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Voto de Fali:
8

Voto de Fali:
8
7,8
73.715
7 de abril de 2010
7 de abril de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una cosa está clara: "Old boy" no es plato para todos los estómagos. Hay que tener una cierta propensión al morbo, a lo extremo, a la violencia, para degustar esta despiadada y extravagante propuesta. No sería una película que yo recomendaría a según qué personas, y comprendo, por tanto, a quienes la denigran y a quienes, sencillamente, no la soportan.
Pero, como para bien o para mal, tengo cierta propensión al morbo, a lo extremo y a la violencia cinematográfica, no me queda más que rendirme a la extraordinaria golosina que Park Chan-wook nos ofrece, una delirante bajada a los infiernos de una venganza dentro de otra venganza; aquí nadie pone la otra mejilla, aquí nadie se arrepiente, aquí sólo priman los instintos más básicos y animales.
Hay que ver esta película con la mente abierta y bastante permisibilidad hacia lo que se nos cuenta; hay que estar dispuesto a disfrutar de cada vericueto del guión, a dar por hecho lo imposible, a empatizar con personajes crueles, malvados o directamente enloquecidos. Hay que disculpar que se nos cuele una escena de video-juego en mitad de la película (esa pelea en el pasillo lleno de secuaces, armado con un martillo), y hay que saber soltar una carcajada en el momento justo (ese ascensor que se abre, justo al terminar la pelea).
Si se entra a estos trapos, se disfrutará de una de las películas más originales y, por otro lado, más desgarradoras de los últimos tiempos. Si lo que buscas es cine clásico, lógico, coherente, mejor no adentrarse en esta locura.
Pero, como para bien o para mal, tengo cierta propensión al morbo, a lo extremo y a la violencia cinematográfica, no me queda más que rendirme a la extraordinaria golosina que Park Chan-wook nos ofrece, una delirante bajada a los infiernos de una venganza dentro de otra venganza; aquí nadie pone la otra mejilla, aquí nadie se arrepiente, aquí sólo priman los instintos más básicos y animales.
Hay que ver esta película con la mente abierta y bastante permisibilidad hacia lo que se nos cuenta; hay que estar dispuesto a disfrutar de cada vericueto del guión, a dar por hecho lo imposible, a empatizar con personajes crueles, malvados o directamente enloquecidos. Hay que disculpar que se nos cuele una escena de video-juego en mitad de la película (esa pelea en el pasillo lleno de secuaces, armado con un martillo), y hay que saber soltar una carcajada en el momento justo (ese ascensor que se abre, justo al terminar la pelea).
Si se entra a estos trapos, se disfrutará de una de las películas más originales y, por otro lado, más desgarradoras de los últimos tiempos. Si lo que buscas es cine clásico, lógico, coherente, mejor no adentrarse en esta locura.