Soberbio film, coproducido entre Polonia y Francia, con gran fuerza dramática.
Ganador de innmerables premios tanto nacionales (Polonia) como internacionales, posee una intensidad que sobrecoge, gracias a un estupendo guión y a una briosa dirección de Jan Komasa. Por su parte, la composición de su actor protagonista, Bartosz Bielenia es impresionante en su mezcla de dulzura, espiritualidad y violencia animal cuando la ocasión lo requiere.
Muy entretenida pese a su duración e interesante durante todo el metraje, la película se sigue con pasión, al mostrar todos los sentimientos humanos que han sido heridos por mor de un desgraciado accidente y por no poder encontrar su lugar en el mundo el protagonista por un error cometido en el pasado.
Convincente en todas sus propuestas, la visión de la cinta sobrecoge e hiere, mostrando también el camino hacia el perdón y la compasión.
Emocionante, emotiva en ocasiones y durísima en el fondo, deja al espectador noqueado tras su visión, lo que no la hace menos recomendable.
Una gran película, que no se olvida una vez vista.

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