Pues si que me he dado contra el mundo. Precedida de una gran fama y reconocimiento, además de su muy famosa banda sonora, era un filme que sentía tenía la obligación de ver algún día. Ese día llegó y la sensación ha sido, no digo de aburrimiento, pero sí de vacío.

Soy un tipo en ocasiones sensiblero, quiero decir, no es que sea de piedra. He soltado una que otra lagrimita la primera vez que vi el final de "La vida es bella", en el final de "Blow" viendo a Jhonny Depp abrazar a su hija imaginaria en la cárcel (esa escena me destrozó); me emocionan "La La Land" con el encuentro final en el bar y "Casablanca" con sus "recuerdos de París", me hincha el corazón de emoción Scarlett O'Hara al jurar que nunca más sentirá hambre en su vida en "Lo que el viento se Llevó", e incluso se aguaron mis ojos en la desaparición de BingBong en "Intensamente" (eso es mucho decir); pero sinceramente en Cinema Paradiso, de principio a fin, no me emocioné en lo absoluto.

La película es bonita, se ve que fue hecha con cariño, pero no hay un hilo conductor que nos lleve a través de la narración y el argumento. Solo se observan escenas costumbristas de las diferentes personas que conviven en un pueblo, todo justificado por las funciones de cine que se proyectan en el Cinema. Al ver al niño protagonista me pareció ver más al niño de "Marcelino Pan y Vino" o al del "Niño y el Papa" que el de una película italiana. No logré sentir empatía. Las historias y consejos del señor proyeccionista antes y después de su accidente son muy constructivos, pero no impactan en el espectador, parecieran no tener sustancia ni aportar a la historia.

Para completar la historia de amor de nuestro protagonista tampoco se consolida, pasa de un momento a otro del empalago al desamor. Esa parte pasa tan rápido que no se alcanza a asimilar y por ende no logra uno conectarse tampoco. Y el final, que a muchos les parece conmovedor hasta las lágrimas, me resulta más un bonito y curioso detalle que algo más profundo.

Lamento si no creó el efecto esperado en mí, o mis expectativas eran demasiado altas, pero debo reconocer que me parece muy sobrevalorada. No es la obra maestra que a lo largo de los años se ha dicho por todos los medios que supuestamente es. Incluso la muy bonita banda sonora de Morricone la convierten en un leitmotif tan repetitivo que termina siendo desgastante. Una lástima de verdad.