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Voto de Ferdydurke:
3

Voto de Ferdydurke:
3
6,3
7.077
Drama
Carmen, Inés y Eva son detectives privados pero no llevan sombrero ni pistola, sino que hacen la compra, cambian pañales y tratan de conservar a su pareja. Mientras trabajan desvelando secretos ajenos, las tres descubrirán que hay mentiras propias que no han sabido ver y verdades que es mejor no revelar. (FILMAFFINITY)
4 de agosto de 2022
4 de agosto de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soy yo, abre.
Ese costumbrismo o realismo naturalista qué cojones, tía, que consiste en que cada gesto, mirada, pensamiento o escena signifique algo, a ser posible la mar de morrocotudo o tal vez pelotudo, una pena, una desolación, una transición traición, oh no, una pasión un dolor, una infidelidad, amor, deseo, que nunca haya tiempos muertos, todo triste o poético, penoso hermoso, ni banalidades tampoco, o que tengan una vuelta.
Esa mirada verídica a ras de suelo, cámbiale tú los pañales, el alma de la gente, la voz de la calle, que te haga todo el trabajo (sucio y limpio), ningún cabo suelto, que te traduce cada hecho o situación al por mayor para que tú, sí, hasta tú lo puedas entender, que lo convierte todo en una papilla para la que ni siquiera necesitas dientes, obvio, para facilitarte la tarea, te basta solo con soplar y/o sorber, ni masticar te exigen no te vayas a atragantar que nos conocemos, para espectadores como usted, el cliente siempre tiene la razón, que no se hierne el pobre, el cacumen, de entendederas, corto, anda, no le valen o bastan las insinuaciones, átame, los cordones, te acompaño de la mano, ciego, voy.
Ese costumbrismo o realismo naturalista qué cojones, tía, que consiste en que cada gesto, mirada, pensamiento o escena signifique algo, a ser posible la mar de morrocotudo o tal vez pelotudo, una pena, una desolación, una transición traición, oh no, una pasión un dolor, una infidelidad, amor, deseo, que nunca haya tiempos muertos, todo triste o poético, penoso hermoso, ni banalidades tampoco, o que tengan una vuelta.
Esa mirada verídica a ras de suelo, cámbiale tú los pañales, el alma de la gente, la voz de la calle, que te haga todo el trabajo (sucio y limpio), ningún cabo suelto, que te traduce cada hecho o situación al por mayor para que tú, sí, hasta tú lo puedas entender, que lo convierte todo en una papilla para la que ni siquiera necesitas dientes, obvio, para facilitarte la tarea, te basta solo con soplar y/o sorber, ni masticar te exigen no te vayas a atragantar que nos conocemos, para espectadores como usted, el cliente siempre tiene la razón, que no se hierne el pobre, el cacumen, de entendederas, corto, anda, no le valen o bastan las insinuaciones, átame, los cordones, te acompaño de la mano, ciego, voy.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Nuria González, vale, que si no lo has pillado a la primera, pues te lo repetimos un millón de veces más a ver si así hay suerte y te das cuenta de una vez por todas de que no se comunican los benditos, que esa relación está muerta, que el marido está a otra, en la luna de valencia, erre que erre, un día tras otro con los apuntes y los documentos, subraya, anota, sin hablarse ni tocarse o mirarse apenas y mira ella cómo a pesar de todo lo intenta, hace un último esfuerzo, venga, vete a la cama conmigo, maridito, querido, por favor te lo pido, vete yendo, hermosa, que yo ya ahora, en un rato, como hacía Kim Novak en aquella castaña tan simpática con un extraño en mi vida, y le quiere pero nada, tierra yerma, no hay manera, un autista o egoísta, una planta, cero patatero.
María Vázquez que tiene la puta mala suerte, desgracia, de ir a dar a parar con el sindicalista que no es sindicalista y que en verdad es el más mono, majo, viva Rosendo, enterado, enrollado y fabuloso generoso sindicalista que en el mundo ha sido, del universo entero, ay omá quién lo pillara por banda, que para mí lo necesito, uno así en cada empresa y vuelvo a creer en todos lo santos, cómo no te voy a querer y cómo no va a tener la chica terribles arduos problemas de conciencia que la asaltan y la acechan día y noche, la acorralan la rodean, la asolan, si el tipo estaba haciendo el bien supremo, a todo dar, por nada, por amor al arte, por la vida misma.
Najwa Nimri y esa hija que le hace un dibujo a Javi y se nos saltan a todos las lágrimas largo tiempo acumuladas por tantas injusticias, la familia y uno más, si en el fondo todos se quieren mucho, solo hay que hablarlo y confiar un poco más en el otro, diálogo y buenos alimentos, más si cabe.
Y Fernando Cayo qué malo, jefazo. Y el viejo qué bueno tierno, lo quiero. Y Antonio de la Torre el pobre.
Desde Rusia con amor. De Madrid al cielo.
María Vázquez que tiene la puta mala suerte, desgracia, de ir a dar a parar con el sindicalista que no es sindicalista y que en verdad es el más mono, majo, viva Rosendo, enterado, enrollado y fabuloso generoso sindicalista que en el mundo ha sido, del universo entero, ay omá quién lo pillara por banda, que para mí lo necesito, uno así en cada empresa y vuelvo a creer en todos lo santos, cómo no te voy a querer y cómo no va a tener la chica terribles arduos problemas de conciencia que la asaltan y la acechan día y noche, la acorralan la rodean, la asolan, si el tipo estaba haciendo el bien supremo, a todo dar, por nada, por amor al arte, por la vida misma.
Najwa Nimri y esa hija que le hace un dibujo a Javi y se nos saltan a todos las lágrimas largo tiempo acumuladas por tantas injusticias, la familia y uno más, si en el fondo todos se quieren mucho, solo hay que hablarlo y confiar un poco más en el otro, diálogo y buenos alimentos, más si cabe.
Y Fernando Cayo qué malo, jefazo. Y el viejo qué bueno tierno, lo quiero. Y Antonio de la Torre el pobre.
Desde Rusia con amor. De Madrid al cielo.