Crítica y público recibieron esta película con mucho entusiasmo cuando se estrenó hace unos meses. Una vez vista no entiendo el motivo de tanto entusiasmo.
Caramel cuenta la historia de un grupo de mujeres que trabajan en un salón de belleza de Beirut. Sus problemas, sus miedos y sus ilusiones, viviendo un día a día siempre esperando que llegue eso que tanto desean.
Nadine Labaki nos cuenta esta historia de forma correcta pero sin grandes aciertos. Los pequeños dramas y alegrías de estas mujeres están tratados de forma liviana, sin profundizar demasiado. Se apuntan cosas sobre los personajes que luego se resuelven de forma superficial. Tampoco acierta Labaki con una puesta en escena tan aceptable como anodina.
Viendo Caramel uno tiene la sensación de haber visto muchas películas parecidas, y esta seguramente no sea la mejor de todas ellas. Aun así, la película desprende una calidez, e incluso, una ligera sensualidad, que hacen de ella un plato de fácil consumo y agradable digestión.
Para terminar destacaría la belleza de la propia directora, y también actriz en la película, que encabeza un reparto del que ella es la mejor baza.