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Voto de Maldito Bastardo:
6

Voto de Maldito Bastardo:
6
2011 

6,2
21.037
Animación. Comedia. Acción
Secuela de la exitosa producción Kung Fu Panda. La historia vuelve a recuperar el personaje de Po, que ahora vive su sueño como guerrero dragón protegiendo el valle de la paz junto a sus amigos los cinco furiosos. Pero Po será amenazado por un nuevo villano, que planea usar una imparable arma secreta para conquistar China y destruir el Kung Fu. Po se enfrentará a él, pero ¿cómo se puede parar un arma que puede destruir el Kung Fu?. Po ... [+]
20 de junio de 2011
20 de junio de 2011
24 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé quién ejerce de Coca-Cola o Pepsi en el mundo de la animación actual. Si se trata de Pixar o Dreamworks creo que al cinéfilo, seguidor de cine de animación o espectador en general le dará un poco igual. Aunque el problema de ambas es que actualmente son simples refrescos frente al vino de reserva para buenos gourmets llamado Studio Ghibli. Si las cosas son como son (“Rango” nació con los deberes aprendidos) llega el momento de madurar para ambas, de cambiar la candidez o la escatología más rebelde por cuotas más adultas. Sí, de evolucionar junto con el público que creció con los imperios que han dominado el sector palomitero de la tercera dimensión animada. “Toy Story 3” se merecía el Oscar a la mejor película para que la industria definitivamente se lanzase a ese nuevo y esperado paso. ¿Obviaría al taquillazo de “Avatar” por considerarla un filme animado también? Dudas aparte, no me esperaba que “Kung Fu Panda 2” fuese más y mejor que su predecesora pese a ser todavía muy inferior a ese impacto llamado “Shrek”, que conmocionó el cine fuera de Kung Fu o no.
¡Más metal, esto es la guerra! ¡Queremos conquistar China! Pocas películas dicen tanto de sí misma en tan poco espacio y sin esconderlo. Claro, el metal no es otro que el de las monedas contantes y sonantes que esperan recaudar y la conquista del nuevo y emergente líder mundial. ¿Quién soy yo? “Kung Fu Panda 2” en esta ocasión deja el cliché de superación y panza a “La salchicha peleona” para evolucionar a nivel psicológico personal del héroe. El pasado parece ser un lastre para alcanzar ‘La Paz Interior’. Nada nuevo aparentemente pero al igual que en la última aportación de la Dreamworks, “Cómo entrenar a tu dragón”, se erige un espíritu más adulto de lo que depara un simple filme infantil: los vientos de guerra, la invasión armada de un pavo real nazi (esvástica incluida en las plumas) culpable de una matanza y exterminio étnico que conmocionó a todo el reino y una metáfora de la censura (pero permisividad) de los medios en esa cabra loca (y vidente).
El pobre Po acaba de pulsar el Me Gusta en la página de Facebook de Kung Fu y puede que se acabe en menos de dos telediarios. Queda el camino del pasado, en formato 2D como homenaje y recuerdo, para hallar la verdad como modo de avanzar en el presente y sobre todo una apología del perdón y olvido del rencor por atrocidades que han destruido el pasado para construir un nuevo futuro.
¡Más metal, esto es la guerra! ¡Queremos conquistar China! Pocas películas dicen tanto de sí misma en tan poco espacio y sin esconderlo. Claro, el metal no es otro que el de las monedas contantes y sonantes que esperan recaudar y la conquista del nuevo y emergente líder mundial. ¿Quién soy yo? “Kung Fu Panda 2” en esta ocasión deja el cliché de superación y panza a “La salchicha peleona” para evolucionar a nivel psicológico personal del héroe. El pasado parece ser un lastre para alcanzar ‘La Paz Interior’. Nada nuevo aparentemente pero al igual que en la última aportación de la Dreamworks, “Cómo entrenar a tu dragón”, se erige un espíritu más adulto de lo que depara un simple filme infantil: los vientos de guerra, la invasión armada de un pavo real nazi (esvástica incluida en las plumas) culpable de una matanza y exterminio étnico que conmocionó a todo el reino y una metáfora de la censura (pero permisividad) de los medios en esa cabra loca (y vidente).
El pobre Po acaba de pulsar el Me Gusta en la página de Facebook de Kung Fu y puede que se acabe en menos de dos telediarios. Queda el camino del pasado, en formato 2D como homenaje y recuerdo, para hallar la verdad como modo de avanzar en el presente y sobre todo una apología del perdón y olvido del rencor por atrocidades que han destruido el pasado para construir un nuevo futuro.