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Voto de Spark:
8

Voto de Spark:
8
7,0
15.679
Drama. Thriller. Intriga
Tras la inesperada muerte del Sumo Pontífice, el cardenal Lawrence es designado como responsable para liderar uno de los rituales más secretos y antiguos del mundo: la elección de un nuevo Papa. Cuando los líderes más poderosos de la Iglesia Católica se reúnen en los salones del Vaticano, Lawrence se ve atrapado dentro de una compleja conspiración a la vez que descubre un secreto que podría sacudir los cimientos de la Iglesia. (FILMAFFINITY) [+]
28 de marzo de 2025
28 de marzo de 2025
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en la novela del mismo nombre de 2016 de Robert Harris, "Cónclave" del director Edward Berger ("Sin novedad en el frente" (2022), "Jack" (2014)) y del guionista Peter Straughan ("La deuda" (2010), "El muñeco de nieve" (2017)) nos conduce por los entresijos sibilinos y las hondonadas potentes de la ficticia elección de un nuevo Papa en el cónclave recluido del título. El ficticio (pero no por ello menos reconocible por los espectadores que se hayan topado con los caracteres de estas figuras eclesiásticas ya sea a través de los medios o en persona) Cardenal Lawrence (Ralph Fiennes) es el encargado de organizar el Cónclave para elegir al nuevo Papa de la Iglesia Católica. Unos peculiares preparativos con un proceso de elección de lo más apabullante y majestuoso.
Pero sí, admito que en mi caso se me transmite esa relevancia en las decisiones de los personajes porque el significado de esa elección para mí tiene una dimensión más allá de las notables conspiraciones, giros y posos dramáticos que deja el film: la espiritual. Reconozco que soy una persona cristiana y que, como tal, tiene completamente asumido que la Iglesia es una institución humana con sus flagrantes fallos y maldades, pero que también tiene sus puntos luminosos y reconfortantes a nivel de transcendencia e inmanencia. Cosa que la cinta sabe plasmar con suma naturalidad a la par que reflexión.
En "Cónclave" tenemos personajes humanos. Los cardenales en los que se centra el grueso de la trama (los encarnados por Fiennes, Stanley Tucci, John Lithgow, Lucian Msamati, Carlos Diehz y Sergio Castellitto) se nos perfilan con veladas a la par que contundentes pinceladas en sus sentimientos y anhelos disimulados que van aflorando incluso para sorpresa de los propios personajes, que también se irán conociendo a ellos mismos durante el metraje (en especial los de Fiennes y Tucci. Los roles de Castellitto y Msamati se dibujan más a brocha gorda pero igualmente reconocible para el público actual que sabe de los sentires tan belicosos ultraconservadores y de las pasiones ocultas y reprimidas de los seres humanos). En "Cónclave" los protagonistas descubren deseos que creían no tener, fuerza que pensaban no aportar como personas... y también algo de piedad y amor fraterno tan exiguo como explosivo en los momentos clave. Y todo ello se desarrolla en el metraje con suma coherencia interna y elegancia, ya que en ningún momento choca esa evolución (o involución) de estos protagonistas conforme las lealdades y sentires se van tornando más claros para cada uno de ellos.
Porque en "Cónclave" hay un "Juego de tronos" (2011-19) de corte cristiano (la sangre nunca llega al río, en todos los sentidos que pueda tener esa frase) con descubrimientos de secretos que pueden inclinar la balanza de un lado a otro y con cambios de bandos acordes a los sorprendentes hallazgos (mira que la Iglesia en los últimos tiempos ha tenido lamentables actos, pues aun así "Cónclave" logra atrapar en sus misterios y desvelaciones a no ser los "típicos" que se podrían esperar. Y ese progreso argumental se trata con suma elegancia desde la presentación de personajes y casi hasta el final (admito que una conclusión más cerrada le hubiera sentado mejor al metraje en mi opinión. Un final algo más majestuoso como tienes las obras maestras del Séptimo Arte "Cadena perpetua" (1994), "El padrino" (1972), "El Señor de los Anillos: El retorno del Rey" (2003), "Gladiator" (2000), etc.), con una elección clave de situaciones (la turbación del momento de la muerte del Papa anterior, la ceremonia pintoresca y relevante tras su fallecimiento, el retrato gradual de los que operan en la sombra, los principios o falta de ellos que se nos van descubriendo, y así un largo etcétera)), "Cónclave" se torna en una experiencia cinematográfica sumamente interesante y repleta de contenido tanto para el que es creyente (al que además aporta significado y envergadura sobre la situación actual de los representantes del cristianismo en el mundo) como para el que no (que va a disfrutar de unas confabulaciones con descubrimientos sólidos en esa pugna por ser la cabeza de la Iglesia).
Pues el film goza además de una notable puesta en escena. Con un Ralph Fiennes en estado de gracia y en uno de las mejores actuaciones de toda su carrera (bastante más velada que sus interpretaciones más destacadas, pero es discreta a la par que sagaz en su actitud y expresiones. Resulta una configuración muy singular y triunfal de este rol), pero con un Stanley Tucci que le da la réplica con carisma y naturalidad dentro de sus pugnas interiores, y, a pesar de que el resto del elenco no disfrute de personajes tan complejos, les dan una identificación natural dentro de sus ideales errados (casos como el de Castellitto o Lithgow) o no (casos como los de Diehz o Msamati). Es pues una delicia de intriga política con notas espirituales que además se lleva a escena con estilo (mucho pueden criticar el vestuario por...
Pero sí, admito que en mi caso se me transmite esa relevancia en las decisiones de los personajes porque el significado de esa elección para mí tiene una dimensión más allá de las notables conspiraciones, giros y posos dramáticos que deja el film: la espiritual. Reconozco que soy una persona cristiana y que, como tal, tiene completamente asumido que la Iglesia es una institución humana con sus flagrantes fallos y maldades, pero que también tiene sus puntos luminosos y reconfortantes a nivel de transcendencia e inmanencia. Cosa que la cinta sabe plasmar con suma naturalidad a la par que reflexión.
En "Cónclave" tenemos personajes humanos. Los cardenales en los que se centra el grueso de la trama (los encarnados por Fiennes, Stanley Tucci, John Lithgow, Lucian Msamati, Carlos Diehz y Sergio Castellitto) se nos perfilan con veladas a la par que contundentes pinceladas en sus sentimientos y anhelos disimulados que van aflorando incluso para sorpresa de los propios personajes, que también se irán conociendo a ellos mismos durante el metraje (en especial los de Fiennes y Tucci. Los roles de Castellitto y Msamati se dibujan más a brocha gorda pero igualmente reconocible para el público actual que sabe de los sentires tan belicosos ultraconservadores y de las pasiones ocultas y reprimidas de los seres humanos). En "Cónclave" los protagonistas descubren deseos que creían no tener, fuerza que pensaban no aportar como personas... y también algo de piedad y amor fraterno tan exiguo como explosivo en los momentos clave. Y todo ello se desarrolla en el metraje con suma coherencia interna y elegancia, ya que en ningún momento choca esa evolución (o involución) de estos protagonistas conforme las lealdades y sentires se van tornando más claros para cada uno de ellos.
Porque en "Cónclave" hay un "Juego de tronos" (2011-19) de corte cristiano (la sangre nunca llega al río, en todos los sentidos que pueda tener esa frase) con descubrimientos de secretos que pueden inclinar la balanza de un lado a otro y con cambios de bandos acordes a los sorprendentes hallazgos (mira que la Iglesia en los últimos tiempos ha tenido lamentables actos, pues aun así "Cónclave" logra atrapar en sus misterios y desvelaciones a no ser los "típicos" que se podrían esperar. Y ese progreso argumental se trata con suma elegancia desde la presentación de personajes y casi hasta el final (admito que una conclusión más cerrada le hubiera sentado mejor al metraje en mi opinión. Un final algo más majestuoso como tienes las obras maestras del Séptimo Arte "Cadena perpetua" (1994), "El padrino" (1972), "El Señor de los Anillos: El retorno del Rey" (2003), "Gladiator" (2000), etc.), con una elección clave de situaciones (la turbación del momento de la muerte del Papa anterior, la ceremonia pintoresca y relevante tras su fallecimiento, el retrato gradual de los que operan en la sombra, los principios o falta de ellos que se nos van descubriendo, y así un largo etcétera)), "Cónclave" se torna en una experiencia cinematográfica sumamente interesante y repleta de contenido tanto para el que es creyente (al que además aporta significado y envergadura sobre la situación actual de los representantes del cristianismo en el mundo) como para el que no (que va a disfrutar de unas confabulaciones con descubrimientos sólidos en esa pugna por ser la cabeza de la Iglesia).
Pues el film goza además de una notable puesta en escena. Con un Ralph Fiennes en estado de gracia y en uno de las mejores actuaciones de toda su carrera (bastante más velada que sus interpretaciones más destacadas, pero es discreta a la par que sagaz en su actitud y expresiones. Resulta una configuración muy singular y triunfal de este rol), pero con un Stanley Tucci que le da la réplica con carisma y naturalidad dentro de sus pugnas interiores, y, a pesar de que el resto del elenco no disfrute de personajes tan complejos, les dan una identificación natural dentro de sus ideales errados (casos como el de Castellitto o Lithgow) o no (casos como los de Diehz o Msamati). Es pues una delicia de intriga política con notas espirituales que además se lleva a escena con estilo (mucho pueden criticar el vestuario por...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
... no ser 100% fidedigno al real. A mí me ha maravillado y tampoco me ha parecido que se diferencie tanto del habitual. Sin embargo el uso de la pertinente banda sonora, de los decorados interiores (con un atrezzo magnífico de medallas, casullas, papeles, gafas y demás) y de los pocos planos exteriores me han parecido bastante usuales aunque no por ello malos o no logrados. Elementos que solo se me ponen un escalón por debajo de las sobresalientes actuaciones y guion. Berger por su parte no erra ni un solo plano (priman los planos cerrados) dentro de una iluminación tenue que se centra con rotundidad en los personajes o elementos escénicos que así lo demandan.
Pero a "Cónclave" le faltan elementos para convertirse en una obra maestra, pues todo lo que el libreto nos muestra del "mundo exterior" se garabatea con tal desidia que es como si no nos hubieran mostrado nada para enriquecer a un conjunto tan constreñido a ese palacio apostólico y sus dimes y diretes tan bien llevados. No llega al nivel del cine de intriga dramática que nos pueden dar en su conjunto obras maestras del género como "Gran Torino" (2008), "La lista de Schindler" (1992), "Million Dollar Baby" (2004), "Matar a un ruiseñor" (1962), "El secreto de sus ojos" (2009) y muy muy pocas más. Pero se me pone al espléndido e indispensable nivel de "Mystic River" (2003), "Negación" (2016), "Joker (2019), "Cuestión de justicia" (2020) o "Ciudadano Kane" (1941), ahí es nada. Por el momento, es el mejor largo que he visto del año 2024.
Lo mejor: Me quedo con las actuaciones de Fiennes y Tucci.
Lo peor: Lo que envuelve a los acontecimientos fuera del cónclave.
Pero a "Cónclave" le faltan elementos para convertirse en una obra maestra, pues todo lo que el libreto nos muestra del "mundo exterior" se garabatea con tal desidia que es como si no nos hubieran mostrado nada para enriquecer a un conjunto tan constreñido a ese palacio apostólico y sus dimes y diretes tan bien llevados. No llega al nivel del cine de intriga dramática que nos pueden dar en su conjunto obras maestras del género como "Gran Torino" (2008), "La lista de Schindler" (1992), "Million Dollar Baby" (2004), "Matar a un ruiseñor" (1962), "El secreto de sus ojos" (2009) y muy muy pocas más. Pero se me pone al espléndido e indispensable nivel de "Mystic River" (2003), "Negación" (2016), "Joker (2019), "Cuestión de justicia" (2020) o "Ciudadano Kane" (1941), ahí es nada. Por el momento, es el mejor largo que he visto del año 2024.
Lo mejor: Me quedo con las actuaciones de Fiennes y Tucci.
Lo peor: Lo que envuelve a los acontecimientos fuera del cónclave.