Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Grandine
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Críticas favoritas elegidas por Grandine
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Grandine:
6

Voto de Grandine:
6
3,9
5.678
Serie de TV. Comedia
Serie de TV (1996-2000). La serie muestra las vivencias de un vividor llamado Arturo, un simpático dandy presumido y algo caradura, de su hermana Pilar y de sus cuatro hijas, que representan cuatro tipos de mujer muy diferentes; la independiente es Manuela, la casada es Merche, la joven es Fifa y la alternativa es Elvira. El núcleo de la casa es Toñi, la protestona cocinera. (FILMAFFINITY)
22 de enero de 2008
22 de enero de 2008
40 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La casa de los líos" no era más que otro exponente de la típica comedieta española, con sus salidas de tono, esos diálogos repletos de macarronería nacional y esas interpretaciones que, en su mayor parte, espantaban a cualquiera que estuviese ante la pantalla, vamos, que la cosa no tenía demasiada calidad y no daba para mucho, a lo sumo para pasar un ratillo entretenido ante la pantalla sin necesidad de pedir demasiado.
Los argumentos giraban entorno a cualquier chuminada que se les pasase por la cabeza a los guionistas, los personajes eran meros esbozos que pululaban por la pantalla con cierta gracia y todo poseía una ligereza que le hacía disfrutar a uno de la serie, sin más.
Lo que le daba la puntilla necesaria, era ese gran artista llamado Arturo Fernández, que con sus leves aspavientos que hacían aparición sólo en los momentos de mayor nerviosismo, sus míticas frases reconocidas por cualquiera que le haya visto en algún momento en pantalla, su clase digna de cualquier marqués, su chulería innata que salía a relucir siempre que las cosas se torcían y, sobretodo, su galantería siempre que tuviese ante sí a una bella dama con la que tratar o a la que sacar de un apuro. Y es que Arturo Fernández, es mucho Arturo, joder.
"Dile al maricón que he sido boxeador, y que le voy a dar dos hostias que le voy a quitar la perilla!!"
Impagable.
Los argumentos giraban entorno a cualquier chuminada que se les pasase por la cabeza a los guionistas, los personajes eran meros esbozos que pululaban por la pantalla con cierta gracia y todo poseía una ligereza que le hacía disfrutar a uno de la serie, sin más.
Lo que le daba la puntilla necesaria, era ese gran artista llamado Arturo Fernández, que con sus leves aspavientos que hacían aparición sólo en los momentos de mayor nerviosismo, sus míticas frases reconocidas por cualquiera que le haya visto en algún momento en pantalla, su clase digna de cualquier marqués, su chulería innata que salía a relucir siempre que las cosas se torcían y, sobretodo, su galantería siempre que tuviese ante sí a una bella dama con la que tratar o a la que sacar de un apuro. Y es que Arturo Fernández, es mucho Arturo, joder.
"Dile al maricón que he sido boxeador, y que le voy a dar dos hostias que le voy a quitar la perilla!!"
Impagable.