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Voto de Havezethario:
9

Voto de Havezethario:
9
7,4
99.080
Thriller. Intriga. Drama. Ciencia ficción
En Londres, a finales del siglo XIX, cuando los magos eran los ídolos más aclamados, dos jóvenes ilusionistas se proponen alcanzar la fama. El sofisticado Robert Angier (Hugh Jackman) es un consumado artista, mientras que el tosco y purista Alfred Borden (Christian Bale) es un genio creativo, pero carece de la habilidad necesaria para ejecutar en público sus mágicas ideas. Al principio son compañeros y amigos que se admiran mutuamente. ... [+]
30 de diciembre de 2009
30 de diciembre de 2009
45 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
Damas y caballeros, aplaudo a Christopher Nolan por este magnífico truco de magia que es su película "The Prestige", una de las muy, muy, muy pocas películas de hoy en día que satisface parámetros narrativos y artísticos que sólo son posibles en el cine. Y el cine es algo muy parecido a la magia.
Toda película consta de tres pasos...
El primer acto, la Presentación.
La premisa de dos prestidigitadores cuya rivalidad se convierte en una enemistad asesina. Unos actores estupendos que cumplen todos sus papeles con total naturalidad. Una magnífica ambientación y unos efectos especiales de lujo. La música de David Julyan le da una dimensión más tenebrosa. No en vano esta película es del mismo señor que hizo "Batman Begins". Con todos estos recursos, este oscurísimo thirller puede llegar a cualquier extremo.
El segundo acto, la Actuación.
Esta película nos muestra lo impensable. La maléfica e insana evolución de los personajes, su continuo deseo de hacerse lo peor el uno al otro y cómo, empezando como opuestos, como opuetsos acaban. Aquel que no quería ensucirse la manos acaba cometiendo atrocidades, y el otro que por despecho hizo algo horrible se deja llevar por la compasión. El amor de las mujeres que intervienen, la máquina de Nikola Tesla, la crueldad que traen consigo algunos espectáculos, el juego de puntos de vista... Se agradecen mucho las interpretaciones de Christian Bale, Hugh Jackman, David Bowie, Andy Serkis, Scarlett Johansson y Michael Caine. La cosa engancha al espectador y le satisface, pues siente que todo ello está bien ligado a pesar de su insultante complejidad y sutileza, que crea una emoción y un interés excitados y continuos... y se agradecen muchísimo las sorpresas.
Y el tercer acto, el Prestigio.
Aquí es donde un apoteosis nos sobrecoge, nos maravilla y nos impacta con una indescritible mezcla de esperanza y desesperación. Es entonces cuando todo lo cruel y absurdo de la película recibe una explicación, no menos cruel y absurda, pero impresionantemente reveladora y reveladoramente lógica.
Y sin embargo, es ese parecido con la magia el punto fuerte y débil de la película. Que una vez que el truco ha finalizado, hay muchas posibles explicaciones... y algunas son muy preferibles a otras. Esa es la diferencia entre el cine y la magia. Que el cine es simple fantasía... pero la magia es magia.
Y Christopher Nolan es un mago cuyos espectáculos son muy recomendables. Todos nos sentimos orgullosos de poder ser sus cómplices.
Toda película consta de tres pasos...
El primer acto, la Presentación.
La premisa de dos prestidigitadores cuya rivalidad se convierte en una enemistad asesina. Unos actores estupendos que cumplen todos sus papeles con total naturalidad. Una magnífica ambientación y unos efectos especiales de lujo. La música de David Julyan le da una dimensión más tenebrosa. No en vano esta película es del mismo señor que hizo "Batman Begins". Con todos estos recursos, este oscurísimo thirller puede llegar a cualquier extremo.
El segundo acto, la Actuación.
Esta película nos muestra lo impensable. La maléfica e insana evolución de los personajes, su continuo deseo de hacerse lo peor el uno al otro y cómo, empezando como opuestos, como opuetsos acaban. Aquel que no quería ensucirse la manos acaba cometiendo atrocidades, y el otro que por despecho hizo algo horrible se deja llevar por la compasión. El amor de las mujeres que intervienen, la máquina de Nikola Tesla, la crueldad que traen consigo algunos espectáculos, el juego de puntos de vista... Se agradecen mucho las interpretaciones de Christian Bale, Hugh Jackman, David Bowie, Andy Serkis, Scarlett Johansson y Michael Caine. La cosa engancha al espectador y le satisface, pues siente que todo ello está bien ligado a pesar de su insultante complejidad y sutileza, que crea una emoción y un interés excitados y continuos... y se agradecen muchísimo las sorpresas.
Y el tercer acto, el Prestigio.
Aquí es donde un apoteosis nos sobrecoge, nos maravilla y nos impacta con una indescritible mezcla de esperanza y desesperación. Es entonces cuando todo lo cruel y absurdo de la película recibe una explicación, no menos cruel y absurda, pero impresionantemente reveladora y reveladoramente lógica.
Y sin embargo, es ese parecido con la magia el punto fuerte y débil de la película. Que una vez que el truco ha finalizado, hay muchas posibles explicaciones... y algunas son muy preferibles a otras. Esa es la diferencia entre el cine y la magia. Que el cine es simple fantasía... pero la magia es magia.
Y Christopher Nolan es un mago cuyos espectáculos son muy recomendables. Todos nos sentimos orgullosos de poder ser sus cómplices.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y el cuarto acto, el Engaño. ¿Cómo ha ocurrido lo que hemos visto? ¿Nos ha dado el mago Christopher Nolan alguna pista?
En realidad, la máquina duplicadora de Nikola Tesla no existe. No crea duplicados de los personajes. Ése es el engaño.
La máquina es en realidad una hipótesis de ambos personajes para algo inexplicable, una verdad que ninguno de los dos conocía sobre el otro, y que sin embargo es mutua.
Tanto Christian Bale como Hugh Jackman tienen hermanos gemelos.
Se supone que la máquina mágica crea un duplicado exacto del hombre, incluídos recuerdos y personalidad. Por eso, cuando Hugh Jackman la prueba por primera vez y decida matar al duplicado resultante, éste sabe lo que le espera cuando aparece.
Visto así, no es lógico que Hugh Jackman, al aparecer sobre la trampa, no intente salvar la vida... a menos que el personaje acepte sacrificarse. Si realmente es un duplicado del hombre que ha diseñado el truco, ha de conocerlo.
Al principio de la película, vemos que uno de estos duplicados (¿o tal vez el original?) es sacrificado. Y vemos que el otro Hugh Jackman no aparece ante el público como el truco exige. Esto significa que el truco es una trampa para atraer a Christian Bale hacia lo que será su sentencia de muerte.
En cambio, ¿por qué la víctima sacrificada, al caer al tanque ante los ojos de Christian Bale, grita y golpea el cristal? ¿Para pedirle ayuda, o para pedirle que huya y salve la vida?
Si se aceptan los dos hechos citados arriba y elocuentemente expresados en la película, ninguna de ambas explicaciones es válida.
La explicación es que la víctima ahogada es el gemelo natural de Hugh Jackman, quien no sabía el destino que le esperaba. Hugh Jackman empieza la película como un personaje incapaz de mancharse las manos y termina haciendo algo jodidamente atroz: tras trabajar con su gemelo repetidas veces, le quita la vida para quitársela también a su rival y enemigo.
Hugh Jackman y su gemelo están compinchados desde el primer momento. El personaje no tiene un "gemelo perdido" ni un "parecido razonable", es todo una hipótesis de Christian Bale.
Ese es el truco; meter al espectador en la imaginación de ambos magos y los trucos que se hacen el uno al otro. La máquina es una fantasía, un juego de manos. Por eso, cuando al final vemos todos los tanques de agua, sólo uno de ellos está ocupado.
¡Abracadabra!
En realidad, la máquina duplicadora de Nikola Tesla no existe. No crea duplicados de los personajes. Ése es el engaño.
La máquina es en realidad una hipótesis de ambos personajes para algo inexplicable, una verdad que ninguno de los dos conocía sobre el otro, y que sin embargo es mutua.
Tanto Christian Bale como Hugh Jackman tienen hermanos gemelos.
Se supone que la máquina mágica crea un duplicado exacto del hombre, incluídos recuerdos y personalidad. Por eso, cuando Hugh Jackman la prueba por primera vez y decida matar al duplicado resultante, éste sabe lo que le espera cuando aparece.
Visto así, no es lógico que Hugh Jackman, al aparecer sobre la trampa, no intente salvar la vida... a menos que el personaje acepte sacrificarse. Si realmente es un duplicado del hombre que ha diseñado el truco, ha de conocerlo.
Al principio de la película, vemos que uno de estos duplicados (¿o tal vez el original?) es sacrificado. Y vemos que el otro Hugh Jackman no aparece ante el público como el truco exige. Esto significa que el truco es una trampa para atraer a Christian Bale hacia lo que será su sentencia de muerte.
En cambio, ¿por qué la víctima sacrificada, al caer al tanque ante los ojos de Christian Bale, grita y golpea el cristal? ¿Para pedirle ayuda, o para pedirle que huya y salve la vida?
Si se aceptan los dos hechos citados arriba y elocuentemente expresados en la película, ninguna de ambas explicaciones es válida.
La explicación es que la víctima ahogada es el gemelo natural de Hugh Jackman, quien no sabía el destino que le esperaba. Hugh Jackman empieza la película como un personaje incapaz de mancharse las manos y termina haciendo algo jodidamente atroz: tras trabajar con su gemelo repetidas veces, le quita la vida para quitársela también a su rival y enemigo.
Hugh Jackman y su gemelo están compinchados desde el primer momento. El personaje no tiene un "gemelo perdido" ni un "parecido razonable", es todo una hipótesis de Christian Bale.
Ese es el truco; meter al espectador en la imaginación de ambos magos y los trucos que se hacen el uno al otro. La máquina es una fantasía, un juego de manos. Por eso, cuando al final vemos todos los tanques de agua, sólo uno de ellos está ocupado.
¡Abracadabra!