Una pequeña gran guerra está a punto de librarse entre humanos militares y gorgonitas, dos razas que no pueden coexistir, y en ella no habrá piedad para nadie.
Lo más interesante de todo es que no va a ser un combate a gran escala, porque tanto los que atacan como las víctimas...¡son muñecos! A ver, ¿quién dijo que la guerra no es un juego?

Más o menos a los seis años me vi esta película en VHS, si no me falla la memoria (todos aquellos que ahora tengan mi edad se la tuvieron que ver en su infancia). Ahora me da vergüenza admitirlo, pero de crío me encantaban los Action Man, así que yo también quería tener, como le pasa al pequeño Timmy, al comandante Chip Hazard...pero claro, cuando lo vi con esas ansias de destruir sin ton ni son a los simpáticos aunque esperpénticos gorgonitas se me quitaron las ganas, y desde entonces detesto a ese maldito personaje y a todo su comando de élite.
Teniendo en cuenta la cronología, éste fue el segundo film que me vi de Joe Dante después de "Gremlins", la cual, por cierto, disfruté poquísimo (esos puñeteros monstruos me daban un miedo terrible), muchísimo antes de convertirme en un gran seguidor del director. "Pequeños Guerreros" supuso una nueva colaboración entre Steven Spielberg y Dante, regresando este último al mundo del cine tras haber estado ocupado en series y pequeñas producciones de formato televisivo, realizando cosas como "La Segunda Guerra Civil" y episodios para "Rebel Highway" y "Picture Windows"...que cualquiera lo diría.

Como en todas las películas de esta índole, tenemos a un jovenzuelo llamado Alan destinado a sufrir las continuas broncas y desconfianzas de su padre, con el que no mantiene una relación muy buena, y la frustración de no poder estar con Christy, la chica guapa de turno, y su vecina, para más inri. Pero la monotonía de Alan se va a trastocar cuando a la tienda de juguetes de su padre llegue una remesa de muñecos de última generación que han sido diseñados por GloboTech, una industria dedicada a aplicar tecnología militar a objetos de la vida cotidiana.
Iban a ser el mejor entretenimiento para los críos, pero la instalación de un chip superinteligente creado para el Departamento de Defensa los ha convertido en un peligro. Los juguetes, que parecen haber adquirido vida propia, se dividen en dos grupos, el comando militar y los gorgonitas, y la misión del primero es acabar con el segundo; en medio de esta pequeña guerra es donde se encuentra Alan, quien no sólo deberá salvar la vida a los gorgonitas, sino la suya propia, la de su familia y la de su amada.

"Toy Story" dio a la gente una visión muy distinta de lo que se entendía por "muñecos", y el concepto caló sobremanera en la década de los '90, tanto que a los guionistas Gavin Scott y Adam Rifkin pareció ocurrírseles una versión más adulta y cañera de la cinta de John Lasseter. Con ella, Joe Dante regresa al cine de fantasía habitado por juguetes y pequeños monstruos dejando patente, una vez más, su dominio para el entretenimiento, principal intención del film, que aunque destinado a hacer pasar un buen rato a pequeños y mayores, el director pretendía enfocarlo a un público adulto en un principio, hasta que los productores decidieron transformarlo en una aventura para niños.
A la misma vez se ofrece un importante mensaje antibelicista y de conciencia con la tecnología militar de lo más obvio (atentos a los pósters de la habitación de Christy, a los anuncios de GloboTech o a los documentales de la 2.ª Guerra Mundial que ven los Fimple) no muy alejado del que proclamaban "Juegos de Guerra" o "Cortocircuito" diez años antes. Pero si algo destaca para el seguidor medio de Dante es el gran homenaje que éste vuelve a hacer al cine, no sólo a los clásicos "Apocalypse Now" o "Frankenstein", o incluso a títulos propios como "Gremlins" y "El Chip Prodigioso", sino a los '80 en particular, apreciable en esos guiños a "Rambo", "Terminator" o "E.T." (se nota la mano de Spielberg) y en la innumerable cantidad de clichés e incoherencias argumentales que se presentan durante todo el metraje.

Decentillos Gregory Smith, Denis Leary, Phil Hartman, Kevin Dunn y Ann Magnuson e irritante Kirsten Dunst...¿pero quién coño va a fijarse en los actores, cuyos personajes no pueden ser más planos y estereotipados, cuando se tiene a esos geniales juguetes que se mueven y hablan gracias al milagro de los efectos visuales? El genial Dick Miller, eterno secundario del director, es el único que se salva del plantel de carne y hueso.
El susodicho homenaje al 7.º arte también lo cumple Dante al hacer que el reparto de "Doce del Patíbulo", nada menos, ponga la voz a los miembros del comando de élite, así podemos oír a Ernest Borgnine, George Kennedy o Jim Brown en la versión original; también participan Tommy Lee Jones, Frank Langella y Bruce Dern doblando a Chip Hazard, Archer y Link Static, respectivamente...¡y hasta los integrantes de Spinal Tap!

Un disparatado guión lleno de ilógica y tics ochenteros que rezuma el mejor cine de acción, aventuras y fantasía por sus poros. No es el film más memorable de Dante, pero sí un entretenidísimo producto de evasión que se pasa en un suspiro, lleno, además, de segundas lecturas (y algunas demoledoras).
La secuencia de las muñecas convirtiéndose en aterradoras máquinas de matar no tiene parangón.