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Voto de enjoyjessica:
2

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Thriller. Romance
Víctor Terx, un hombre joven, atractivo y misterioso lleva a cabo su tarea como predicador y líder de una secta espiritista. De manera compulsiva asesina con crueldad a sus ocasionales parejas. Ámbar Atlas es una joven streaper en un prostibulario club nocturno. Posee una belleza poco convencional y una sexualidad exultante y perturbadora. Personaje crístico, Ámbar utiliza el sexo como vehículo de su propia destrucción ante su ... [+]
16 de diciembre de 2013
16 de diciembre de 2013
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La nueva película de Aldo Paparella (director y productor de cine y actual rector del CIEVYC) es un film que sabe construir climas y se apoya especialmente en una muy cuidada y estilizada fotografía y puesta en escena, pero deja de lado un guión que necesita pulirse bastante, que no fluye con naturalidad.
Antonella Costa y Gonzalo Valenzuela son los dos protagonistas de este thriller con tintes eróticos e incluso fantásticos. Ella, una prostituta que mantiene una extraña relación con un hombre mayor (Carlos Kaspar), relación que terminaremos de comprender más cerca del final.
Él, un líder de una secta espiritista que lleva una vida oculta. En realidad, y es algo que vemos casi al comienzo de la película así que no es un spoiler, es un asesino, se acuesta con mujeres a las que luego asesina.
Pero entonces se conocen y parte de la tensión que se mantendrá a lo largo del film, es la que recae en el destino de esta pareja.
A lo largo de un viaje casi onírico, van a pasar muchas cosas, se van a ir descubriendo a ellos mismos y al otro. Incluso va a tocar en pantalla la banda Adicta, que forma parte de la banda sonora del film.
Y si bien se perciben las influencias de directores como David Lynch sobre todo, lo cierto es que lo intricado del relato no llega a contar con los climas de las películas lyncheanas. El ritmo de la película es desparejo, los saltos entre escena y escena muchas veces se sienten aleatorios.
El film se termina percibiendo tan experimental que casi ronda lo principiante, cuesta creer que no hay un joven aprendiz probando qué puede hacer en pantalla. Además, el film dura más de lo que debería, lo que la termina tornando aburrida y larga.
Casi dos horas de una sucesión de escenas, atractivas estéticamente, sí, pero que no generan demasiado interés.
En “Olvídame” hay mucha sensualidad, incluso escenas de sadomasoquismo y fetichismo, pero siguen sin cumplir una función específica.
El director dirigió previamente “Hoteles” donde ya se perfilaba una intención de construir climas oscuros y seductores. De hecho, este nuevo film es casi imposible de encuadrar en un género cinematográfico, ya que es una conjunción de varios. A grandes rasgos,
“Olvídame” está dirigida a un público muy específico, uno que se comprometa por completo con el film, totalmente activo. Seguramente tendrá su público pero también lo más probable es que divida muchas aguas y para quien les escribe, es como su título me lo pide, olvidable.
http://espectadorweb.com.ar/index.php/criticas/2-hemos-visto/1101-qolvidameq
Antonella Costa y Gonzalo Valenzuela son los dos protagonistas de este thriller con tintes eróticos e incluso fantásticos. Ella, una prostituta que mantiene una extraña relación con un hombre mayor (Carlos Kaspar), relación que terminaremos de comprender más cerca del final.
Él, un líder de una secta espiritista que lleva una vida oculta. En realidad, y es algo que vemos casi al comienzo de la película así que no es un spoiler, es un asesino, se acuesta con mujeres a las que luego asesina.
Pero entonces se conocen y parte de la tensión que se mantendrá a lo largo del film, es la que recae en el destino de esta pareja.
A lo largo de un viaje casi onírico, van a pasar muchas cosas, se van a ir descubriendo a ellos mismos y al otro. Incluso va a tocar en pantalla la banda Adicta, que forma parte de la banda sonora del film.
Y si bien se perciben las influencias de directores como David Lynch sobre todo, lo cierto es que lo intricado del relato no llega a contar con los climas de las películas lyncheanas. El ritmo de la película es desparejo, los saltos entre escena y escena muchas veces se sienten aleatorios.
El film se termina percibiendo tan experimental que casi ronda lo principiante, cuesta creer que no hay un joven aprendiz probando qué puede hacer en pantalla. Además, el film dura más de lo que debería, lo que la termina tornando aburrida y larga.
Casi dos horas de una sucesión de escenas, atractivas estéticamente, sí, pero que no generan demasiado interés.
En “Olvídame” hay mucha sensualidad, incluso escenas de sadomasoquismo y fetichismo, pero siguen sin cumplir una función específica.
El director dirigió previamente “Hoteles” donde ya se perfilaba una intención de construir climas oscuros y seductores. De hecho, este nuevo film es casi imposible de encuadrar en un género cinematográfico, ya que es una conjunción de varios. A grandes rasgos,
“Olvídame” está dirigida a un público muy específico, uno que se comprometa por completo con el film, totalmente activo. Seguramente tendrá su público pero también lo más probable es que divida muchas aguas y para quien les escribe, es como su título me lo pide, olvidable.
http://espectadorweb.com.ar/index.php/criticas/2-hemos-visto/1101-qolvidameq