El valle salvaje de basura en que se ha convertido la producción de este país tiene su material (de basura) analizable:

-LOS ACTORES, BASURA:

En el valle de España no respetan realmente la profesión. Siguen apostando por lo mismo y los mismos de siempre: por los actores que solo saben poner caritas y chillar mucho creyendo que eso es intensidad emocional. Pero es que cuando escogen otros nuevos por fin ¡¡¡TENEMOS MÁS DE LO MISMO!!! Es increíble, parece que hacen castings para buscar a los menos actores del mercado, porque lo de actuar bien, o siquiera vocalizar en condiciones, mejor para otro día. No sé si es que por ser modelos (tienen pinta la protagonista y el que hace del enamorado) y querer ser actores es lo que hay. Como sea que vienen de algún tipo de formación actoral, no creo, es para que se lo hagan mirar. Bueno, ellos no, no tienen la culpa, los directores o directoras de casting, que sabemos que es una de LAS GRANDES PESTES de este país, junto a los representantes de estos individuos y, claro está, de los PRODUCTORES. Que mal hacéis a la producción de este país, aunque sea en teleseries de mediodía que solo ven los viejos y algún friki.

-LOS GUIONISTAS, BASURA:

RESUMEN EXACTO DE LA TRAMA: Te veo la carita y me enamoro, pero voy a tener problemas con el otro que me quiere en un bonito momento de España que convertimos en cartón piedra y gente salida de un baile de disfraces muy limpios todos.

En el valle de España no respetan realmente la profesión. Lo que nos cuentan en películas y series siguen siendo lo mismo que la gente aborrece y están ya hartos de ello: el pasado idealizado (que no hay por dónde cogerlo de lo mal que está re-imaginado y resuelto, vaya patada a nuestra historia), el marujeo que no falta, ni la naftalina, el costumbrismo malentendido, la cutrez general y particular, seguimos haciendo la misma MIERDA que siempre. No tienen la capacidad ninguna de urdir tramas que conduzcan a algún lugar interesante, no saben de giros que mantengan al espectador en su asiento, son historias olvidables tras verlas porque no es más que el cometido de las nuevas plataformas de streaming (tengo entendido que este engendro estará en alguno por su “ambición” JA, JA, JA, es que es para reírse). No intentan profundizar en la escritura y hacer a los personajes reales, con conflictos con los que empatizar: los personajes quedan planos, desdibujados. Los mediocres actores, por llamarles de alguna forma, ayudan a convertir esos personajes mal escritos en una parodia de sí mismos. ¿Para qué hablar de la condición humana, de la vida, de lo que nos hace ser lo que somos, para poder sentirnos ligados a la trama y a los personajes y a lo que les pasa? Va, qué cosas tengo, lo único que interesa son las tonterías que puse arriba de lo que es la trama.

-LOS DIRECTORES, BASURA:

NO TIENEN TALENTO NINGUNO. Hablando en plata, es eso. Son funcionarios de la imagen: planificación pobre, al servicio del lucimiento de los actores (¿QUÉ ACTORES?), al servicio lineal y simplón de la trama (¿QUÉ TRAMA?). Sin un mundo propio (¡¡¡QUÉ COSAS TIENES, CON QUE FUERAN BUENOS ARTESANOS…) sin pillar una historia (muy rancia, como esta) y hacerla suya, contar algo, transformar las letras de un papel en un microcosmos que nos atrape. Esculpir con la cámara una realidad no real, conseguir que nos olvidemos de todo. No tienen la suficiente convicción como para negarse a la imposición de los productores y respetarse a sí mismos como creadores y a la creación como arte.

-LOS PRODUCTORES, BASURA Y LOS DIRECTORES DE CASTING, LOS VENDIDOS:

LOS CULPABLES DE TODO. Al fin y al cabo, son los máximos responsables de la mugre al pensar solamente en el dinero y de las dos partes que conforman el cine y el audiovisual, que son el negocio y el arte, se olvidaron hace mucho tiempo del segundo. No respetan el oficio de todos los anteriores: ni del guionista, ni el del director, ni mucho menos del actor. Les imponen demasiadas cosas que impiden sistemáticamente que su trabajo pueda tener entidad y verdad. Y es que, buscan a meros funcionarios que fabriquen churros que se vendan rápido pero de materiales baratos y de deficiente calidad. Imponen las mismas caras delante de la cámara, una y otra vez, una y otra vez, aunque sean actores muy mediocres y de un solo registro, pero es que, cuando ¡¡¡ALELUYA, HAY ESPERANZA!!! Encuentran nuevos… son lo mismo: ¿DE VERDAD NO HAY ACTORES DE ENTIDAD AHÍ FUERA? Lo dudo mucho.

CONCLUSIÓN: El espectador es idiota (creen ellos), la gente no se cansa de temas, tramas, actores (creen ellos), no tienen capacidad de diferenciar un buen producto de uno malo (creen ellos).
El valle salvaje, donde echar mierda, donde acumular toda la morralla de usar y tirar, es el precio de tener lo que tenemos al mando de todo. Y a mí me duele España. Bueno, en realidad, me duelen los que pretenden que España sea esto. Y NO LO ES. HAY ESPERANZA AHÍ FUERA.