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Voto de Javi McClane:
1

Voto de Javi McClane:
1
5,3
8.981
Fantástico. Musical. Romance
Ariel, la más joven de las hijas del Rey Tritón y la más desafiante, desea saber más sobre el mundo más allá del mar y, mientras visita la superficie, se enamora del apuesto Príncipe Eric. Si bien las sirenas tienen prohibido interactuar con los humanos, Ariel debe seguir su corazón. Así, hace un trato con la malvada bruja del mar, Úrsula, que le da la oportunidad de experimentar la vida en la tierra, lo que pone en peligro su vida y la ... [+]
27 de mayo de 2023
27 de mayo de 2023
184 de 240 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1989 se estrenaba La sirenita, clásico animado de Disney adorado por muchos. No me encuentro entre ellos, ya que para mí la década prodigiosa de Disney fue la de los 90, con clásicos como La bella y la bestia, El rey León, Aladdin, El jorobado de Notre Dame, Hércules, Mulan o Tarzán, y la hija de rey Tritón no entra en ese selecto club. A pesar de ello, me parece una cinta simpática, correcta y perfecta para pasar el rato, pero poco más.
Y bueno, aquí estamos, con otro live action, que no diré que no ha pedido nadie, porque luego estos remakes revientan las taquillas, pero que cabe preguntarse si era necesario. Hagamos un ejercicio. Pensad en los clásicos animados del estudio, como los mencionados anteriormente, por ejemplo. ¿Siguen en vuestra memoria hasta el punto de haberos dejado huella? Todos sabemos la respuesta.
Ahora probemos lo mismo con sus remakes en acción real. La cosa cambia, ¿verdad? Y es que nadie recuerda ni por error los live action con los que la casa del ratón nos ha estado saturando en la última década, confirmando que son productos de usar y tirar, diseñados para amasar millones, y a otra cosa, que la maquinaria no puede parar, y de ahí que muchos de ellos sean fotocopias sin alma. Debo añadir que he ido a ver esta película al cine sin ningún tipo de prejuicio, ya que soy un espectador de mente abierta y me dejo llevar, aunque a veces lo pongan complicado.
Y bien, ¿qué puedo decir de este live action de La sirenita? Pues exactamente lo mismo, siendo otro remake sin alma, con unos añadidos que nadie había pedido, y que no tiene razón de ser. No puedo decir que sea el peor live action de la historia de Disney, porque la Alicia de Tim Burton sigue en nuestras pesadillas, y el del Rey León me provocó las mismas sensaciones, pero desde luego es una película olvidable, soporífera, y que no aporta absolutamente nada.
Vamos directamente a por la polémica, esa que lleva dando vueltas por las redes sociales desde que se anunció el proyecto, unos dos años, que se dice pronto. Y sí, me refiero a que la protagonista sea de raza negra. Lo dejo bien claro, me importa un pimiento. Una vez aclarado este punto, aprovecho para decir que Halle Bailey ofrece una correcta actuación, pero sin la picardía y ternura de la Ariel de la cinta original.
Y seguimos con Javier Bardem para premio, con el piloto automático y cobrando el cheque sin mirar atrás, que la mansión no se paga sola. Estamos ante el mismo Bardem que hace dos décadas se jacto de rechazar a Spielberg porque no quería perseguir a Tom Cruise por los tejados. El chiste se cuenta solo. Sobra decir que su Tritón es una chapuza, lejos del carisma del personaje original. Otro que pierde puntos, y lo mismo se puede decir del príncipe Eric, aunque el actor se esfuerce por destacar. Repito, se esfuerza.
Por otro lado, mira que adoro a Melissa McCarthy, en especial en el género de la comedia, siempre y cuando no la dirija su marido, pero Úrsula es demasiado mítica, una villana muy difícil de defender, y McCarthy también se queda a medias, dejando la sensación de que quizás no era la indica para este rol.
Y ya que estamos, hablemos de Sebastián, Flounder, y Scuttle. Si el objetivo de los live action es hacerlo todo más feo, mejor quédate quieto y no hagas nada, porque tela. No sé quién es el lumbreras que dio luz verde a estos diseños, pero son indefendibles, en un esfuerzo de sus responsables por hacer a los personajes lo más realista posibles, cuando nadie pedía ni quería eso. Mucho se critica el remake de Pinocho, pero al menos ahí fueron conscientes del material original. Aquí nos dan ganas de arrancarnos los ojos ante unos seres feúchos y que transmiten menos que un ficus. Esto si da para polémica, y no la turra que habéis estado dando algunos durante dos malditos años, leñe.
Aprovecho para dejar claro que los efectos especiales no están a la altura, en especial en el desastroso clímax, volviendo a confirmar que el CGI vivió tiempos mejores. Hay un problema en Hollywood, y no tiene pinta de que se vaya a solucionar, pero si voy a ver un blockbuster de gran presupuesto, quiero que luzca mínimamente bien, y no es el caso.
En cuanto a la dirección, esto lo dirige Rob Marshall, responsable de la sobrevalorada Chicago, la fallida y olvidable Piratas del Caribe 4, o la no menos olvidable e innecesaria El regreso de Mary Poppins, estas dos últimas de Disney. En el estudio adoran a los cineastas sin personalidad, y Marshall es el hombre perfecto para el trabajo, de ahí que hayan apostado de nuevo por él. Esto lo podría haber dirigido cualquier otro, que no notaríamos la diferencia, y eso es todo lo que tengo que decir sobre este apartado.
Y vamos con el guion, que esto es un no parar y tiene tela el asunto. Cuatro guionistas acreditados, que estoy seguro que habrán ido a la huelga de guionistas que acontece en estos días. El caso es que, como ya he indicado, estamos ante un copia y pega de los de toda la vida, estratagema por la que te podían suspender en el cole si te pillaban, pero que en el cine se usa sin pudor alguno. Claro, hay añadidos, pero son ridículos, innecesarios y molestos.
Es como si los guionistas nos dijeran que el clásico original era demasiado machista, y si no me creéis, prestad atención a algunos cambios. Creo que el estudio no queda en buen lugar con este lavado de cara, para ya sabéis como funciona todo hoy en día. Las nuevas canciones sobran, las subtramas nuevas sobran, todo lo nuevo sobra.
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
Más críticas: ocioworld.net
Youtube: Javi McClane
Y bueno, aquí estamos, con otro live action, que no diré que no ha pedido nadie, porque luego estos remakes revientan las taquillas, pero que cabe preguntarse si era necesario. Hagamos un ejercicio. Pensad en los clásicos animados del estudio, como los mencionados anteriormente, por ejemplo. ¿Siguen en vuestra memoria hasta el punto de haberos dejado huella? Todos sabemos la respuesta.
Ahora probemos lo mismo con sus remakes en acción real. La cosa cambia, ¿verdad? Y es que nadie recuerda ni por error los live action con los que la casa del ratón nos ha estado saturando en la última década, confirmando que son productos de usar y tirar, diseñados para amasar millones, y a otra cosa, que la maquinaria no puede parar, y de ahí que muchos de ellos sean fotocopias sin alma. Debo añadir que he ido a ver esta película al cine sin ningún tipo de prejuicio, ya que soy un espectador de mente abierta y me dejo llevar, aunque a veces lo pongan complicado.
Y bien, ¿qué puedo decir de este live action de La sirenita? Pues exactamente lo mismo, siendo otro remake sin alma, con unos añadidos que nadie había pedido, y que no tiene razón de ser. No puedo decir que sea el peor live action de la historia de Disney, porque la Alicia de Tim Burton sigue en nuestras pesadillas, y el del Rey León me provocó las mismas sensaciones, pero desde luego es una película olvidable, soporífera, y que no aporta absolutamente nada.
Vamos directamente a por la polémica, esa que lleva dando vueltas por las redes sociales desde que se anunció el proyecto, unos dos años, que se dice pronto. Y sí, me refiero a que la protagonista sea de raza negra. Lo dejo bien claro, me importa un pimiento. Una vez aclarado este punto, aprovecho para decir que Halle Bailey ofrece una correcta actuación, pero sin la picardía y ternura de la Ariel de la cinta original.
Y seguimos con Javier Bardem para premio, con el piloto automático y cobrando el cheque sin mirar atrás, que la mansión no se paga sola. Estamos ante el mismo Bardem que hace dos décadas se jacto de rechazar a Spielberg porque no quería perseguir a Tom Cruise por los tejados. El chiste se cuenta solo. Sobra decir que su Tritón es una chapuza, lejos del carisma del personaje original. Otro que pierde puntos, y lo mismo se puede decir del príncipe Eric, aunque el actor se esfuerce por destacar. Repito, se esfuerza.
Por otro lado, mira que adoro a Melissa McCarthy, en especial en el género de la comedia, siempre y cuando no la dirija su marido, pero Úrsula es demasiado mítica, una villana muy difícil de defender, y McCarthy también se queda a medias, dejando la sensación de que quizás no era la indica para este rol.
Y ya que estamos, hablemos de Sebastián, Flounder, y Scuttle. Si el objetivo de los live action es hacerlo todo más feo, mejor quédate quieto y no hagas nada, porque tela. No sé quién es el lumbreras que dio luz verde a estos diseños, pero son indefendibles, en un esfuerzo de sus responsables por hacer a los personajes lo más realista posibles, cuando nadie pedía ni quería eso. Mucho se critica el remake de Pinocho, pero al menos ahí fueron conscientes del material original. Aquí nos dan ganas de arrancarnos los ojos ante unos seres feúchos y que transmiten menos que un ficus. Esto si da para polémica, y no la turra que habéis estado dando algunos durante dos malditos años, leñe.
Aprovecho para dejar claro que los efectos especiales no están a la altura, en especial en el desastroso clímax, volviendo a confirmar que el CGI vivió tiempos mejores. Hay un problema en Hollywood, y no tiene pinta de que se vaya a solucionar, pero si voy a ver un blockbuster de gran presupuesto, quiero que luzca mínimamente bien, y no es el caso.
En cuanto a la dirección, esto lo dirige Rob Marshall, responsable de la sobrevalorada Chicago, la fallida y olvidable Piratas del Caribe 4, o la no menos olvidable e innecesaria El regreso de Mary Poppins, estas dos últimas de Disney. En el estudio adoran a los cineastas sin personalidad, y Marshall es el hombre perfecto para el trabajo, de ahí que hayan apostado de nuevo por él. Esto lo podría haber dirigido cualquier otro, que no notaríamos la diferencia, y eso es todo lo que tengo que decir sobre este apartado.
Y vamos con el guion, que esto es un no parar y tiene tela el asunto. Cuatro guionistas acreditados, que estoy seguro que habrán ido a la huelga de guionistas que acontece en estos días. El caso es que, como ya he indicado, estamos ante un copia y pega de los de toda la vida, estratagema por la que te podían suspender en el cole si te pillaban, pero que en el cine se usa sin pudor alguno. Claro, hay añadidos, pero son ridículos, innecesarios y molestos.
Es como si los guionistas nos dijeran que el clásico original era demasiado machista, y si no me creéis, prestad atención a algunos cambios. Creo que el estudio no queda en buen lugar con este lavado de cara, para ya sabéis como funciona todo hoy en día. Las nuevas canciones sobran, las subtramas nuevas sobran, todo lo nuevo sobra.
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
Más críticas: ocioworld.net
Youtube: Javi McClane
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sabéis cuando os compráis una película, y veis las escenas eliminadas de los extras, y decís: pues normal que las eliminasen. Pues todo lo nuevo parecen escenas descartadas, porque no aportan nada, más allá de pretenden hacer ver que esto no es más de lo mismo, cuando lo es, pero peor. Hay una diferencia importe entre ver la misma historia en 70 minutos, o hacerlo en dos horas. ¿Tú que prefieres? Pues eso.
Aunque si me debo a la verdad, no es exactamente lo mismo, ya que aquí no hay ni rastro de humor. He estado en una sala llena de críos, y se aburrían como una ostra, como si emulasen a un personaje de la película. Ni una sola risa, oiga. Porque sí, han eliminado cosas, pero justamente son los momentos cómicos, como el de Sebastián contra el cocinero, siendo increíble la miopía de sus responsables.
Y es que estamos ante otro producto vacío, triste y sin alma, al que han despojado de cualquier tipo de emoción o sentimiento, y que te deja igual que estabas. El núcleo está ahí, pero han metido una serie de añadidos y recortes que restan, convirtiendo a este remake en un monstruo de Frankenstein de difícil digestión. Hacía años que no lo pasaba mal en un cine, deseando que se acabase la película, porque si me vas a ofrecer lo mismo, pero más largo y peor, mejor me quedo en casa, que el tiempo es oro. Insufrible es quedarse corto.
Recientemente se han estrenado los remakes de Pinocho y Peter Pan, con críticas bastante flojas, y un público muy descontento. La diferencia es que ambas producciones se fueron directamente a la plataforma de Disney Plus, por la puerta de atrás, como si no tuviesen el suficiente potencial o calidad como para merecer un estreno en salas. Pues ya os confirmo que son infinitamente superiores a éste de La Sirenita, siendo un despropósito que ésta sí haya acabado en cines, porque su calidad deja demasiado que desear.
Y ya está, no tengo mucho más qué decir, en otra fotocopia mal hecha, que no aporta nada, y cuyo único objetivo es amasar millones, porque no creo que ni esté dirigida a las nuevas audiencias, unas que deberían revisar el pasado y no perder el tiempo con unos remakes carentes de vida. Nada funciona, ni la dirección, ni el reparto, ni eso a lo que llaman guion, siendo uno de los peores live action hasta la fecha, qué ya es decir. Lo dicho, no soy fan de La Sirenita, pero Ariel se merecía algo mejor, y el único consuelo que nos queda, es que quedan pocos clásicos para que los ultrajen de esta forma. ¿Verdad? Oh, oh…
Aunque si me debo a la verdad, no es exactamente lo mismo, ya que aquí no hay ni rastro de humor. He estado en una sala llena de críos, y se aburrían como una ostra, como si emulasen a un personaje de la película. Ni una sola risa, oiga. Porque sí, han eliminado cosas, pero justamente son los momentos cómicos, como el de Sebastián contra el cocinero, siendo increíble la miopía de sus responsables.
Y es que estamos ante otro producto vacío, triste y sin alma, al que han despojado de cualquier tipo de emoción o sentimiento, y que te deja igual que estabas. El núcleo está ahí, pero han metido una serie de añadidos y recortes que restan, convirtiendo a este remake en un monstruo de Frankenstein de difícil digestión. Hacía años que no lo pasaba mal en un cine, deseando que se acabase la película, porque si me vas a ofrecer lo mismo, pero más largo y peor, mejor me quedo en casa, que el tiempo es oro. Insufrible es quedarse corto.
Recientemente se han estrenado los remakes de Pinocho y Peter Pan, con críticas bastante flojas, y un público muy descontento. La diferencia es que ambas producciones se fueron directamente a la plataforma de Disney Plus, por la puerta de atrás, como si no tuviesen el suficiente potencial o calidad como para merecer un estreno en salas. Pues ya os confirmo que son infinitamente superiores a éste de La Sirenita, siendo un despropósito que ésta sí haya acabado en cines, porque su calidad deja demasiado que desear.
Y ya está, no tengo mucho más qué decir, en otra fotocopia mal hecha, que no aporta nada, y cuyo único objetivo es amasar millones, porque no creo que ni esté dirigida a las nuevas audiencias, unas que deberían revisar el pasado y no perder el tiempo con unos remakes carentes de vida. Nada funciona, ni la dirección, ni el reparto, ni eso a lo que llaman guion, siendo uno de los peores live action hasta la fecha, qué ya es decir. Lo dicho, no soy fan de La Sirenita, pero Ariel se merecía algo mejor, y el único consuelo que nos queda, es que quedan pocos clásicos para que los ultrajen de esta forma. ¿Verdad? Oh, oh…