Leo en las críticas comparaciones al mejor episodio de la serie, San Junipero, y pienso "Ya quisiera el gato lamer el plato". Hotel Reverie se parece a San Junipero lo mismo que una canción de reggaeton con autotune a la novema sinfonía de Beethoven.

Tras el primer fantástico capítulo de esta temporada me olía que la cosa no podía durar, el segundo ya me decepcionó, pero tenía un pase, y en este tercer episodio por fin se perpetra el crimen y volvemos a la dinámica que ha acompañado a todas las temporadas de la serie: pocos, muy pocos, episodios inolvidables, originales y de gran calidad, muchos otros simplemente mediocres y otros al nivel del bodrio. Hotel Reverie se catalogaría en este tercer nivel.

Todo es tan inverosímil, me refiero hasta teniendo en cuenta que se trata ciencia ficción, que es imposible meterse en la historia. La inclusividad metida con calzador hasta que te hace daño en una historia delirante que, lo peor de todo, aburre en todo momento.

Desde los diálogos y las interpretaciones hasta la química entre personajes y por supuesto el desarrollo de la trama, todo parece pensado para decepcionarnos hasta no poder parar de mirar cuántos minutos de suplicio nos quedan. El ser humano vive de esperanzas, y hacia la mitad de la historia nos auto engañamos con la fantasía de que un giro de guion hará que todo sea al menos, un poco interesante, pero no.

Ya empiezo a temblar con el cuarto capítulo, no por que vaya a dar miedo por su distopía oscura, sino porque aburra solo la mitad que este.