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Voto de Kikivall:
7

Voto de Kikivall:
7
7,6
79.216
Thriller. Drama
Nueva York, 1968. Frank Lucas (Denzel Washington) es el taciturno chófer de un importante mafioso negro de Harlem. Cuando su jefe muere inesperadamente, Frank aprovecha la oportunidad para construir su propio imperio. Gracias a su talento, se convierte no sólo en el principal narcotraficante de la ciudad, inundando las calles con productos de mejor calidad y precio, sino también en un hombre público muy respetado. Richie Roberts ... [+]
25 de marzo de 2017
25 de marzo de 2017
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La historia si sitúa en el año 1968 en la ciudad de Nueva York y cuenta hechos reales, lo cual le confiere interés a la película. El film cuenta el nacimiento y decadencia de Frank Lucas, el mafioso negro más importante de los años setenta y ochenta, que representó el progreso del gansterismo moderno.
Ridley Scott es ya todo un icono de la cinematografía y particularmente del cine de acción. Esa solidez y esa maestría se vuelcan en este film que dirige, en plena forma, construyendo un film absorbente (a ratos), excitante (a ratos), de calidad e innegablemente entretenido.
El guion de Steven Zaillian es bastante bueno, dinámico, a veces con un tempo lentificado pero que logra describir una buena narración en imágenes que va, por lo general, a lo sustancial de la trama.
La música de Marc Streitenfeld es extraordinaria; gran música negra del blaxplotation o cine de negros y música funk de fondo; entonces, la cinta hace alarde de esa música setentera, como cuando la voz arenosa de Bobby Womack empieza a desgranar su “Across the 110th street” produciendo un potente efecto, justo en la escena cuando la banda de Lucas cuenta billetes; de igual modo, la fotografía de Harris Savides es sensacional y sabe acertar en lo próximo como en lo distal. Montaje y puesta en escena magníficos; excelentes, como la plasmación del Nueva York de los años 70 o grandes escenas paisajísticas del Vietnam en conflicto de la época.
El reparto es de lujo, con dos personajes principales arropados por un elenco de excelentes actores y actrices de reparto. De los dos protagonistas relevantes, Denzel Washington hace con bastante temple y estando en su sitio como un torero, el papel de mafioso nada ostentoso y sereno, que empero sabe subir a lo más alto del narcotráfico neoyorkino; Washington es siempre un actor seguro, de los que con un gesto y con unas pocas palabras, es capaz de dar sentido a una escena, porque posee una fuerza deslumbrante y una presencia singular. Russel Crowe, actor talismán de Scott, más activo y expresivo en sus facciones, interpreta de forma impecable al honrado detective Richie Roberts; el neozelandés hace una genial réplica a Denzel. Y acompañan a esta pareja protagonista un elenco de secundarios muy profesionales, en un coro de policías buenos y malos, gánsteres de color y familia, papeles que interpretan con solvencia Carla Gugino (bien como esposa de Richie), Cuba Gooding Jr., Josh Brolin, Ruby Dee (magnífica como madre de Frank Lucas), Chiweet Ejiofor, Lymari Nadal (ex mis-Puerto Rico, bien como esposa de Lucas), RZA, Ted Levine, Armand Assante, Idris Elba, Ric Young, Clarence Williams III, John Ortiz, John Hawkwes, Jon Polito, Kevin Corrigan, KaDee Strickland, Common, T.I., Linda Powell, Albert Jones y Yul Vazquez.
Yo la he visto hace poco y la verdad, me gustó, pero sin exceso. No creo con mucho que sea una de las grandes películas a que nos tenía acostumbrado Ridley Scott como Blade Runner, 1982; Thelma y Louise, 1991; o Hannibal, 2001. Aunque para la larga sequía que llevaba en aquel 2007 Scott, con este American gánster remontó el vuelo. Mas este film no llegó a la excelencia de las que acabo de mencionar.
Ridley Scott es ya todo un icono de la cinematografía y particularmente del cine de acción. Esa solidez y esa maestría se vuelcan en este film que dirige, en plena forma, construyendo un film absorbente (a ratos), excitante (a ratos), de calidad e innegablemente entretenido.
El guion de Steven Zaillian es bastante bueno, dinámico, a veces con un tempo lentificado pero que logra describir una buena narración en imágenes que va, por lo general, a lo sustancial de la trama.
La música de Marc Streitenfeld es extraordinaria; gran música negra del blaxplotation o cine de negros y música funk de fondo; entonces, la cinta hace alarde de esa música setentera, como cuando la voz arenosa de Bobby Womack empieza a desgranar su “Across the 110th street” produciendo un potente efecto, justo en la escena cuando la banda de Lucas cuenta billetes; de igual modo, la fotografía de Harris Savides es sensacional y sabe acertar en lo próximo como en lo distal. Montaje y puesta en escena magníficos; excelentes, como la plasmación del Nueva York de los años 70 o grandes escenas paisajísticas del Vietnam en conflicto de la época.
El reparto es de lujo, con dos personajes principales arropados por un elenco de excelentes actores y actrices de reparto. De los dos protagonistas relevantes, Denzel Washington hace con bastante temple y estando en su sitio como un torero, el papel de mafioso nada ostentoso y sereno, que empero sabe subir a lo más alto del narcotráfico neoyorkino; Washington es siempre un actor seguro, de los que con un gesto y con unas pocas palabras, es capaz de dar sentido a una escena, porque posee una fuerza deslumbrante y una presencia singular. Russel Crowe, actor talismán de Scott, más activo y expresivo en sus facciones, interpreta de forma impecable al honrado detective Richie Roberts; el neozelandés hace una genial réplica a Denzel. Y acompañan a esta pareja protagonista un elenco de secundarios muy profesionales, en un coro de policías buenos y malos, gánsteres de color y familia, papeles que interpretan con solvencia Carla Gugino (bien como esposa de Richie), Cuba Gooding Jr., Josh Brolin, Ruby Dee (magnífica como madre de Frank Lucas), Chiweet Ejiofor, Lymari Nadal (ex mis-Puerto Rico, bien como esposa de Lucas), RZA, Ted Levine, Armand Assante, Idris Elba, Ric Young, Clarence Williams III, John Ortiz, John Hawkwes, Jon Polito, Kevin Corrigan, KaDee Strickland, Common, T.I., Linda Powell, Albert Jones y Yul Vazquez.
Yo la he visto hace poco y la verdad, me gustó, pero sin exceso. No creo con mucho que sea una de las grandes películas a que nos tenía acostumbrado Ridley Scott como Blade Runner, 1982; Thelma y Louise, 1991; o Hannibal, 2001. Aunque para la larga sequía que llevaba en aquel 2007 Scott, con este American gánster remontó el vuelo. Mas este film no llegó a la excelencia de las que acabo de mencionar.