Serial fantástico sobre tres hermanas brujas que llevan sus poderes en secreto, que comparten casa y negocios (en concreto un bar), y que deben vencer a los malvados brujos y demonios que se van encontrando en su rutina diaria con su magia. Muy en la línea (tanto en los guiones como en la puesta en escena) de cosas como "Buffy" o "Ángel".

La serie consiste en ver a las tres hermanas comportarse como una especie de superheroínas que, tras obtener sus poderes ancestrales de la familia, se dedican a parar el tiempo mágicamente, a mover objetos, a tener premoniciones y a hacer conjuros de brujería con velitas, pétalos y pociones varias para capturar o matar fantasmas malvados, brujos plastas o demonios de esos de apariencia monstruosa y con un par de cuernos. Los malvados son siempre unidimensionales, de carácter totalmente previsible y estereotipados al máximo. Curiosamente nunca nadie sospecha de ellos o sabe cómo vencerlos a excepción de las tres brujitas.

Poco hacían los personajes masculinos "buenos" en esta serie, donde eran meros personajes florero y apoyos puntuales. Teníamos al policía que las ayudaba, al ángel que les ayudaba e incluso al demonio que las ayudaba.

La serie también incluyó amores y romances de sus protagonistas, siendo este tema lo más importante de la serie conforme iba avanzando temporada tras temporada, dejando en segundo plano las tramas de investigación y acción fantástica. Al final la serie acabó teniendo más de telenovela que de intriga fantástica y mágica (si es que alguna vez la tuvo de manera acertada).

Y lo cierto es que, gracias a estos romances que crecieron en importancia alrededor de las tempordas 2-4, la serie se revitalizó a sí misma. Porque sus tramas episódicas en las que siempre se resolvían asesinatos o abduciones previsibles, llegó a hacerla excesivamente repetitiva (mínimamente entretenida, pero repetitiva).

Lo cierto es que la serie nunca tuvo una excesiva calidad, sus tramas eran infantiloides y con agujeros argumentales. La realización tampoco es una maravilla, los efectos especiales eran de chichinabo y las actuaciones de las tres protagonistas no fueron especialmente carismáticas (reconozco que a mí ni siquiera me importó en absoluto la sustitución de Shannen Doherty por Rose McGowan).

La verdad es que "Embrujadas" no es indispensable ni nada del otro mundo. Es algo tonta, pero entretiene mínimamente si se ve en pequeñas dosis, no requiere mucho esfuerzo a la hora de verla, es de esas series de digestión fácil para poner de relleno en las parrillas de medio mundo. Si busca verdadera intriga, temor y tensión sobrenatural, es probable que "Embrujadas" decepcione al resultar algo simplona y poco convincente. Siempre tiene el tirón de la brujería, los superpoderes y esas cosas, pero "Embrujadas" gustará más a un público adolescente o pre-adolescente que se pirre por compartir las vivencias de tres hermanas y sus peleas.