el gran Irving Thalberg lo fichó para la MGM, quería la respuestas del estudio a “Drácula”, le dio libertad para su proyecto soñado, la libre adaptación de la historia corta de Tod Robbins “Spurs” (1923), la MGM compró los derechos del relato, con ideas de Browning de su sus experiencias en el circo se hace el guión, de Willis Goldbeck (“El hombre que mató a Liberty Valance”) y Elliott Clawson, Leon Gordon, Edgar Allan Woolf (“El mago de Oz”), Al Boasberg (“El maquinista de la General”) y un sin acreditar Charles MacArthur ("Luna Nueva") también participaron, al parecer poco quedó de la historia original, solo el esbozo del matrimonio entre un enano y una mujer tamaño “normal”, así como la de fiesta boda... (sigue en spopiler)
El escenario es un circo en Francia donde conviven personas de todo tipo físico, trapecistas como Cleopatra (Olga Baclava), una domadora de focas como Venus (Leyla Hyams), forzudos como Hercules (Henry Victor), payasos (Phroso interpretado por Wallace Ford, o Roscoe Ates), o personas que por sus taras físicas atraen el morbo del espectador, como los enanos Hans y Frieda (hermanos en la vida real, Harry y Daisy Earles), “El Hombre Esqueleto (Peter Robinson), hermanas siamesas, gemelas Daisy y Violet Hilton, microcefálicas, se conocen como "cabezas de alfiler", eran Zip y Pip (Elvira y Jenny Lee Snow) y Schlitzie, hombre llamado Simón Metz, llevaba vestido por incontinencia, la cuidadora de estos Madame Tetrallini (Rose Dione)una hermafrodita mitad hombre y mitad mujer es Josephine Joseph, Johnny Eck, el hombre sin piernas, el sin extremidades Príncipe Randian (conocido como el torso), "La Mujer Barbuda" (Olga Roderick), Frances O'Connor y Martha Morris como mujeres sin brazos, Elizabeth Green es la cigüeña, y Koo Koo la Mujer Ave, tenía síndrome de Virchow-Seckel o cabeza-pájaro de enanismo, recordada por la escena en la que baila sobre la mesa, y más. La historia tiene su núcleo en la relación que se establece entre el enano Hans y la bella trapecista Cleopatra, enamorado perdidamente y ella solo quiere de él su dinero, de hecho ella tiene una relación con el forzudo Hercules.
Una desgarradora cinta que trata temas como la avaricia, las falsas apariencias, la hipocresía, la verdadera belleza, el deseo, la comprensión, la amistad, el sacrificio por amor, los prejuicios sociales, la amoralidad, o la venganza, en lo que es una vigorosa crítica contra la intolerancia al diferente, lo hace de modo ingenioso, dándole la vuelta al cliché de que el “feo” es el malo. Expone con descarnación el patetismo de estos seres amorfos, sus sentimientos, sus frustraciones, las humillaciones a que son sometidos por aquellos “normales” que se creen superiores moralmente, y por esto se creen con derecho a menospreciar a los “diferentes”, haciendo de este modo a estos de unos amorales desalmados, y convirtiendo a los deformes en los poseedores del corazón. Browning da un enfoque nada victimista de los “freaks”, los trata con humanidad, les confiere sentimientos, y mucha dignidad.
El film se desarrolla en un increscendo dramático gradual hasta desembocar en un clímax final apoteósico, lo hace de forma que en la primera parte nos presenta de modo cuasi-documental a los “freaks”, con sus intrahistorias que les dan forma y alma, saltando de un personaje a otro: La de la “Mujer barbuda”, pareja del esqueleto humano, embarazada y que da a luz una hija; La de las hermanas siamesas, una casada con uno de los payasos del circo y la otra comprometida con el propietario del circo, esta aporta los mejores golpes de humor; Las inquietantes visiones de “El Torso Humano”, excitante como se enciende un cigarrillo con sólo la boca, en la escena original, también tira el cigarrillo; La de las mujeres sin brazos en su vida cotidiana con los pies de manos; O el denigramiento que sufre el medio hombre-mujer por los “compañeros” de circo.
El relato evoluciona de modo fluido y rápido, apoyado en elipsis temporales (seguro provocadas por el re-montaje), saltando de una subtrama a otra, hasta que en su segunda mitad se centra en la compleja historia de amor triangular entre los enanos Hans y Frieda y la trapecista Cleopatra, donde llega la boda, y se ve el “corporativismo” y compañerismo de los “freaks”, atacar a uno de ellos es atacarlos a todos, hasta llegar a su apocalíptico tramo final bajo la lluvia, sublime.
Tod Browning era un muchacho de 16 en una familia acomodada cuando se enamoró de una bailarina de carnaval, escapándose para unirse a los feriante ambulantes, a los 30 años comenzó a trabajar en cine, llegando a ser asistente del pionero del cine mudo Edward Griffith, teniendo varios éxitos mudos con “El hombre de las mil caras”, Lon Chaney, de protagonista, en el sonoro despuntó en la Universal con “Drácula” (1931), es por ello que el gran Irving Thalberg lo fichó para la MGM, quería la respuestas del estudio a “Drácula”, le dio libertad para su proyecto soñado, la libre adaptación de la historia corta de Tod Robbins “Spurs” (1923), la MGM compró los derechos del relato, con ideas de Browning de su sus experiencias en el circo se hace el guión, de Willis Goldbeck (“El hombre que mató a Liberty Valance”) y Elliott Clawson, Leon Gordon, Edgar Allan Woolf (“El mago de Oz”), Al Boasberg (“El maquinista de la General”) y un sin acreditar Charles MacArthur ("Luna Nueva") también participaron, al parecer poco quedó de la historia original, solo el esbozo del matrimonio entre un enano y una mujer tamaño “normal”, así como la de fiesta boda... (sigue en spopiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
...Se barajaron estrellas para los roles principales Victor McLaglen para Hércules, Myrna Loy para Cleopatra, Jean Harlow para Venus, pero al final Thalberg decidió no habría estrellas. El resultado fue calamitoso comercialmente, tras su estreno de prueba hubo un gran rechazo del público, tildándola de obscena, amenazando algunos con demandas por las secuelas que le dejó su visión (alguna mujer dijo le provocó un aborto), la duración del film era de 90 minutos, lo mandaron a la mesa de montaje a eliminar los momentos más impactantes, dejando al final la versión en poco más de una hora (spoiler), añadiéndosele un final acomodaticio (spoiler), esta autocensura (estábamos antes del Código Hays) no mejoró el resultado taquillero, obteniendo grandes pérdidas y permaneciendo su polémica. Esto hizo que en poco tiempo se dejara de proyectar en cines, pasando Dwain Esper (productor y director de cine “explotation”) a exhibirlo en road shows en tiendas campaña y casas burlesque, con lo que su fama de de clásico culto se acrecentó. En UK fue censurado el film durante 30 años. Las partes eliminadas han desaparecido. Para Browning el film supuso el principio de su fin, solo realizaría dos films más, retirándose del cine en 1939.
Momentos recordables (algunos ya comentados): El zozobrante inicio con el presentador del circo de los horrores, presentando a los amorfos y sentenciando sobre ellos <Ellos no pedían haber nacido pero lo han hecho, por un azar de la naturaleza podíamos haber sido como ellos...”; La perturbadora imagen de retorcido cuasi-paraíso bucólico en que un puñado de “freaks” juegan en el bosque; El humillante modo en que Cleopatra humilla a Hans, aprovechándose de su belleza; La celebración de la boda Cleopatra-Hans, los “freaks” lo festejan alborozados, se pasan una gran copa de vino unos a otros, con el bizarro baile en lo alto de la mesa, mientras cantan en “honor” de Cleopatra <Nosotros la aceptamos, uno de nosotros! Gooble Gobble! (“One of us”)>, trémulo; El Magno tramo final, con los carromatos avanzando por en medio de una gran tormenta, las caravanas por el agua se les rompen las ruedas, entonces Cleopatra y Hercules huyen por entre el bosque de los “freaks”, estos se les acercan con cuchillos (inquietante es ver reptar al “Torso humano” con un cuchillo en los dientes, como pensaba utilizarlo?), pistolas y más armas vengativos con rostros que provocan terror una imagen pavorosa (lástima que la autocensura cortará partes de esta secuencia).
La puesta en escena resulta bastante realista, cuasi-documental, se rueda en los MGM Studios (Culver City, CA), con una notable dirección artisitica de Cedric Gibbons (“El mago de oz”, “Historias de Filadelfia” o “Cantando bajo la lluvia”) y Merrill Pye (“Con la muerte en los talones”), con ese microuniverso del circo, realzada la sensación crudo-realista por la fenomenal fotografía en glorioso b/n de Merrit B. Gerstad (“El Gran Ziegfeld” o “Una noche en la opera”, B/N, potenciando la impresión extraña de poesía-bizarra de la historia.
Las actuaciones que destacan sobre son las de los “freaks” todas ellas fascinantes por la carga de veracidad y a la vez nobleza y dignidad que transpiran, que deberían ser una lección de vida para todos.
Spoiler:
Del metraje original se elimina el ataque final de los “freaks” a los verdaderos monstruos, Cleopatra y Hércules, cuando está ella bajo el árbol, y al forzudo lo castran (en el epílogo original se oye a Hércules hablar con voz afeminada, por su amputación) , asimismo eliminan partes de humor, y el epílogo pensado por Browning. Se añade el prólogo con el charlatán de feria y una escena epílogo para el “happy end” final en el que Frieda va a visitar a Hans en su mansión de rico (por la herencia), donde los antiguos novios se reconcilian, esta conclusión impuesta por la MGM.
Clásico imperecedero, de los que te deja huella y marca indeleble, de los que te hace reflexionar sobre como vemos a los demás. Fuerza y honor!!!
Momentos recordables (algunos ya comentados): El zozobrante inicio con el presentador del circo de los horrores, presentando a los amorfos y sentenciando sobre ellos <Ellos no pedían haber nacido pero lo han hecho, por un azar de la naturaleza podíamos haber sido como ellos...”; La perturbadora imagen de retorcido cuasi-paraíso bucólico en que un puñado de “freaks” juegan en el bosque; El humillante modo en que Cleopatra humilla a Hans, aprovechándose de su belleza; La celebración de la boda Cleopatra-Hans, los “freaks” lo festejan alborozados, se pasan una gran copa de vino unos a otros, con el bizarro baile en lo alto de la mesa, mientras cantan en “honor” de Cleopatra <Nosotros la aceptamos, uno de nosotros! Gooble Gobble! (“One of us”)>, trémulo; El Magno tramo final, con los carromatos avanzando por en medio de una gran tormenta, las caravanas por el agua se les rompen las ruedas, entonces Cleopatra y Hercules huyen por entre el bosque de los “freaks”, estos se les acercan con cuchillos (inquietante es ver reptar al “Torso humano” con un cuchillo en los dientes, como pensaba utilizarlo?), pistolas y más armas vengativos con rostros que provocan terror una imagen pavorosa (lástima que la autocensura cortará partes de esta secuencia).
La puesta en escena resulta bastante realista, cuasi-documental, se rueda en los MGM Studios (Culver City, CA), con una notable dirección artisitica de Cedric Gibbons (“El mago de oz”, “Historias de Filadelfia” o “Cantando bajo la lluvia”) y Merrill Pye (“Con la muerte en los talones”), con ese microuniverso del circo, realzada la sensación crudo-realista por la fenomenal fotografía en glorioso b/n de Merrit B. Gerstad (“El Gran Ziegfeld” o “Una noche en la opera”, B/N, potenciando la impresión extraña de poesía-bizarra de la historia.
Las actuaciones que destacan sobre son las de los “freaks” todas ellas fascinantes por la carga de veracidad y a la vez nobleza y dignidad que transpiran, que deberían ser una lección de vida para todos.
Spoiler:
Del metraje original se elimina el ataque final de los “freaks” a los verdaderos monstruos, Cleopatra y Hércules, cuando está ella bajo el árbol, y al forzudo lo castran (en el epílogo original se oye a Hércules hablar con voz afeminada, por su amputación) , asimismo eliminan partes de humor, y el epílogo pensado por Browning. Se añade el prólogo con el charlatán de feria y una escena epílogo para el “happy end” final en el que Frieda va a visitar a Hans en su mansión de rico (por la herencia), donde los antiguos novios se reconcilian, esta conclusión impuesta por la MGM.
Clásico imperecedero, de los que te deja huella y marca indeleble, de los que te hace reflexionar sobre como vemos a los demás. Fuerza y honor!!!