Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Biopunk
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Críticas favoritas elegidas por Biopunk
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Biopunk:
7

Voto de Biopunk:
7
6,9
11.838
Serie de TV. Thriller. Intriga
Miniserie de TV (2019). 8 episodios. Wayne Hays es un detective de la policía de Arkansas. Junto a su compañero Roland West, se ve involucrado en la investigación de un macabro crimen desencadenado por la desaparición de dos niños en plena región de los Ozarks, en el Medio Oeste americano. Un misterio que cala en la vida personal de ambos agentes y se prolonga a lo largo de varias décadas. (FILMAFFINITY)
9 de febrero de 2024
9 de febrero de 2024
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera temporada de “True Detective” se abordaba desde el horror metafísico. La segunda, por su parte, era un ejercicio de intriga neo-noir. Esta tercera vuelve a cambiar el aire que la rodea y se convierte en un drama sobre la vida, las relaciones, la amistad y el paso del tiempo.
La primera es David Fincher. La segunda es Michael Mann. La tercera es Clint Eastwood. Y puede resultar difícil de creer, pero Nic Pizzolatto está a la altura de esos nombres. Sorprende su capacidad para cambiar de estilo y llevar a cabo en la pantalla pequeña lo que ellos hacían en la grande.
Esta tercera entrega gira entorno a la desaparición de una niña, pero el verdadero foco de atención es la espiral temporal de eventos y personajes que derivan de ese suceso. La vida de tanta gente trastocada para siempre por decisiones de otras personas que a lo mejor ni conocen. La tragedia trae más tragedia, pero también puede crear relaciones de amor o amistad que no existirían de otra forma. Es un mundo complicado. Por encima de todo esto, el tiempo, impasible. Pasado, presente y futuro parecen suceder a la vez, haciéndonos prisioneros de su inalterable rumbo, susurrando, repitiéndose, observando. Soy joven y soy viejo. Mi vida ha pasado, está pasando, pasará. El tiempo es un círculo plano.
Protagoniza Mahershala Ali, acompañado de Stephen Dorff. Ambos realizan interpretaciones magistrales, posiblemente las mejores que hayan hecho. Scoot McNairy no se queda atrás con su desgarradora actuación. El resto del reparto es, a su vez, convincente. La historia alterna entre tres momentos temporales diferentes con precisión, cociéndose a fuego lento. La tristeza impregna el ambiente. Gran trabajo con el maquillaje, me creo totalmente estar viendo a los mismos personajes envejeciendo a lo largo de 35 años. Buen sonido. Todos los cabos se atan al final satisfactoriamente.
La recomiendo, aunque hay que saber lo que se va a ver. No es la historia sobre un crimen que debe ser resuelto, sino sobre las vidas de las personas que se ven trastocadas por ese crimen. A esta temporada le pasó lo que a la segunda, la gente no entendió lo que estaba viendo y fue duramente criticada, pero el tiempo lo cura todo.
La primera es David Fincher. La segunda es Michael Mann. La tercera es Clint Eastwood. Y puede resultar difícil de creer, pero Nic Pizzolatto está a la altura de esos nombres. Sorprende su capacidad para cambiar de estilo y llevar a cabo en la pantalla pequeña lo que ellos hacían en la grande.
Esta tercera entrega gira entorno a la desaparición de una niña, pero el verdadero foco de atención es la espiral temporal de eventos y personajes que derivan de ese suceso. La vida de tanta gente trastocada para siempre por decisiones de otras personas que a lo mejor ni conocen. La tragedia trae más tragedia, pero también puede crear relaciones de amor o amistad que no existirían de otra forma. Es un mundo complicado. Por encima de todo esto, el tiempo, impasible. Pasado, presente y futuro parecen suceder a la vez, haciéndonos prisioneros de su inalterable rumbo, susurrando, repitiéndose, observando. Soy joven y soy viejo. Mi vida ha pasado, está pasando, pasará. El tiempo es un círculo plano.
Protagoniza Mahershala Ali, acompañado de Stephen Dorff. Ambos realizan interpretaciones magistrales, posiblemente las mejores que hayan hecho. Scoot McNairy no se queda atrás con su desgarradora actuación. El resto del reparto es, a su vez, convincente. La historia alterna entre tres momentos temporales diferentes con precisión, cociéndose a fuego lento. La tristeza impregna el ambiente. Gran trabajo con el maquillaje, me creo totalmente estar viendo a los mismos personajes envejeciendo a lo largo de 35 años. Buen sonido. Todos los cabos se atan al final satisfactoriamente.
La recomiendo, aunque hay que saber lo que se va a ver. No es la historia sobre un crimen que debe ser resuelto, sino sobre las vidas de las personas que se ven trastocadas por ese crimen. A esta temporada le pasó lo que a la segunda, la gente no entendió lo que estaba viendo y fue duramente criticada, pero el tiempo lo cura todo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En el final hay dos escenas hermosamente simbólicas.
Una es la de Hays atando el cabo final y descubriendo que Julie sigue viva, ha curado su vida, tiene una familia y es feliz, para automáticamente olvidarlo por su demencia. Por una parte resulta triste que no recuerde el final de la historia en la que ha gastado toda su vida, pero por otro lado transmite una sensación de calma, como si su mente por fin pudiese descansar tras haber alcanzado el centro de la espiral. Hay algo extrañamente bonito en eso. Además la historia funciona, otra vez, como un círculo: la serie comienza con Hays buscando a una Julie perdida y termina con Julie encontrando a un Hays perdido.
La otra es la que sirve de cierre. Hays se reúne con su familia y amigos en su vejez, mientras su mente se aventura hacia el pasado, desapareciendo, en su juventud, en medio de la selva. El tiempo es un círculo plano.
Una es la de Hays atando el cabo final y descubriendo que Julie sigue viva, ha curado su vida, tiene una familia y es feliz, para automáticamente olvidarlo por su demencia. Por una parte resulta triste que no recuerde el final de la historia en la que ha gastado toda su vida, pero por otro lado transmite una sensación de calma, como si su mente por fin pudiese descansar tras haber alcanzado el centro de la espiral. Hay algo extrañamente bonito en eso. Además la historia funciona, otra vez, como un círculo: la serie comienza con Hays buscando a una Julie perdida y termina con Julie encontrando a un Hays perdido.
La otra es la que sirve de cierre. Hays se reúne con su familia y amigos en su vejez, mientras su mente se aventura hacia el pasado, desapareciendo, en su juventud, en medio de la selva. El tiempo es un círculo plano.