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Voto de Javi McClane:
1

Voto de Javi McClane:
1
4,2
3.506
Acción
Cuarta entrega de la saga de 'Los mercenarios'. El veterano mercenario Barney “Esquizo” Ross (Sylvester Stallone) y su equipo de estrellas, formado por los hombres más duros (Jason Statham, Dolph Lundgren, 50 Cent, Megan Fox…), afrontan un nuevo desafío, en una trama cargada de acción. Para superarlo y salir airosos, deberán recurrir a su ingenio, experiencia y a la fuerza bruta que los caracteriza. (FILMAFFINITY)
29 de septiembre de 2023
29 de septiembre de 2023
32 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2010, el mítico Sylvester Stallone dio un paso al frente con la película The Expendables (Los Mercenarios), recuperando el cine de acción que tanto triunfó en los 80 y los 90. La película fue un relativo éxito de taquilla, por lo que Sly volvió a probar suerte con una fabulosa secuela que ya fue un golpe sobre la mesa, siendo aprobada hasta por la crítica. Lamentablemente, todo se fue al garete con una fallida tercera entrega que fue un fracaso de crítica y público, sepultando la saga… hasta ahora.
No lo voy a negar, como aficionado al cine de acción con sabor añejo, soy fan de la saga, y me alegré muchísimo cuando se anunció una cuarta entrega, pero algo olía a podrido en Dinamarca, como el anuncio de que Stallone iba a ser un mero secundario, los retrasos en la filmación, y unas malas vibraciones que no hacían presagiar nada bueno.
Pues bien, nuestros peores temores se han cumplido, con unas críticas desastrosas, y un público que le ha dado la espalda sin miramientos, ya que la película va acabar siendo uno de los mayores fracasos del año, porque ha costado la friolera de 100 millones de dólares (que luego iremos con ello, porque tiene tela el asunto…), y de momento lleva 15 millones… mundiales.
Hecha la introducción, cabe preguntarse: ¿de verdad es tan mala esta cuarta parte? La respuesta es no, porque es todavía peor de lo que se ha dicho, un engendro cinematográfico que supone un sonoro bofetón e insulto a los pocos fans que quedábamos, siendo una suerte de producción baratera de videoclub que no te tomas en serio porque sabes que va a ser mala, pero el problema es que esta cinta tiene presupuesto de blockbuster y pertenece a una de las sagas de acción más importantes del género, y de ahí que sea imposible mirar a otro lado.
Y no, no estoy enfadado, porque después de todo lo que había leído, ya te lo ves venir, y también porque tengo un mecanismo ancestral que me protege mentalmente de estas aberraciones de secuelas, eliminándolas de mi memoria, y negado su existencia hasta el fin de los tiempos, técnica que ya he utilizado anteriormente con otros abortos.
Pues bien, Los Mercenarios 4 se una a este selecto club, porque no sólo no debería haberse hecho jamás, sino que encima convierte en El Padrino a la tercera parte, una que, seamos sinceros, no era tan mala como se dijo y que tenía muchas virtudes, pero es que aquí está casi todo mal, siendo imposible defenderla. Pero mejor vayamos por partes.
Técnicamente la película es una broma, con unas escenas de acción ridículas y que no convencen salvo honrosas excepciones, así como unos efectos especiales que te quitan dos años de vida por el mero hecho de tener que sufrirlos. Os juro que hacía años que no veía algo tan terrible, con unos cromas que se ríen en tu cara, y haciendo que los de las últimas producciones de Marvel sean merecedores de un Oscar.
Vayamos al grano: esto no ha costado 100 millones de dólares ni de coña, es imposible, siendo obvio que uno de los productores se ha largado con la pasta, porque de otra forma no se explica. De verdad que hacía tiempo que no sentía tanta vergüenza ajena, siendo un sindiós imprescriptible y merecedor de que el público exija su dinero a la salida del cine. Y no, no estoy exagerando. Os diría que lo juzguéis por vosotros mismos, pero no le haría eso ni a mi peor enemigo.
¿Cómo es posible que este montón de estiércol haya costado exactamente lo mismo que la segunda parte y veinte millones más que la primera? No quiero hacer sangre, porque bastante tiene ya el pobre, pero es obvio que el realizador escogido no era el indicado. Eso, o que ha hecho lo que ha podido con los cuatro duros que le han dado, y está claro que no ha sido suficiente. La primera de la saga también lucía cutre en no pocos momentos, pero sigue siendo una pionera en avances tecnológicos al lado de esta, y le saca trece años.
El guion podría haber salvado la cinta de ser una basura, pero la hunde todavía más en mísera, con tres guionistas que han orquestado una glorificación al mal gusto y la pereza, con una cinta de acción con la trama más simplona que habréis visto en décadas.
Este guion cabe en una servilleta, con unos personajes sin alma y que caen mal, y con una simplicidad que vuelve a ser una ofensa para el gran público. Ya te estabas riendo con esos lamentables efectos visuales, que ahora también lo haces con una trama indigna hasta de una serie Z. Y es que esa es la clave de todo, que han cogido una basura de película, le han puesto Mercenarios 4 en el título, y se han quedado esperando a que los fans respondiesen, y no, no lo han hecho, aunque pretendáis menospreciar su inteligencia y buen gusto.
Y vamos con el reparto, que podría ser el punto positivo de la cinta, pero que también naufraga casi por completo. Y digo casi porque Jason Statham se entrega totalmente a la causa, como de costumbre, y confirmado que es uno de los mejores héroes de acción de la historia del cine. Aunque no haya sido capaz de salvar este infierno, porque ni el Marlon Brando de sus buenos tiempos te lo hace, se agradece que se crea su personaje y cumpla con creces como gran héroe de acción. Este hombre se presenta en los 80, y le hablaría de tú a tú a las leyendas del género. Y lo sabéis.
Sigo con las cosas buenas, ya que Tony Jaa también cumple en su rol secundario, siendo una pena que le hayan desaprovechado en una película tan mala. Ojalá sigan contando con él para producciones de acción, porque todavía tiene mucho qué decir. Dolph Lundgren hace lo que puede con el poco protagonismo que le han dado, siendo un actor capaz de mucho más, como ya demostró en la estupenda segunda entrega, al funcionar como alivio cómico, algo que jamás ha vuelto a suceder, y todavía me pregunto el por qué. Una pena, porque siempre va a merecer más minutos.
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
Más críticas: Javi McClane (Youtube)
No lo voy a negar, como aficionado al cine de acción con sabor añejo, soy fan de la saga, y me alegré muchísimo cuando se anunció una cuarta entrega, pero algo olía a podrido en Dinamarca, como el anuncio de que Stallone iba a ser un mero secundario, los retrasos en la filmación, y unas malas vibraciones que no hacían presagiar nada bueno.
Pues bien, nuestros peores temores se han cumplido, con unas críticas desastrosas, y un público que le ha dado la espalda sin miramientos, ya que la película va acabar siendo uno de los mayores fracasos del año, porque ha costado la friolera de 100 millones de dólares (que luego iremos con ello, porque tiene tela el asunto…), y de momento lleva 15 millones… mundiales.
Hecha la introducción, cabe preguntarse: ¿de verdad es tan mala esta cuarta parte? La respuesta es no, porque es todavía peor de lo que se ha dicho, un engendro cinematográfico que supone un sonoro bofetón e insulto a los pocos fans que quedábamos, siendo una suerte de producción baratera de videoclub que no te tomas en serio porque sabes que va a ser mala, pero el problema es que esta cinta tiene presupuesto de blockbuster y pertenece a una de las sagas de acción más importantes del género, y de ahí que sea imposible mirar a otro lado.
Y no, no estoy enfadado, porque después de todo lo que había leído, ya te lo ves venir, y también porque tengo un mecanismo ancestral que me protege mentalmente de estas aberraciones de secuelas, eliminándolas de mi memoria, y negado su existencia hasta el fin de los tiempos, técnica que ya he utilizado anteriormente con otros abortos.
Pues bien, Los Mercenarios 4 se una a este selecto club, porque no sólo no debería haberse hecho jamás, sino que encima convierte en El Padrino a la tercera parte, una que, seamos sinceros, no era tan mala como se dijo y que tenía muchas virtudes, pero es que aquí está casi todo mal, siendo imposible defenderla. Pero mejor vayamos por partes.
Técnicamente la película es una broma, con unas escenas de acción ridículas y que no convencen salvo honrosas excepciones, así como unos efectos especiales que te quitan dos años de vida por el mero hecho de tener que sufrirlos. Os juro que hacía años que no veía algo tan terrible, con unos cromas que se ríen en tu cara, y haciendo que los de las últimas producciones de Marvel sean merecedores de un Oscar.
Vayamos al grano: esto no ha costado 100 millones de dólares ni de coña, es imposible, siendo obvio que uno de los productores se ha largado con la pasta, porque de otra forma no se explica. De verdad que hacía tiempo que no sentía tanta vergüenza ajena, siendo un sindiós imprescriptible y merecedor de que el público exija su dinero a la salida del cine. Y no, no estoy exagerando. Os diría que lo juzguéis por vosotros mismos, pero no le haría eso ni a mi peor enemigo.
¿Cómo es posible que este montón de estiércol haya costado exactamente lo mismo que la segunda parte y veinte millones más que la primera? No quiero hacer sangre, porque bastante tiene ya el pobre, pero es obvio que el realizador escogido no era el indicado. Eso, o que ha hecho lo que ha podido con los cuatro duros que le han dado, y está claro que no ha sido suficiente. La primera de la saga también lucía cutre en no pocos momentos, pero sigue siendo una pionera en avances tecnológicos al lado de esta, y le saca trece años.
El guion podría haber salvado la cinta de ser una basura, pero la hunde todavía más en mísera, con tres guionistas que han orquestado una glorificación al mal gusto y la pereza, con una cinta de acción con la trama más simplona que habréis visto en décadas.
Este guion cabe en una servilleta, con unos personajes sin alma y que caen mal, y con una simplicidad que vuelve a ser una ofensa para el gran público. Ya te estabas riendo con esos lamentables efectos visuales, que ahora también lo haces con una trama indigna hasta de una serie Z. Y es que esa es la clave de todo, que han cogido una basura de película, le han puesto Mercenarios 4 en el título, y se han quedado esperando a que los fans respondiesen, y no, no lo han hecho, aunque pretendáis menospreciar su inteligencia y buen gusto.
Y vamos con el reparto, que podría ser el punto positivo de la cinta, pero que también naufraga casi por completo. Y digo casi porque Jason Statham se entrega totalmente a la causa, como de costumbre, y confirmado que es uno de los mejores héroes de acción de la historia del cine. Aunque no haya sido capaz de salvar este infierno, porque ni el Marlon Brando de sus buenos tiempos te lo hace, se agradece que se crea su personaje y cumpla con creces como gran héroe de acción. Este hombre se presenta en los 80, y le hablaría de tú a tú a las leyendas del género. Y lo sabéis.
Sigo con las cosas buenas, ya que Tony Jaa también cumple en su rol secundario, siendo una pena que le hayan desaprovechado en una película tan mala. Ojalá sigan contando con él para producciones de acción, porque todavía tiene mucho qué decir. Dolph Lundgren hace lo que puede con el poco protagonismo que le han dado, siendo un actor capaz de mucho más, como ya demostró en la estupenda segunda entrega, al funcionar como alivio cómico, algo que jamás ha vuelto a suceder, y todavía me pregunto el por qué. Una pena, porque siempre va a merecer más minutos.
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
Más críticas: Javi McClane (Youtube)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y bueno, lo de Randy Couture ya sabe mal, porque siempre ha sido el patito feo de la saga, es decir, el más infravalorado y con menos protagonismo, y justo cuando se lo dan, siendo la entrega en la que más diálogos tiene, es en la peor de todas. Una injusticia, porque creo que también convence como héroe de acción, pero le han dado su minuto de gloria en el peor escenario posible. Lo siento, Randy, pero te han dado tu oportunidad cuando ya era demasiado tarde.
Y sí, lo sé, echáis de menos a Stallone en este apartado, yo también lo he echado de menos en la película, porque apenas sale quince minutos, siendo el secundario de lujo que ya habían vaticinado. No obstante, una mirada suya ya tiene más talento y carisma que casi todo el reparto nuevo en todo el metraje, ofreciendo una buena interpretación que la horrible película no se merece. Pero oye, ha sido listo, apareciendo lo menos posible en una cinta que estoy seguro de que era consciente del desastre que iba a ser, porque no participa ni como productor. Él lo sabía, y no nos avisó. Maldito Sly…
Y vamos con los chicos malos del reparto, aunque más bien diría pésimos. En las anteriores entregas trajeron a estrellas del género, y aquí han apostado por Megan Fox y 50 Cent como grandes novedades, una modelo y un rapero, ambos con las mismas dotes interpretativas que las de un ladrillo.
Cierto es que también han traído a Tony Jaa, Iko Uwais y Andy García, pero seguimos en la mismas, con la excepción de Jaa, una vez hemos dejado claro que es de lo único que se salva, al contrario que Uwais, un buen artista marcial, pero un pésimo actor, con la misma expresividad que un ficus, y si encima me lo pones de villano de la función, ya la has cagado. Y bueno, me cae tan bien Andy García y me gusta tanto como actor, que no me atrevo a decir que está espantoso, aunque lo piense. Un motivo más para odiar esta película, aunque no creo que merezca el honor de poder llamarse así.
Y vuelvo con 50 Cent y Megan Fox, que estos no me caen tan bien y puedo decir lo que me dé la gana. El primero ha confirmado tantas veces que no es actor, que no sé por qué le siguen llamando. También tiene tela que le hayan dado un personaje tan lamentable, el cual sólo habrá la boca para quejarse y decir estupideces, cayendo mal desde el minuto uno. No sé quién le ha escrito su personaje, pero está claro que es su peor enemigo.
Y luego tenemos a la Fox, una modelo que jamás debió ir más allá de la saga Transformers, y que le sucede exactamente lo mismo que a su compañero el rapero. De nuevo, los guionistas han sido unos traviesos de cuidado, regalándole un personaje bipolar que cambia de personalidad dependiendo de los caprichos de los guionistas. El personaje es indefendible, y la Fox lo sentencia todavía más, confirmando de nuevo lo mala actriz que es, aunque se aprecien esfuerzos por hacer creer lo contrario al espectador. Pero bueno, como la película también es horrible, se podría decir que está como en casa, no desentonando entre tanta mediocridad. Por lo tanto, un buen fichaje…
Y ya está, no quiero afilar más los cuchillos, dejando claro que estamos ante la peor película de la saga, ante una de las peores películas de acción de la historia, y ante la peor película del año, siendo un insulto a la saga y a la inteligencia. Repito, esto no existe, habiendo finalizado la saga en la tercera entrega, una que desde ya vamos a ver con mejores ojos, en un suceso que ya podemos denominar como el efecto Indiana Jones, ya que su quinta entrega era tan olvidable y floja, que también convirtió en fabulosa a la cuarta. Curioso, pero quizás fuimos demasiado duros con algunas secuelas en su momento, porque si algo nos está dejando claro Hollywood en los últimos años, es que siempre se puede hacer peor. Mucho peor. Pues aquí la tenéis, el gran fiasco del año, en todos sus sentidos. Mecanismo ancestral de bloqueo de malas secuelas… Obra tu magia.
Y sí, lo sé, echáis de menos a Stallone en este apartado, yo también lo he echado de menos en la película, porque apenas sale quince minutos, siendo el secundario de lujo que ya habían vaticinado. No obstante, una mirada suya ya tiene más talento y carisma que casi todo el reparto nuevo en todo el metraje, ofreciendo una buena interpretación que la horrible película no se merece. Pero oye, ha sido listo, apareciendo lo menos posible en una cinta que estoy seguro de que era consciente del desastre que iba a ser, porque no participa ni como productor. Él lo sabía, y no nos avisó. Maldito Sly…
Y vamos con los chicos malos del reparto, aunque más bien diría pésimos. En las anteriores entregas trajeron a estrellas del género, y aquí han apostado por Megan Fox y 50 Cent como grandes novedades, una modelo y un rapero, ambos con las mismas dotes interpretativas que las de un ladrillo.
Cierto es que también han traído a Tony Jaa, Iko Uwais y Andy García, pero seguimos en la mismas, con la excepción de Jaa, una vez hemos dejado claro que es de lo único que se salva, al contrario que Uwais, un buen artista marcial, pero un pésimo actor, con la misma expresividad que un ficus, y si encima me lo pones de villano de la función, ya la has cagado. Y bueno, me cae tan bien Andy García y me gusta tanto como actor, que no me atrevo a decir que está espantoso, aunque lo piense. Un motivo más para odiar esta película, aunque no creo que merezca el honor de poder llamarse así.
Y vuelvo con 50 Cent y Megan Fox, que estos no me caen tan bien y puedo decir lo que me dé la gana. El primero ha confirmado tantas veces que no es actor, que no sé por qué le siguen llamando. También tiene tela que le hayan dado un personaje tan lamentable, el cual sólo habrá la boca para quejarse y decir estupideces, cayendo mal desde el minuto uno. No sé quién le ha escrito su personaje, pero está claro que es su peor enemigo.
Y luego tenemos a la Fox, una modelo que jamás debió ir más allá de la saga Transformers, y que le sucede exactamente lo mismo que a su compañero el rapero. De nuevo, los guionistas han sido unos traviesos de cuidado, regalándole un personaje bipolar que cambia de personalidad dependiendo de los caprichos de los guionistas. El personaje es indefendible, y la Fox lo sentencia todavía más, confirmando de nuevo lo mala actriz que es, aunque se aprecien esfuerzos por hacer creer lo contrario al espectador. Pero bueno, como la película también es horrible, se podría decir que está como en casa, no desentonando entre tanta mediocridad. Por lo tanto, un buen fichaje…
Y ya está, no quiero afilar más los cuchillos, dejando claro que estamos ante la peor película de la saga, ante una de las peores películas de acción de la historia, y ante la peor película del año, siendo un insulto a la saga y a la inteligencia. Repito, esto no existe, habiendo finalizado la saga en la tercera entrega, una que desde ya vamos a ver con mejores ojos, en un suceso que ya podemos denominar como el efecto Indiana Jones, ya que su quinta entrega era tan olvidable y floja, que también convirtió en fabulosa a la cuarta. Curioso, pero quizás fuimos demasiado duros con algunas secuelas en su momento, porque si algo nos está dejando claro Hollywood en los últimos años, es que siempre se puede hacer peor. Mucho peor. Pues aquí la tenéis, el gran fiasco del año, en todos sus sentidos. Mecanismo ancestral de bloqueo de malas secuelas… Obra tu magia.