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Voto de antonio1004:
7
![[•REC]³: Génesis](https://pics.filmaffinity.com/orec_3_genesis-887370991-large.jpg)
Voto de antonio1004:
7
5,1
19.645
1 de abril de 2012
1 de abril de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde aquel “grábalo todo” que marcó la manera de ver y entender el cine de terror, han cambiado mucho las cosas en el género. Las posteriores secuelas y remakes de [•REC] (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007) han ido acompañadas de una creciente apuesta general por el cine foundfootage, reconocible al hacerse pasar por material encontrado (de ahí el nombre) y por estar grabado con cámaras digitales y calculadísima mano documental. Un cine que en su día pusiera de moda, incluso llegando a creerse por real, la controvertida aunque naif El proyecto de la Bruja de Blair (1999), con la que equivocadamente siempre se ha tendido a comparar a [•REC], que junto a esta nueva corriente se empeñan en diferenciarse a través del aparentemente invisible pero constante control de la puesta en escena, la integración de efectos digitales y la evolución y perfeccionamiento del lenguaje mismo. De Monstruoso (2008) a Chronicle (2012), pasando entre otras por Troll Hunter (2011) o incluso District 9 (2009), todas han avanzado cámara en mano por los caminos que Balagueró y Plaza devolvieron a la vida y que ahora este último logra volver a sepultar.
Esta tercera parte supone un arriesgado aunque necesario punto de inflexión dentro de los esquemas que tanto el espectador como sus propios creadores tenían de la saga. Cambian las formas, pero la experiencia es la misma. Como diría uno de sus carismáticos personajes, el inconfundible Atún, con [•REC]³ pasamos del cinema verité al cine de verdad, por así decirlo. Un cambio que a priori podría haber sido su mayor inconveniente y que finalmente se convierte en el mejor de sus aciertos, no haciendo de esta Génesis una secuela más, sino como su propio nombre indica, un nuevo inicio. Buena culpa de ello tiene la mano socarrona de Paco Plaza, amante y artesano del cine de terror que ha logrado conjugar los elementos característicos de las anteriores [•REC], centrados en la comicidad y naturalidad inherentes a una boda, con la elegancia y el estilo del terror más lúdico y salvaje, perfectamente representado por una novia manchada de sangre y armada con una motosierra tras arruinarle el día más feliz de su vida.
La reproducción del DVD de la boda con la que se inicia el film, redunda con ironía en su existencia como imposible material foundfootage, abriendo la veda para explotar un sentido del humor que ya estaba presente en la original y que se agudiza con total acierto, de similar manera a como Sam Raimi amplió en Terroríficamente Muertos el tono cómico de Posesión Infernal. El habitual video nupcial funciona como excusa perfecta para que un montaje por medio de tres cámaras de video y otras tantas de móvil haga las labores de realización de la ceremonia y su posterior convite, introduciendo el terror sin perder la originalidad ni el inconfundible sabor propio de la saga que ya en la segunda parte vimos agotarse.
(Sigue en spoiler)
Esta tercera parte supone un arriesgado aunque necesario punto de inflexión dentro de los esquemas que tanto el espectador como sus propios creadores tenían de la saga. Cambian las formas, pero la experiencia es la misma. Como diría uno de sus carismáticos personajes, el inconfundible Atún, con [•REC]³ pasamos del cinema verité al cine de verdad, por así decirlo. Un cambio que a priori podría haber sido su mayor inconveniente y que finalmente se convierte en el mejor de sus aciertos, no haciendo de esta Génesis una secuela más, sino como su propio nombre indica, un nuevo inicio. Buena culpa de ello tiene la mano socarrona de Paco Plaza, amante y artesano del cine de terror que ha logrado conjugar los elementos característicos de las anteriores [•REC], centrados en la comicidad y naturalidad inherentes a una boda, con la elegancia y el estilo del terror más lúdico y salvaje, perfectamente representado por una novia manchada de sangre y armada con una motosierra tras arruinarle el día más feliz de su vida.
La reproducción del DVD de la boda con la que se inicia el film, redunda con ironía en su existencia como imposible material foundfootage, abriendo la veda para explotar un sentido del humor que ya estaba presente en la original y que se agudiza con total acierto, de similar manera a como Sam Raimi amplió en Terroríficamente Muertos el tono cómico de Posesión Infernal. El habitual video nupcial funciona como excusa perfecta para que un montaje por medio de tres cámaras de video y otras tantas de móvil haga las labores de realización de la ceremonia y su posterior convite, introduciendo el terror sin perder la originalidad ni el inconfundible sabor propio de la saga que ya en la segunda parte vimos agotarse.
(Sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Quizás por ello, presa consciente del agotamiento, Plaza se libera de la cámara en mano y decide romperla, literalmente, en un tránsito a la ficción por completo regenerador que potencia las virtudes de la propuesta (incluso los defectos eclesiásticos, aquí tornados gags brillantes) al llevarlas a un plano de bello terror estilizado repleto de tensión y comicidad, alcanzando un dificilísimo sentido lúdico del género cada vez más agradecido, que culmina en deliciosos anti-clímax románticos con “Gavilán o Paloma” y Tino Casal sonando de fondo en los que gritar ¡qué vivan los novios! mientras esperamos la llegada del Apocalípsis según Balagueró.