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Voto de Chris Jiménez:
9

Voto de Chris Jiménez:
9
8,2
124.908
Bélico. Drama
Un grupo de reclutas se prepara en Parris Island, centro de entrenamiento de la marina norteamericana. Están bajo las órdenes del sargento Hartman, duro e implacable, cuya única misión en la vida es endurecer el cuerpo y el alma de los novatos, con el objetivo de que en el futuro puedan defenderse del enemigo. Pero no todos los jóvenes están preparados para soportar sus métodos. (FILMAFFINITY)
13 de noviembre de 2017
13 de noviembre de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"¡Este es mi fusil, hay otros muchos, pero este es el mío, mi fusil es mi mejor amigo y es mi vida!...¡Tengo que acertar con mi fusil, tengo que disparar a dar al enemigo que quiere matarme! ¡Lo haré, esto que digo lo juro ante Dios, mi fusil y yo somos los defensores de mi patria, así sea, hasta que en el frente enemigo haya paz!...¡Amén!".
Se le encogen a uno los cojones, ¿eh?
Desde que "Platoon" arrasara en todos los cines los '80 se convirtieron por méritos propios en la década de las películas sobre Vietnam. Había referentes anteriores como la obra maestra "Apocalypse Now", "El Cazador" o "Los Chicos de la Compañía "C" ", de Sidney Furie, toda una influencia para lo que vendría después; incluso la exagerada "Acorralado" hacía alusiones a esa guerra que fue sin duda una batalla perdida antes de tiempo, pero a mitad de década ese era el panorama: buscando buscando aparecían mil películas iguales...que no quiere decir que no hubiera buenas.
Ahí estaban las brillantes "Corazones de Hierro", "La Colina de la Hamburguesa" o el "thriller" "Saigón", de Christopher Crowe, pero sin duda la más memorable, en mi opinión, fue y seguirá siendo "La Chaqueta Metálica", del maestro Kubrick. Habían pasado siete años, nada menos, desde que el director nos aterrorizara con "El Resplandor" nada más empezar la década, y justo después su intención era hacer una película sobre el Holocausto, pero se decidió por Vietnam, aunque transcurrió mucho tiempo porque él mismo decía que no tenía una historia para desarrollar.
Finalmente fue iluminado cuando se encontró leyendo la novela autobiográfica "The Short-timers", escrita por Gustav Hasford, veterano del cuerpo de marines, donde narraba sus propias experiencias como soldado. Kubrick se sintió tan entusiasmado con aquella lectura que ya empezaba a planificar su siguiente film. El director se vio trabajando directamente en el guión junto al propio escritor del libro y al corresponsal de guerra Michael Herr, respetando muchas partes de la novela original pero dándose también bastantes cambios, dividiéndose en tres fragmentos: el primero correspondiente a la despiadada instrucción de los soldados, y el segundo y el tercero ya estaba totalmente situado en el campo de batalla.
Una curiosidad la mar de interesante es que para "La Chaqueta Metálica" Kubrick se inspiró en "Los Chicos de la Compañía "C" ", y mucho, la verdad, no sólo porque la trama de aquella también se separara en dos partes de iguales esquemas o porque estuviera narrada con voz "en off", sino porque el director tuvo las narices de contratar a R. Lee Ermey, antiguo instructor marine reciclado en actor, para que hiciera exactamente el mismo papel que hizo en la de Furie, sólo que con un nombre distinto (en aquella era Loyce, aquí es Hartman). Efectivamente, el film está dividido en tres partes bien diferenciadas.
Bajo la narración del Sargento "Bufón" Davis, la 1.ª corresponde a los tres iniciales cuartos de hora, donde se recuerda "Doce del Patíbulo" y la segunda entrega de "La Condición Humana" (de la que se roba sin piedad) y asistimos a la durísima instrucción de los reclutas, comandada por el impasible Hartman. El protagonista es Leonard, el "Recluta Patoso", quien desde el primer momento se enzarza en un cara a cara con Hartman, cuyo odio crece a medida que es maltratado por él y hasta por sus mismos compañeros. La crítica antimilitarista es demoledora (esa escena donde el instructor dice que asesinos como Oswald y Whitman primero fueron soldados del cuerpo de marines lo deja claro), aunque lo que aquí destaca es cómo se logra rayar el terror psicológico.
Y esto queda escenificado en esa paulatina degradación mental del "Recluta Patoso", cuyo sobrecogedor clímax llega con su venganza tomada contra Hartman en la escena de los aseos que ya todos nos conocemos. En la 2.ª parte ya estamos en el lugar del conflicto y nos centramos en "Bufón", convertido en un corresponsal de guerra que día a día ve una ciudad caída en la corrupción y la más absoluta desgracia y a sus compatriotas marchar a las líneas enemigas sin poder hacer nada. Se podría decir que esto es un paréntesis para conocer a nuevos personajes y ver la situación de la destruida Vietnam.
Aquí veremos a Kubrick cogiendo su cámara y actuando como si de un periodista de guerra se tratara (aunque en realidad las escenas se rodaron en campos y áreas industriales de Inglaterra), siendo incluso partícipes de entrevistas a los mismos soldados, manteniendo un claro mensaje antibelicista. La 3.ª parte cambia de tercio, y esta última media hora es lo mejor de la película, donde lo que domina es un suspense conducido por el enigma de si ese francotirador va a lograr matar a todo el pelotón, asediado en zona de guerra. El desasosiego llega hasta la extenuación cuando no dejan de caer soldados uno tras otro sin que sepamos desde donde demonios disparan.
Brutal la caída de "Cowboy" (con referencia accidental a "2.001: Una Odisea del Espacio") y captura del enemigo, donde se da, de algún modo, un cambio en la personalidad de "Bufón". Visceral, demoledoramente cínica y salvaje, cuajada de humor negro y un reparto inspiradísimo, desde Matthew Modine al gran R. Lee Ermey, pero destacando Vincent D'Onofrio entre todos, una banda sonora alucinante y secuencias espectaculares filmadas con pulso y nervio, como sólo un veterano como Kubrick sabe hacer.
Aunque fuese sepultada por la crítica en su momento y las comparaciones con las obra de Furie, Kobayashi y "Hoodlum Soldier" sean odiosas, "La Chaqueta Metálica" seguirá siendo una de las más implacables representaciones de Vietnam junto al "Apocalypse Now" de Coppola, un trato brutal de lo que fue esa guerra que tan impopular se volvió para EE.UU. en la que innumerables jóvenes dieron sus vidas por una causa que desde el primer momento era la crónica de una muerte anunciada.
Las duras palabras que profiere el artillero en el helicóptero revelan una verdad irrevocable: "¡Qué puta es la guerra!".
Se le encogen a uno los cojones, ¿eh?
Desde que "Platoon" arrasara en todos los cines los '80 se convirtieron por méritos propios en la década de las películas sobre Vietnam. Había referentes anteriores como la obra maestra "Apocalypse Now", "El Cazador" o "Los Chicos de la Compañía "C" ", de Sidney Furie, toda una influencia para lo que vendría después; incluso la exagerada "Acorralado" hacía alusiones a esa guerra que fue sin duda una batalla perdida antes de tiempo, pero a mitad de década ese era el panorama: buscando buscando aparecían mil películas iguales...que no quiere decir que no hubiera buenas.
Ahí estaban las brillantes "Corazones de Hierro", "La Colina de la Hamburguesa" o el "thriller" "Saigón", de Christopher Crowe, pero sin duda la más memorable, en mi opinión, fue y seguirá siendo "La Chaqueta Metálica", del maestro Kubrick. Habían pasado siete años, nada menos, desde que el director nos aterrorizara con "El Resplandor" nada más empezar la década, y justo después su intención era hacer una película sobre el Holocausto, pero se decidió por Vietnam, aunque transcurrió mucho tiempo porque él mismo decía que no tenía una historia para desarrollar.
Finalmente fue iluminado cuando se encontró leyendo la novela autobiográfica "The Short-timers", escrita por Gustav Hasford, veterano del cuerpo de marines, donde narraba sus propias experiencias como soldado. Kubrick se sintió tan entusiasmado con aquella lectura que ya empezaba a planificar su siguiente film. El director se vio trabajando directamente en el guión junto al propio escritor del libro y al corresponsal de guerra Michael Herr, respetando muchas partes de la novela original pero dándose también bastantes cambios, dividiéndose en tres fragmentos: el primero correspondiente a la despiadada instrucción de los soldados, y el segundo y el tercero ya estaba totalmente situado en el campo de batalla.
Una curiosidad la mar de interesante es que para "La Chaqueta Metálica" Kubrick se inspiró en "Los Chicos de la Compañía "C" ", y mucho, la verdad, no sólo porque la trama de aquella también se separara en dos partes de iguales esquemas o porque estuviera narrada con voz "en off", sino porque el director tuvo las narices de contratar a R. Lee Ermey, antiguo instructor marine reciclado en actor, para que hiciera exactamente el mismo papel que hizo en la de Furie, sólo que con un nombre distinto (en aquella era Loyce, aquí es Hartman). Efectivamente, el film está dividido en tres partes bien diferenciadas.
Bajo la narración del Sargento "Bufón" Davis, la 1.ª corresponde a los tres iniciales cuartos de hora, donde se recuerda "Doce del Patíbulo" y la segunda entrega de "La Condición Humana" (de la que se roba sin piedad) y asistimos a la durísima instrucción de los reclutas, comandada por el impasible Hartman. El protagonista es Leonard, el "Recluta Patoso", quien desde el primer momento se enzarza en un cara a cara con Hartman, cuyo odio crece a medida que es maltratado por él y hasta por sus mismos compañeros. La crítica antimilitarista es demoledora (esa escena donde el instructor dice que asesinos como Oswald y Whitman primero fueron soldados del cuerpo de marines lo deja claro), aunque lo que aquí destaca es cómo se logra rayar el terror psicológico.
Y esto queda escenificado en esa paulatina degradación mental del "Recluta Patoso", cuyo sobrecogedor clímax llega con su venganza tomada contra Hartman en la escena de los aseos que ya todos nos conocemos. En la 2.ª parte ya estamos en el lugar del conflicto y nos centramos en "Bufón", convertido en un corresponsal de guerra que día a día ve una ciudad caída en la corrupción y la más absoluta desgracia y a sus compatriotas marchar a las líneas enemigas sin poder hacer nada. Se podría decir que esto es un paréntesis para conocer a nuevos personajes y ver la situación de la destruida Vietnam.
Aquí veremos a Kubrick cogiendo su cámara y actuando como si de un periodista de guerra se tratara (aunque en realidad las escenas se rodaron en campos y áreas industriales de Inglaterra), siendo incluso partícipes de entrevistas a los mismos soldados, manteniendo un claro mensaje antibelicista. La 3.ª parte cambia de tercio, y esta última media hora es lo mejor de la película, donde lo que domina es un suspense conducido por el enigma de si ese francotirador va a lograr matar a todo el pelotón, asediado en zona de guerra. El desasosiego llega hasta la extenuación cuando no dejan de caer soldados uno tras otro sin que sepamos desde donde demonios disparan.
Brutal la caída de "Cowboy" (con referencia accidental a "2.001: Una Odisea del Espacio") y captura del enemigo, donde se da, de algún modo, un cambio en la personalidad de "Bufón". Visceral, demoledoramente cínica y salvaje, cuajada de humor negro y un reparto inspiradísimo, desde Matthew Modine al gran R. Lee Ermey, pero destacando Vincent D'Onofrio entre todos, una banda sonora alucinante y secuencias espectaculares filmadas con pulso y nervio, como sólo un veterano como Kubrick sabe hacer.
Aunque fuese sepultada por la crítica en su momento y las comparaciones con las obra de Furie, Kobayashi y "Hoodlum Soldier" sean odiosas, "La Chaqueta Metálica" seguirá siendo una de las más implacables representaciones de Vietnam junto al "Apocalypse Now" de Coppola, un trato brutal de lo que fue esa guerra que tan impopular se volvió para EE.UU. en la que innumerables jóvenes dieron sus vidas por una causa que desde el primer momento era la crónica de una muerte anunciada.
Las duras palabras que profiere el artillero en el helicóptero revelan una verdad irrevocable: "¡Qué puta es la guerra!".