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Voto de Atilio Flores:
9

Voto de Atilio Flores:
9
2018 

6,7
25.764
Animación. Aventuras. Acción. Comedia
Secuela de "Los increíbles". Helen tiene que liderar una campaña para que los superhéroes regresen, mientras Bob vive su vida "normal" con Violet, Dash y el bebé Jack-Jack —cuyos superpoderes descubriremos—. Su misión se va a pique cuando aparece un nuevo villano con un brillante plan que lo amenaza todo. Pero los Parr no se amedrentarán y menos teniendo a Frozone de su parte. (FILMAFFINITY)
20 de julio de 2018
20 de julio de 2018
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atilio Flores
Diario El Mundo
Calificación: 4/5
Encariñarse de una película de animación sobre una familia de superhéroes no fue tarea difícil con la llegada de “Los Increíbles” en 2004.
Brad Bird, director y escritor de esta cinta de Disney-Pixar logró construir una nueva visión del subgénero de héroes, los cuales para principios de los 2000 no habían arrancado ni perfeccionado arcos argumentales que sostuvieran el desarrollo complejo de sus personajes.
Los Increíbles rompieron esos esquemas como una construcción nueva de este tipo de películas que se nutren propiamente de los cómics, pero no a un nivel como lo hizo para 2004, incluyendo temas diversos que difícilmente se podría imaginar que fuese un filme destinado a un público infantil, tocando temas sensibles de adultos como la crisis de la mediana edad, revivir los días de gloria, los problemas del matrimonio, la infidelidad, y una constante crítica a la sociedad abrumada por lo cotidiano y el Statu Quo.
Si bien es un símil a la primera familia de superhéroes, “Los Cuatro Fantásticos” de Marvel, ninguna de sus películas está al nivel de Los Increíbles, amalgamando incluso antes que los propios cómics, el argumento de establecer leyes que registren y controlen las acciones de los superhéroes, algo que incluso sería retomado en cierta medida en los cómics y película de Capitán América: Civil War.
Sin embargo, Civil War no llega a un nivel complejo como lo hace está película animada en donde vemos realmente los riesgos y vicisitudes que los héroes tienen que afrontar para poder mantenerse en el anonimato, evitando no quebrantar la ley y pagar por ello, aunando al eje central de la trama la educación de los hijos de los superhéroes, quienes crecen con la espada contra la pared, ante el dilema de ocultarse y luchar tal como lo hacen sus padres o limitarse a vivir sus vidas como simples ciudadanos comunes, pese a sus habilidades sobrehumanas.
Catorce años han pasado desde aquel estreno que se llevó a casa dos premios de la Academia de cuatro nominaciones que obtuvo. Sin embargo, esta entrega parte justamente donde termina la primera con una familia unida y dispuesta a infringir la ley para defender a los civiles, conservando a sus personajes tal como les vimos la última vez, sin saltos en el tiempo.
Mr. Increíble, Elasticgirl y su amigo afroamericano, Frozono, son reclutados en está ocasión para un proyecto que pretende revocar la ley que obliga a los superhéroes a estar retirados, mejorando la imagen que el público tiene de ellos al ser destructores de ciudades, las cuales dejan cuantiosas pérdidas al Gobierno, pues tienen que reconstruir todo el daño ocasionado. Para ello, Winston Deavor junto a su hermana Evelyn pretenden que Elasticgirl sea el nuevo emblema de los súpers.
Brad Bird retoma la misma fórmula que empleó en la construcción de la primera película, potenciando en gran medida el protagonismo de la matriarca de la familia Increíble, Elasticgirl, quien en la primera parte se roba la mayoría de las escenas de acción con su sorprendente capacidad elástica e inteligencia, reflejando no sólo la personalidad de ella como una mujer que defiende y ama su familia, sino impulsando el poder femenino.
Asimismo, siguiendo su línea argumental, la elección de Elasticgirl como protagonista rompe con el canon de la mujer “ideal” según la utopía de la familia perfecta vigente para los años 60´s, en la cual se ambienta la cinta de estos héroes. A su vez permite el desarrollo de la otra cara de la moneda, que es el lado paternal del Mr. Increíble que debe de luchar por mantener funcional a su familia, al lidiar con sus tres hijos que afrontan diferentes etapas de la vida, como Violeta en la adolescencia, Dash en la pubertad y Jack Jack en la primera infancia, mostrándonos como las actividades cotidianas por más sencillas que parezcan al ser ejecutadas por mujeres, se vuelven un caos en manos de los hombres, respondiendo a un cliché universal.
Además esta armonía le permite explorar las personalidades e intenciones de toda la familia, y es de hecho el éxito de este filme, que al igual que la primera, se centra más en la vida tras de las mallas, detrás del súper traje, en la convivencia que tienen los personajes tras bambalinas, cuando no son héroes y simplemente tratan de ser ellos y lidiar con la vida en los suburbios.
Continua en la sección de spoilers...
Diario El Mundo
Calificación: 4/5
Encariñarse de una película de animación sobre una familia de superhéroes no fue tarea difícil con la llegada de “Los Increíbles” en 2004.
Brad Bird, director y escritor de esta cinta de Disney-Pixar logró construir una nueva visión del subgénero de héroes, los cuales para principios de los 2000 no habían arrancado ni perfeccionado arcos argumentales que sostuvieran el desarrollo complejo de sus personajes.
Los Increíbles rompieron esos esquemas como una construcción nueva de este tipo de películas que se nutren propiamente de los cómics, pero no a un nivel como lo hizo para 2004, incluyendo temas diversos que difícilmente se podría imaginar que fuese un filme destinado a un público infantil, tocando temas sensibles de adultos como la crisis de la mediana edad, revivir los días de gloria, los problemas del matrimonio, la infidelidad, y una constante crítica a la sociedad abrumada por lo cotidiano y el Statu Quo.
Si bien es un símil a la primera familia de superhéroes, “Los Cuatro Fantásticos” de Marvel, ninguna de sus películas está al nivel de Los Increíbles, amalgamando incluso antes que los propios cómics, el argumento de establecer leyes que registren y controlen las acciones de los superhéroes, algo que incluso sería retomado en cierta medida en los cómics y película de Capitán América: Civil War.
Sin embargo, Civil War no llega a un nivel complejo como lo hace está película animada en donde vemos realmente los riesgos y vicisitudes que los héroes tienen que afrontar para poder mantenerse en el anonimato, evitando no quebrantar la ley y pagar por ello, aunando al eje central de la trama la educación de los hijos de los superhéroes, quienes crecen con la espada contra la pared, ante el dilema de ocultarse y luchar tal como lo hacen sus padres o limitarse a vivir sus vidas como simples ciudadanos comunes, pese a sus habilidades sobrehumanas.
Catorce años han pasado desde aquel estreno que se llevó a casa dos premios de la Academia de cuatro nominaciones que obtuvo. Sin embargo, esta entrega parte justamente donde termina la primera con una familia unida y dispuesta a infringir la ley para defender a los civiles, conservando a sus personajes tal como les vimos la última vez, sin saltos en el tiempo.
Mr. Increíble, Elasticgirl y su amigo afroamericano, Frozono, son reclutados en está ocasión para un proyecto que pretende revocar la ley que obliga a los superhéroes a estar retirados, mejorando la imagen que el público tiene de ellos al ser destructores de ciudades, las cuales dejan cuantiosas pérdidas al Gobierno, pues tienen que reconstruir todo el daño ocasionado. Para ello, Winston Deavor junto a su hermana Evelyn pretenden que Elasticgirl sea el nuevo emblema de los súpers.
Brad Bird retoma la misma fórmula que empleó en la construcción de la primera película, potenciando en gran medida el protagonismo de la matriarca de la familia Increíble, Elasticgirl, quien en la primera parte se roba la mayoría de las escenas de acción con su sorprendente capacidad elástica e inteligencia, reflejando no sólo la personalidad de ella como una mujer que defiende y ama su familia, sino impulsando el poder femenino.
Asimismo, siguiendo su línea argumental, la elección de Elasticgirl como protagonista rompe con el canon de la mujer “ideal” según la utopía de la familia perfecta vigente para los años 60´s, en la cual se ambienta la cinta de estos héroes. A su vez permite el desarrollo de la otra cara de la moneda, que es el lado paternal del Mr. Increíble que debe de luchar por mantener funcional a su familia, al lidiar con sus tres hijos que afrontan diferentes etapas de la vida, como Violeta en la adolescencia, Dash en la pubertad y Jack Jack en la primera infancia, mostrándonos como las actividades cotidianas por más sencillas que parezcan al ser ejecutadas por mujeres, se vuelven un caos en manos de los hombres, respondiendo a un cliché universal.
Además esta armonía le permite explorar las personalidades e intenciones de toda la familia, y es de hecho el éxito de este filme, que al igual que la primera, se centra más en la vida tras de las mallas, detrás del súper traje, en la convivencia que tienen los personajes tras bambalinas, cuando no son héroes y simplemente tratan de ser ellos y lidiar con la vida en los suburbios.
Continua en la sección de spoilers...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pese a un despliegue notorio en la calidad visual de la animación comparada a la primera película, su villano, en cierta medida se vuelve predecible. No por ello, el Rapta-pantallas deja de intimidar a la audiencia cada vez que sale en escena o es referenciado, dándole toques misteriosos, alucinantes y tenebrosos. No obstante, su resolución dentro de la historia, más le abonaba a que se mantuviera como el ente siniestro tras los hechos y no como terminó el filme, a la vez de desperdiciar a muchos otros superhéroes que surgen justo al final de la cinta.
Con ello no se puede argumentar que la película no responda y este casi al nivel de la primera, sin embargo, le hubiese dado un plus a la misma, sorprendiéndonos en gran medida con esa singularidad que Pixar le dio junto Brad Bird al encariñarnos con esta familia de súpers.
Michael Giacchino, se supera a sí mismo en esta nueva entrega, retomando la banda sonora que dirigió en 2004, tomando como siempre el hilo central de la canción de “On Her Majesty’s Secret Service” de John Barrys compuesta para la película de James Bond de 1969, la cual le da ese toque de retratar una época en la que compagina la gracia del espionaje internacional, la guerra fría y la utopía del sueño americano, abonando en gran medida para esta entrega en el desarrollo de las escenas de acción que son impulsadas con toques de Jazz y el resonar de tambores y pitidos.
No es de extrañar que nuevamente sea una candidata para los premios de la Academia en las mismas categorías que fue nominada su antecesora, además de embolsarse desde ya la estatuilla a la mejor película animada del año. Catorce años de espera que han valido la pena.
Con ello no se puede argumentar que la película no responda y este casi al nivel de la primera, sin embargo, le hubiese dado un plus a la misma, sorprendiéndonos en gran medida con esa singularidad que Pixar le dio junto Brad Bird al encariñarnos con esta familia de súpers.
Michael Giacchino, se supera a sí mismo en esta nueva entrega, retomando la banda sonora que dirigió en 2004, tomando como siempre el hilo central de la canción de “On Her Majesty’s Secret Service” de John Barrys compuesta para la película de James Bond de 1969, la cual le da ese toque de retratar una época en la que compagina la gracia del espionaje internacional, la guerra fría y la utopía del sueño americano, abonando en gran medida para esta entrega en el desarrollo de las escenas de acción que son impulsadas con toques de Jazz y el resonar de tambores y pitidos.
No es de extrañar que nuevamente sea una candidata para los premios de la Academia en las mismas categorías que fue nominada su antecesora, además de embolsarse desde ya la estatuilla a la mejor película animada del año. Catorce años de espera que han valido la pena.