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Voto de Natxo Borràs:
7

Voto de Natxo Borràs:
7
5,0
832
Drama. Romance
Lola, una joven empleada de una fábrica de zapatos, vive un amor violento y atormentado con Mario. Cuando rompen la relación, Lola se traslada a Barcelona para olvidar completamente su pasado. Allí conoce a Robert, director general de una importante compañía, con quien inicia una relación. Cuatro años más tarde, cuando Robert y Lola viven felices junto a su hija Ana, reaparece Mario, que vuelve a acosarla. (FILMAFFINITY)
7 de agosto de 2012
7 de agosto de 2012
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lola (Ángela Molina) trabaja en una peletería industrial y convive con Mario (Feodor Atkine) un alcohólico que la maltrata constantemente. Cuando conoce a Robert (Patrick Bauchau) un hombre de negocios francés establecido temporalmente en Barcelona, la vida de Lola cambiará radicalmente mejorando su tren de vida y alejada de Mario que, sin embargo, la asediará constantemente al enterarse de que con Robert ha tenido a una niña, Ana (Ángela Gutiérrez)…
Una de las mejores películas que rodó Bigas Luna, fuera de la corriente del cine español que empezaba a ser mejorable pero que no se alejaba de unos cánones políticamente correctos. El director catalán seguía con sus trece en elaborar retratos malsanos, sucios, raíz de una Barcelona canalla pero dispuesta a afrentar importantes eventos futuros como los Juegos Olímpicos. Luna recoge la visceralidad y morbo que tan bien había reflejado en sus primeros trabajos, “Tatuaje” (1978) “Bilbao” (1978) o “Caniche” (1979) y sin olvidarse de detallar los ingredientes mediterráneos que recrudecen una trama con el asombro y el placer de sus protagonistas (la buñueliana secuencia del hueso babeado del melocotón invadido por hormigas o la langosta viva a la plancha en el restaurante) como obsesivo impulso a la pasión desatada con alguna que otra secuencia erótica.
Pero no hay que olvidar que también es un relato policíaco, muy de la casa. Tal vez sus dosis de erotismo son inferiores en comparaciones a otras películas como “Las Edades de Lulú” (1990) o “Bambola” (1996), pero no por ello hacen de éste film una aburrida referencia al género. Porque también es un thriller dosificado sobre odio, sadomasoquismo y buenas interpretaciones de su trío principal.
Una de las mejores películas que rodó Bigas Luna, fuera de la corriente del cine español que empezaba a ser mejorable pero que no se alejaba de unos cánones políticamente correctos. El director catalán seguía con sus trece en elaborar retratos malsanos, sucios, raíz de una Barcelona canalla pero dispuesta a afrentar importantes eventos futuros como los Juegos Olímpicos. Luna recoge la visceralidad y morbo que tan bien había reflejado en sus primeros trabajos, “Tatuaje” (1978) “Bilbao” (1978) o “Caniche” (1979) y sin olvidarse de detallar los ingredientes mediterráneos que recrudecen una trama con el asombro y el placer de sus protagonistas (la buñueliana secuencia del hueso babeado del melocotón invadido por hormigas o la langosta viva a la plancha en el restaurante) como obsesivo impulso a la pasión desatada con alguna que otra secuencia erótica.
Pero no hay que olvidar que también es un relato policíaco, muy de la casa. Tal vez sus dosis de erotismo son inferiores en comparaciones a otras películas como “Las Edades de Lulú” (1990) o “Bambola” (1996), pero no por ello hacen de éste film una aburrida referencia al género. Porque también es un thriller dosificado sobre odio, sadomasoquismo y buenas interpretaciones de su trío principal.