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Voto de Spark:
7

Voto de Spark:
7
15 de febrero de 2023
15 de febrero de 2023
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Inspirada en la vida del médico y cómico Hunter Doherty "Patch" Adams (digo inspirada pues toda la subtrama de cierto personaje femenino es totalmente inventada), "Patch Adams" es una "dramedy" positiva, afable e ilustre sobre un personaje optimista que lucha por el avance en la atención médica... demostrando que el humor y el cariño mejoran la salud durante los cuidados.
Tom Shadyac, director de atinadas comedias norteamericanas en su binomio con Jim Carrey ("Mentiroso compulsivo" (1997), "Como Dios" (2003)), nos ofrece su film más "serio" al aportar no solo dosis de inspiradas sonrisas, sino también dándonos unos toques dramáticos honestos (ojo al comienzo del relato) y unas batallas profesionales nervudas y vehementes.
Admito que esperaba con "Patch Adams" un film más superficial y endeble de lo que me he acabado encontrado, pues durante el visionado he disfrutado de una trama instruida, profusa y cómplice en casi todo momento. Y es que, quitando cierto romance forzado (e inexistente en la vida real del homenajeado) y algunas dosis de exagerado idealismo en su tercer tercio, tenemos una trama madura en su percepción del ser humano (como ejemplos tenemos el trato que se le da a las enfermedades psiquiátricas como el calvario que suponen, o en cómo nos expone las discrepancias humanas a la hora de afrontar la muerte, el dolor y el rechazo), con instantes de espabilada e ingeniosa comicidad (que Robin Williams aprovecha con el talento que le caracterizó) y con unas disertaciones sobre el tratamiento a las enfermedades y a los pacientes de lo más formadas y evolutivas.
Tenemos pues en "Patch Adams" un guion destacado por parte de Steve Oedekerk (su mejor guion junto al de "Mentiroso compulsivo"), muy vivaz en las diversas aristas que toca (la comedia física, los debates existencialistas o las intrigas universitarias. Solo el tema del romance se puede considerar el más cojo). Es gracias a esto una película que fluye con facilidad, que zambulle con gran acomodo y que rara vez se puede hacer pesada o tediosa.
Y, si bien la realización de Shadyac es desabrida (a pesar de aportar bastantes zoom, paneos y cenitales, son los planos medios de recurso y los planos/contraplanos los que se acaban imponiendo en la retina del espectador. Y esto no lo digo como un cumplido) al menos resulta orgánica para el devenir del relato. Mejor suerte corren la delicada y alegre banda sonora de cuerdas (no por nada fue nominada al Oscar del 98), el vasto diseño de producción (entre campus, hospitales y refugios) y por supuesto la colosal actuación de Robin Williams (uno de sus mejores trabajos, y eso es decir mucho de por sí. Particularmente se me pone en "Patch Adams" al nivel de "El club de los poetas muertos" (1989), "Señora Doubtfire" (1993), "El indomable Will Humting" (1997) y "Buenos días, Vietnam" (1987), ahí es nada) que acaba otorgando ese genio cómico a su personaje de forma irrefrenable y astuta (la escena de su primer contacto con los niños del hospital es oro puro).
Es una cinta mejorable en ciertas coyunturas del guion, pero son detalles que apenas ensombrecen todas las virtudes de las que presume un conjunto que termina de rendir incluso al espectador más desganado y pesimista. Toda una medicina para el cuerpo y el alma... aunque el Patch Adams original odiara la película (al no orientarse un poco más a los temas médicos y sí tanto al humor y al idealismo). Muy recomendable... excepto a los que no gusten de un poco de optimismo en un relato (que films pesimistas también los hay magníficos como "El padrino" (1972), "Apocalipsis Now" (1979) o "El pianista" (2002). Pero no va por esos tiros "Patch Adams", sino que más bien es equiparable a notables cintas con buen rollo de por medio como "Harry Potter y la piedra filosofal" (2001), "Hairspray" (2007) o la mentada "Señora Doubtfire"). Como biopic (sin llegar a cotas de lo excelente como "Braveheart" (1995), "Sonrisas y lágrimas" (1965), "La vida en rosa" (2007) o "Apolo 13" (1995)) está a la nada deleznable altura de "Elizabeth" (1998), "Florence Foster Jenkins" (2016), "Lincoln" (2012), "Yo, Tonya" (2017), "Hysteria" (2011) o "Barry Seal" (2017). Y desde luego mejor que largos como "Jersey Boys" (2014), "Miss Potter" (2006), "Love & Mercy" (2014) o "Amelia" (2009) sí es.
Lo mejor: La actuación principal.
Lo peor:...
Tom Shadyac, director de atinadas comedias norteamericanas en su binomio con Jim Carrey ("Mentiroso compulsivo" (1997), "Como Dios" (2003)), nos ofrece su film más "serio" al aportar no solo dosis de inspiradas sonrisas, sino también dándonos unos toques dramáticos honestos (ojo al comienzo del relato) y unas batallas profesionales nervudas y vehementes.
Admito que esperaba con "Patch Adams" un film más superficial y endeble de lo que me he acabado encontrado, pues durante el visionado he disfrutado de una trama instruida, profusa y cómplice en casi todo momento. Y es que, quitando cierto romance forzado (e inexistente en la vida real del homenajeado) y algunas dosis de exagerado idealismo en su tercer tercio, tenemos una trama madura en su percepción del ser humano (como ejemplos tenemos el trato que se le da a las enfermedades psiquiátricas como el calvario que suponen, o en cómo nos expone las discrepancias humanas a la hora de afrontar la muerte, el dolor y el rechazo), con instantes de espabilada e ingeniosa comicidad (que Robin Williams aprovecha con el talento que le caracterizó) y con unas disertaciones sobre el tratamiento a las enfermedades y a los pacientes de lo más formadas y evolutivas.
Tenemos pues en "Patch Adams" un guion destacado por parte de Steve Oedekerk (su mejor guion junto al de "Mentiroso compulsivo"), muy vivaz en las diversas aristas que toca (la comedia física, los debates existencialistas o las intrigas universitarias. Solo el tema del romance se puede considerar el más cojo). Es gracias a esto una película que fluye con facilidad, que zambulle con gran acomodo y que rara vez se puede hacer pesada o tediosa.
Y, si bien la realización de Shadyac es desabrida (a pesar de aportar bastantes zoom, paneos y cenitales, son los planos medios de recurso y los planos/contraplanos los que se acaban imponiendo en la retina del espectador. Y esto no lo digo como un cumplido) al menos resulta orgánica para el devenir del relato. Mejor suerte corren la delicada y alegre banda sonora de cuerdas (no por nada fue nominada al Oscar del 98), el vasto diseño de producción (entre campus, hospitales y refugios) y por supuesto la colosal actuación de Robin Williams (uno de sus mejores trabajos, y eso es decir mucho de por sí. Particularmente se me pone en "Patch Adams" al nivel de "El club de los poetas muertos" (1989), "Señora Doubtfire" (1993), "El indomable Will Humting" (1997) y "Buenos días, Vietnam" (1987), ahí es nada) que acaba otorgando ese genio cómico a su personaje de forma irrefrenable y astuta (la escena de su primer contacto con los niños del hospital es oro puro).
Es una cinta mejorable en ciertas coyunturas del guion, pero son detalles que apenas ensombrecen todas las virtudes de las que presume un conjunto que termina de rendir incluso al espectador más desganado y pesimista. Toda una medicina para el cuerpo y el alma... aunque el Patch Adams original odiara la película (al no orientarse un poco más a los temas médicos y sí tanto al humor y al idealismo). Muy recomendable... excepto a los que no gusten de un poco de optimismo en un relato (que films pesimistas también los hay magníficos como "El padrino" (1972), "Apocalipsis Now" (1979) o "El pianista" (2002). Pero no va por esos tiros "Patch Adams", sino que más bien es equiparable a notables cintas con buen rollo de por medio como "Harry Potter y la piedra filosofal" (2001), "Hairspray" (2007) o la mentada "Señora Doubtfire"). Como biopic (sin llegar a cotas de lo excelente como "Braveheart" (1995), "Sonrisas y lágrimas" (1965), "La vida en rosa" (2007) o "Apolo 13" (1995)) está a la nada deleznable altura de "Elizabeth" (1998), "Florence Foster Jenkins" (2016), "Lincoln" (2012), "Yo, Tonya" (2017), "Hysteria" (2011) o "Barry Seal" (2017). Y desde luego mejor que largos como "Jersey Boys" (2014), "Miss Potter" (2006), "Love & Mercy" (2014) o "Amelia" (2009) sí es.
Lo mejor: La actuación principal.
Lo peor:...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
... produce algo de incomodidad ver a Philip Seymour Hoffman y Robin Williams compartir plano dado al triste y parejo final de ambos en este perro mundo (no se sabe si fue primero el huevo o la gallina: la enfermedad mental y la consecuente adicción a las drogas para paliarla o la adicción a las drogas y la enfermedad mental en que derivó. En cualquier caso una verdadera pena).
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