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Voto de señor lobo:
10

Voto de señor lobo:
10
7,3
90.313
Ciencia ficción. Intriga
Ambientada en una sociedad futura, en la que la mayor parte de los niños son concebidos in vitro y con técnicas de selección genética. Vincent (Ethan Hawke), uno de los últimos niños concebidos de modo natural, nace con una deficiencia cardíaca y no le auguran más de treinta años de vida. Se le considera un inválido y, como tal, está condenado a realizar los trabajos más desagradables. Su hermano Anton, en cambio, ha recibido una ... [+]
10 de diciembre de 2011
10 de diciembre de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he considerado que lo más importante de la ciencia ficción es partir de una idea original para poder desarrollarla posteriormente. En este sentido, la idea de la que parte Gattaca no es especialmente original. Una sociedad en la que los hijos son creados geneticamente perfectos y los que no son perfectos son marginados. Suena a antiguo.
Sin embargo, Andrew Niccol consigue desarrollar una idea antigua de una forma totalmente novedosa. Empieza por sumergirnos en un futuro en el que todo parece pasado. La estética de los personajes, su forma de hablar, la fotografía, etc. nos llevan a un mundo que más que hacernos pensar en lo que podría ser nos recuerda a lo que ya ha sido. Un juego de sensaciones brillante.
La película va ganando enteros según pasan los minutos. Los personajes son tremendamente complejos pero a la vez son tan transparentes que es muy difícil no meterte en su piel desde el principio. El guión está cuidadísimo, sin que sobre una sola palabra en toda la película y dejándonos frases que se quedan grabadas en la mente.
Sin embargo, Andrew Niccol consigue desarrollar una idea antigua de una forma totalmente novedosa. Empieza por sumergirnos en un futuro en el que todo parece pasado. La estética de los personajes, su forma de hablar, la fotografía, etc. nos llevan a un mundo que más que hacernos pensar en lo que podría ser nos recuerda a lo que ya ha sido. Un juego de sensaciones brillante.
La película va ganando enteros según pasan los minutos. Los personajes son tremendamente complejos pero a la vez son tan transparentes que es muy difícil no meterte en su piel desde el principio. El guión está cuidadísimo, sin que sobre una sola palabra en toda la película y dejándonos frases que se quedan grabadas en la mente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Los personajes tienen todos un desarrollo progresivo a lo largo de la película, representados brillantemente por un reparto impecable. En este sentido, cabe destacar especialmente a Jude Law, que cuando creía que ya no iba a ser capaz de sorprenderme por su capacidad de actuar (le considero uno de los mejores actores que existen en la actualidad), lo hace en ese papel de paralítico atormentado.
Niccol incluso se permite el lujo de darnos lecciones de moral y de transmitir un mensaje moralista a través de una película de ciencia ficción. Lucha por tus sueños, nunca te rindas si tienes claro lo que quieres. Y lo lleva hasta el final en esa increíble escena de la playa en la que el hermano débil y enfermo gana al fuerte y deportista en una competición para ver quién se atreve a alejarse más de la orilla; gana el hermano débil y cuando el fuerte le pregunta cómo lo ha hecho le dice otra de esas frases que se quedan grabadas a fuego: "Nunca me reservé nada para la vuelta". Espectacular.
Y cuando la película se acerca al final esperado por todos, sorprende con un giro argumental que descoloca durante unos segundos cuando da la sensación de que estando tan cerca no lo va a conseguir; para acabar con la única nota de humor de toda la película (los diestros no se la sujetan con la izquierda para orinar).
Para mi gusto, una de las obras maestras del género de la ciencia ficción y del cine en general.
Niccol incluso se permite el lujo de darnos lecciones de moral y de transmitir un mensaje moralista a través de una película de ciencia ficción. Lucha por tus sueños, nunca te rindas si tienes claro lo que quieres. Y lo lleva hasta el final en esa increíble escena de la playa en la que el hermano débil y enfermo gana al fuerte y deportista en una competición para ver quién se atreve a alejarse más de la orilla; gana el hermano débil y cuando el fuerte le pregunta cómo lo ha hecho le dice otra de esas frases que se quedan grabadas a fuego: "Nunca me reservé nada para la vuelta". Espectacular.
Y cuando la película se acerca al final esperado por todos, sorprende con un giro argumental que descoloca durante unos segundos cuando da la sensación de que estando tan cerca no lo va a conseguir; para acabar con la única nota de humor de toda la película (los diestros no se la sujetan con la izquierda para orinar).
Para mi gusto, una de las obras maestras del género de la ciencia ficción y del cine en general.