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Voto de Ryan O'Reily de la serie Oz:
10

Voto de Ryan O'Reily de la serie Oz:
10
8,8
50.498
Serie de TV. Thriller. Drama
Serie de televisión (2002-2008). 5 temporadas. 60 episodios. Serie que sigue a lo largo de varias temporadas las investigaciones sobre drogas y asesinatos en la ciudad de Baltimore, en especial la de un grupo de policías contra una red de narcotraficantes dirigida por Avon Barksdale en el conflictivo barrio de Baltimore Oeste. La corrupción policial, las frágiles lealtades dentro de los cárteles y la miseria vinculada al narcotráfico ... [+]
21 de mayo de 2022
21 de mayo de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera temporada: La serie arranca con parsimonia para el vertiginoso ritmo al que está acostumbrado el espectador del siglo XXI. Por eso, siempre digo que es clave mantener la paciencia en los primeros capítulos. Puede que no se entere de todas las cosas o que espere más acción en la trama, pero The Wire tiene una manera de proceder muy particular y es la primera asignatura que hay que superar. Ojo, no estamos hablando de lentitud ni de hastío. Sólo que la combustión lenta es norma en esta casa.
La primera temporada marca las pautas de la serie y nos presenta a buena parte de sus personajes. En esta ocasión, seremos testigos de las investigaciones de un grupo de detectives que tratan de cercar las actividades delictivas de varios narcotraficantes de los barrios bajos de Baltimore. Consiguen seguirlos a través de escuchas teléfonicas (wire, en inglés), aunque enseguida nos daremos cuenta de que los policías cuentan con unos recursos que siempre son escasos para atajar a los delincuentes. Una contradicción dolorosa pero real. Y ésa es, desde mi punto de vista, una de las grandes virtudes de esta obra: es lo más veraz que he visto nunca. No se anda con rodeos, aunque su análisis sea crudo y deje en evidencia varias de las miserias del mundo que nos ha tocado vivir.
Ya en esta temporada comprobaremos que los personajes están muy bien trazados, con muchas aristas que los convierten en humanos, y también que no hay ni buenos ni malos. Existe gente honrada en las peores esquinas (nunca mejor dicho) y también malvados en los despachos. Es más, cabría decir que sólo alcanzan la cima (en los dos estratos) los que dejan de lado la honestidad. Y esta valentía en su discurso es admirable, porque pocas series se atreven a dejarlo tan claro.
Poco a poco iremos conociendo a los polícias y sus superiores y también al mundo del narcotráfico. Deberemos estar atentos a los guiones, punzantes, y también a los personajes, porque algunos no volverán a aparecer en bastante tiempo. Esta seña de identidad tan particular se mantiene a lo largo de la serie y pondrá a prueba nuestra memoria y concentración. The Wire es única en muchas cosas, pero sobre todo en su complejidad.
La historia que se cuenta es una auténtica tragedia que se cuece a fuego lento a lo largo de sus sesenta horas de metraje, pero David Simon y sus guionistas siempre encuentran un hueco para endulzar la trama con unas gotas de humor muy especial. Para que vean cómo se las gastan en The Wire, he aquí una escena mítica entre dos detectives que investigan un crimen con un diálogo que ya es parte de la historia de la ficción televisiva…:
Cuarta temporada: Desde mi punto de vista, la más dura. La más ingrata. De una digestión áspera. Como diría un buen amigo, para estómagos de hormigón. Las escuelas de Baltimore son el escenario donde fundamentalmente se desarrolla la cuarta temporada, trece capítulos que pondrán a prueba nuestra fortaleza emocional con la historia de cuatro jóvenes de los suburbios que se abrirán paso en la jungla con resultados diferentes.
Los personajes de Namond, Randy, Dukie y Michael (fantásticos los cuatro) ponen los pelos de punta mientras la historia es desgarradora a más no poder. Tiene tintes melodramáticos pero nunca descarrila; sabe caminar sobre el alambre. El sistema educativo también recibe un severo varapalo, no tanto por la implicación del profesorado o la voluntad de los alumnos, sino por la obsesión de los dirigentes en cumplir con ciertos números que funcionan como un dogma.
Anécdotas: Hay un sinfín. Hemos elegido un ramillete variado y curioso:
– La sintonía inicial de la serie es una versión diferente de la misma canción para las cinco temporadas: ‘Way Down in the Hole’, escrita por Tom Waits.
– Era la serie favorita de Obama (y Omar, su personaje preferido).
– No se llevó ningún Emmy y sólo estuvo dos veces nominada al mejor guión. Algo parecido le pasó a Alfred Hitchcock…
– Para ver a Omar tenemos que esperar hasta el tercer capítulo en cada temporada salvo en la tercera, donde aparece en el segundo episodio.
– El silbido que anuncia la llegada de Omar es, en realidad, una canción infantil titulada ‘The farmer in the dell’:
La primera temporada marca las pautas de la serie y nos presenta a buena parte de sus personajes. En esta ocasión, seremos testigos de las investigaciones de un grupo de detectives que tratan de cercar las actividades delictivas de varios narcotraficantes de los barrios bajos de Baltimore. Consiguen seguirlos a través de escuchas teléfonicas (wire, en inglés), aunque enseguida nos daremos cuenta de que los policías cuentan con unos recursos que siempre son escasos para atajar a los delincuentes. Una contradicción dolorosa pero real. Y ésa es, desde mi punto de vista, una de las grandes virtudes de esta obra: es lo más veraz que he visto nunca. No se anda con rodeos, aunque su análisis sea crudo y deje en evidencia varias de las miserias del mundo que nos ha tocado vivir.
Ya en esta temporada comprobaremos que los personajes están muy bien trazados, con muchas aristas que los convierten en humanos, y también que no hay ni buenos ni malos. Existe gente honrada en las peores esquinas (nunca mejor dicho) y también malvados en los despachos. Es más, cabría decir que sólo alcanzan la cima (en los dos estratos) los que dejan de lado la honestidad. Y esta valentía en su discurso es admirable, porque pocas series se atreven a dejarlo tan claro.
Poco a poco iremos conociendo a los polícias y sus superiores y también al mundo del narcotráfico. Deberemos estar atentos a los guiones, punzantes, y también a los personajes, porque algunos no volverán a aparecer en bastante tiempo. Esta seña de identidad tan particular se mantiene a lo largo de la serie y pondrá a prueba nuestra memoria y concentración. The Wire es única en muchas cosas, pero sobre todo en su complejidad.
La historia que se cuenta es una auténtica tragedia que se cuece a fuego lento a lo largo de sus sesenta horas de metraje, pero David Simon y sus guionistas siempre encuentran un hueco para endulzar la trama con unas gotas de humor muy especial. Para que vean cómo se las gastan en The Wire, he aquí una escena mítica entre dos detectives que investigan un crimen con un diálogo que ya es parte de la historia de la ficción televisiva…:
Cuarta temporada: Desde mi punto de vista, la más dura. La más ingrata. De una digestión áspera. Como diría un buen amigo, para estómagos de hormigón. Las escuelas de Baltimore son el escenario donde fundamentalmente se desarrolla la cuarta temporada, trece capítulos que pondrán a prueba nuestra fortaleza emocional con la historia de cuatro jóvenes de los suburbios que se abrirán paso en la jungla con resultados diferentes.
Los personajes de Namond, Randy, Dukie y Michael (fantásticos los cuatro) ponen los pelos de punta mientras la historia es desgarradora a más no poder. Tiene tintes melodramáticos pero nunca descarrila; sabe caminar sobre el alambre. El sistema educativo también recibe un severo varapalo, no tanto por la implicación del profesorado o la voluntad de los alumnos, sino por la obsesión de los dirigentes en cumplir con ciertos números que funcionan como un dogma.
Anécdotas: Hay un sinfín. Hemos elegido un ramillete variado y curioso:
– La sintonía inicial de la serie es una versión diferente de la misma canción para las cinco temporadas: ‘Way Down in the Hole’, escrita por Tom Waits.
– Era la serie favorita de Obama (y Omar, su personaje preferido).
– No se llevó ningún Emmy y sólo estuvo dos veces nominada al mejor guión. Algo parecido le pasó a Alfred Hitchcock…
– Para ver a Omar tenemos que esperar hasta el tercer capítulo en cada temporada salvo en la tercera, donde aparece en el segundo episodio.
– El silbido que anuncia la llegada de Omar es, en realidad, una canción infantil titulada ‘The farmer in the dell’: