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Voto de Angel:
3

Voto de Angel:
3
7,2
2.798
20 de abril de 2025
20 de abril de 2025
10 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de leer una avalancha de críticas profesionales que la elevaban a lo más alto, fui al cine con unas expectativas altísimas, esperando encontrar una de esas películas que te marcan. Lamentablemente, lo que me encontré fue todo lo contrario: una de las cintas más sobrevaloradas de los últimos tiempos.
Para empezar, el ritmo de la película es tremendamente irregular. Tienes que esperar cerca de una hora para que realmente empiece a desarrollarse la trama central, y hasta ese punto, lo único que obtienes es un desfile de escenas que parecen no llevar a ningún lado. Es como si el director se hubiera obsesionado con crear tensión, pero olvidó que el público también necesita avanzar en la historia.
Cuando por fin arranca, lo que ofrece no es nada que no hayamos visto antes. De hecho, resulta difícil no ver las similitudes con *Abierto hasta el amanecer*, solo que sin el carisma ni la originalidad de aquella. Esta cinta se queda en una especie de imitación descafeinada, con una mezcla forzada de géneros y una narrativa que parece improvisada por momentos.
Las contradicciones y agujeros de guion no ayudan. Hay decisiones de personajes que carecen de lógica, giros argumentales que no terminan de encajar y un desarrollo que parece más preocupado por lanzar mensajes políticos que por contar una historia coherente.
Y hablando de eso, no puedo dejar de mencionar el componente ideológico. La representación extremadamente polarizada, donde todos los personajes blancos son villanos o miembros del KKK, no solo resulta innecesaria, sino que termina restando profundidad al mensaje. En lugar de generar reflexión, transmite una sensación de resentimiento mal canalizado por parte del director, que convierte el discurso en una especie de ajuste de cuentas personal.
Finalmente, el desenlace es otro gran desacierto. Sin entrar en spoilers, solo diré que rompe por completo con el tono y la lógica interna de la película. Lo que pudo haber sido un cierre potente y coherente, se transforma en un giro absurdo que deja una sensación de vacío.
Para empezar, el ritmo de la película es tremendamente irregular. Tienes que esperar cerca de una hora para que realmente empiece a desarrollarse la trama central, y hasta ese punto, lo único que obtienes es un desfile de escenas que parecen no llevar a ningún lado. Es como si el director se hubiera obsesionado con crear tensión, pero olvidó que el público también necesita avanzar en la historia.
Cuando por fin arranca, lo que ofrece no es nada que no hayamos visto antes. De hecho, resulta difícil no ver las similitudes con *Abierto hasta el amanecer*, solo que sin el carisma ni la originalidad de aquella. Esta cinta se queda en una especie de imitación descafeinada, con una mezcla forzada de géneros y una narrativa que parece improvisada por momentos.
Las contradicciones y agujeros de guion no ayudan. Hay decisiones de personajes que carecen de lógica, giros argumentales que no terminan de encajar y un desarrollo que parece más preocupado por lanzar mensajes políticos que por contar una historia coherente.
Y hablando de eso, no puedo dejar de mencionar el componente ideológico. La representación extremadamente polarizada, donde todos los personajes blancos son villanos o miembros del KKK, no solo resulta innecesaria, sino que termina restando profundidad al mensaje. En lugar de generar reflexión, transmite una sensación de resentimiento mal canalizado por parte del director, que convierte el discurso en una especie de ajuste de cuentas personal.
Finalmente, el desenlace es otro gran desacierto. Sin entrar en spoilers, solo diré que rompe por completo con el tono y la lógica interna de la película. Lo que pudo haber sido un cierre potente y coherente, se transforma en un giro absurdo que deja una sensación de vacío.