Galardonada en 1989 con el Globo de Oro y el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, Cinema Paradiso ya es un clásico de la historia del cine por muchas razones: la relación entre Totó y Alfredo, el sabor a cine de pueblo, los proyectores, los cortes de la censura, la maravillosa banda sonora del inigualable Maestro Ennio Morricone... Cinema Paradiso es de esas películas inolvidables que todo cinéfilo (y no tan cinéfilos) recuerda con cariño y que retrata con nostalgia una época y el nacimiento del amor por el cine de un niño de pueblo. Si bien la última versión que he podido ver es el montaje del director, que añade como una hora aproximadamente, recomiendo por mucho la original, que deja la historia en su lugar, sin añadir tramas que en mi opinión distorsionan el espíritu de la versión que se conoció originariamente y no solo no añaden interés sino muy al contrario.