El hecho que un tipo maduro vuelva al instituto, universidad o demás, casi siempre suele ser visto en clave cómica. Este film que coodirige (junto a Shawn Levy), coproduce (también con Levy), coescribe (con Jared Stern) y coprotagoniza (junto a Owen Wilson) Vince Vaughn, viene a ser una vuelta de tuerca sobre esa idea. Wilson y Vaughn interpretan a dos comerciales de la vieja escuela en apuros económicos que tratan de apuntarse al carro de las nuevas tecnologías participando como becarios ni más ni menos que en Google.

La idea de la confrontación entre lo viejo y lo nuevo no es desacertada, quizás si que es exacerbada en toda su intensidad con la finalidad de llegar a situaciones absurdas que provoquen risas. Y no deja de ser interesante el retrato de una generación que ha ido incorporando a su vida habitual de una forma escalonada, el móvil, el pc, el portátil, el smartphone o la tablet, frente a otra que ha nacido directamente en la última en la era tecnológica y ha mamado todos estos artilugios antes incluso de aprender a andar. En el fondo, hay un retrato de una juventud incapaz de vivir sin poder acceder a internet que prácticamente desprecia cualquier relación social que no venga a través de un cable de fibra óptica y que pueden ser implacables y muy competitivos para conseguir sus fines.

Al ser la visión de un tipo que ya ha pasado la cuarentena, como es el caso de Vaughn, los de su generación quedan bastante mejor parados en este retrato excesivamente simplista, una de las pegas a achacar al film. La otra y fundamental es que apenas hay un gag que se pueda salvar, y es que pese al tono simpático y desenfadado, apenas se llega a esbozar media sonrisa.