Temáticamente ambiciosa, el conservadurismo del trasfondo hace que una de sus patas se quede más corta. Su intención de buscar el fondo ontológico o la limpieza moral del protagonista chirría, con momentos nada aconsejables. El guión, tradicional y conservador, pierde la ambición y el arranque arrollador. Agradecida es la búsqueda del 'leit motiv' del personaje, de sus intenciones y la descripción de lo que lo rodea, con un Will Smith correcto, una fotografía simple, y una selección de planos impactante (el plano detalle y corto deja preciosas estampas, pero su reiteración excesiva para acercarnos al personaje puede llegar a cansar, por mucha intencionalidad de humanización que busque del protagonista).