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Voto de Javi McClane:
6

Voto de Javi McClane:
6
5,9
198
Comedia. Fantástico. Acción
La vida del agente Ming-han da un giro sobrenatural al encontrarse con un sobre muy raro: ahora está casado con un marido fantasma y juntos deben resolver un crimen.
11 de agosto de 2023
11 de agosto de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atención al argumento esta producción taiwanesa: Un policía machista y homófobo es obligado a casarse con un fantasma homosexual, y juntos tendrán que resolver el crimen del segundo. Es imposible decir que no a algo así, y lo sabéis, aunque sea el único español que va a ver esta película, una en la que Netflix ni se ha molestado en doblar, estando sólo disponible en versión original con subtítulos.
Obviamente eso alejará a gran parte del público, siendo esta producción una rara avis en un catálogo carente de originalidad, cuando esta película es el colmo del ingenio. Presentadas las cartas, estamos ante una comedia que podría haber sido un absoluto desastre, o bien una hilarante propuesta de esas que tienes que amar con locura por lo desternillante de su premisa. Pues ni una cosa ni la otra, porque si bien es cierto que estamos ante una película surrealista y alocada, también es una cinta que apuesta por la emotividad y el drama, dando tumbos entre varios géneros, y confirmándose como una rareza que ya merece la pena destacar por su originalidad.
Técnicamente la película luce bien, aunque los efectos visuales canten la traviata. Afortunadamente no se abusa de ellos, en una cinta en la que lo realmente importante son las actuaciones y el guion. De lo primero se aprueba con nota, con dos protagonistas fascinantes, el policía malhumorado e incorrecto desatando una vis cómica espléndida, con unas reacciones desternillantes, y el fantasma siendo entrañable y enamorando al espectador con su buen corazón, en un tándem que funciona a las mil maravillas, y lo mismo se puede decir del elenco de secundarios.
Y luego está el guion, como ya se ha indicado con unos personajes fabulosos, y con una historia de esas que atrapan, ya que sea por su singularidad, pero que no es lo que parece a primera vista, queriendo navegar por todos los géneros posibles, como es el de la acción, la comedia o el drama. En todos ellos funciona, siendo un cóctel bien agitado, pero se quieren contar tantas cosas, que al final la película acaba durando más de dos horas, una duración excesiva para cualquier comedia que se precie.
A pesar de ello, la cinta no se hace pesada, con un tono ligero en su primera mitad que hace más llevadero el viaje a los espectadores que hayan caído en las redes de esta locura. Eso sí, preparaos los clínex, porque los vais a necesitar. Y es que la propuesta no se conforma con hacer reír al público, ya que también quiere ofrecer un necesario e inspirador mensaje pro LGBT, derribando prejuicios y mostrando a un personaje homosexual desde la cercanía y la comprensión, en un giro de tono que quizás espante a algunos espectadores, pero que nos confirma que esta película es algo más.
Quizás se le puede achacar ese abandono de la comedia en los últimos minutos, porque si empiezas como una comedia, debes de ser fiel a ti mismo, y no se puede negar que estamos ante una producción algo irregular y caótica, inevitable si se tiene en cuenta su surrealista punto de partida, pero son pequeños contras que no restan a un conjunto que merece la pena si tu única intención es pasar un buen rato con mensaje.
No estará entre lo mejor del año, pero sí entre lo más original, siendo una comedia más que recomendable si sabes a lo que vienes y aceptas las reglas del juego. Yo me he dejado llevar, y he salido más que satisfecho del visionado, porque en una época en la que la originalidad brilla por su ausencia, Mi boda con un fantasma es una curiosidad que no merece caer en el olvido. Excéntrica, sí, pero también va directa al corazón, por lo que para mí es un sí, y en tus manos está la decisión de darle al play o dejarla pasar. Vosotros mismos, pero el poco interés de Netflix en esta producción taiwanesa la ha sentenciado prácticamente. El enemigo en casa.
Más críticas: ocioworld.net
Youtube: Javi McClane
Obviamente eso alejará a gran parte del público, siendo esta producción una rara avis en un catálogo carente de originalidad, cuando esta película es el colmo del ingenio. Presentadas las cartas, estamos ante una comedia que podría haber sido un absoluto desastre, o bien una hilarante propuesta de esas que tienes que amar con locura por lo desternillante de su premisa. Pues ni una cosa ni la otra, porque si bien es cierto que estamos ante una película surrealista y alocada, también es una cinta que apuesta por la emotividad y el drama, dando tumbos entre varios géneros, y confirmándose como una rareza que ya merece la pena destacar por su originalidad.
Técnicamente la película luce bien, aunque los efectos visuales canten la traviata. Afortunadamente no se abusa de ellos, en una cinta en la que lo realmente importante son las actuaciones y el guion. De lo primero se aprueba con nota, con dos protagonistas fascinantes, el policía malhumorado e incorrecto desatando una vis cómica espléndida, con unas reacciones desternillantes, y el fantasma siendo entrañable y enamorando al espectador con su buen corazón, en un tándem que funciona a las mil maravillas, y lo mismo se puede decir del elenco de secundarios.
Y luego está el guion, como ya se ha indicado con unos personajes fabulosos, y con una historia de esas que atrapan, ya que sea por su singularidad, pero que no es lo que parece a primera vista, queriendo navegar por todos los géneros posibles, como es el de la acción, la comedia o el drama. En todos ellos funciona, siendo un cóctel bien agitado, pero se quieren contar tantas cosas, que al final la película acaba durando más de dos horas, una duración excesiva para cualquier comedia que se precie.
A pesar de ello, la cinta no se hace pesada, con un tono ligero en su primera mitad que hace más llevadero el viaje a los espectadores que hayan caído en las redes de esta locura. Eso sí, preparaos los clínex, porque los vais a necesitar. Y es que la propuesta no se conforma con hacer reír al público, ya que también quiere ofrecer un necesario e inspirador mensaje pro LGBT, derribando prejuicios y mostrando a un personaje homosexual desde la cercanía y la comprensión, en un giro de tono que quizás espante a algunos espectadores, pero que nos confirma que esta película es algo más.
Quizás se le puede achacar ese abandono de la comedia en los últimos minutos, porque si empiezas como una comedia, debes de ser fiel a ti mismo, y no se puede negar que estamos ante una producción algo irregular y caótica, inevitable si se tiene en cuenta su surrealista punto de partida, pero son pequeños contras que no restan a un conjunto que merece la pena si tu única intención es pasar un buen rato con mensaje.
No estará entre lo mejor del año, pero sí entre lo más original, siendo una comedia más que recomendable si sabes a lo que vienes y aceptas las reglas del juego. Yo me he dejado llevar, y he salido más que satisfecho del visionado, porque en una época en la que la originalidad brilla por su ausencia, Mi boda con un fantasma es una curiosidad que no merece caer en el olvido. Excéntrica, sí, pero también va directa al corazón, por lo que para mí es un sí, y en tus manos está la decisión de darle al play o dejarla pasar. Vosotros mismos, pero el poco interés de Netflix en esta producción taiwanesa la ha sentenciado prácticamente. El enemigo en casa.
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Youtube: Javi McClane