“All good things” está basada en un hecho real sobre la vida de Robert Durst (en la película sustituido el nombre por el ficticio de David Marks) un excéntrico multimillonario de Nueva York hijo de un gran propietario de bienes inmuebles que se casó con una joven estudiante y fue sospechoso de su desaparición.
David es un hombre sin muchas ambiciones que vive con el trauma del suicidio de su madre. Debido a esto y a un padre muy estricto y absorbente sufre de fuertes cambios de estado de ánimo. David y Katie se casan y lo que parece ser una pareja feliz pronto se vuelve un enlace inestable cuando Katie vaya descubriendo los secretos familiares y el porqué de los cambios de ánimo de David que es reacio incluso a tener descendencia.
Katie poco a poco se va volviendo más independiente e incluso vuelve a retomar sus estudios de Medicina debido al carácter violento que va demostrando David.
La película cobra fuerza en el gran trabajo del elenco de actores en el que destacan sobre todo el dúo Ryan Gosling (David Marks) y Kirsten Dunst (Katie McCarthy) en un estimable duelo interpretativo. No hay que desestimar la actuación de Frank Langella (Sanford Marks) como padre de David.
Unos oscuros secretos familiares, un homicidio y una desaparición son el leitmotiv de una interesante película de suspense de la que hasta hace poco se han descubierto nuevos detalles de la vida de Robert Durst.