Lo que voy a decir no es nada nuevo, de hecho es una extensión de la acertadísima reseña de Joe Morgensternd del Wall Street Journal, que se limita a lo siguiente: “Marte puede necesitar madres, pero la Tierra necesita buenas películas y ésta no es una de ellas.” Más razón que un santo y un ejercicio prodigioso de síntesis, ¿para qué decir más de una producción que dice tan poco? Cuando parecía que “Polar Express” y las demás películas ‘animadas’ de Robert Zemeckis eran bastante coñazo, llega Simon Wells para recordarnos que siempre se pueden hacer las cosas peor. Lo de “Marte necesita madres” es digno de estudio, porque parte de una buena premisa y se la carga a los cinco minutos. Y no es que éstos fuesen excepcionales, es sólo que no son tan desastrosos como el resto. ¿Cuáles son los problemas de la película?

- La historia está mascadísima: nos la conocemos de sobra, y sabemos cómo va a terminar. El happy ending está garantizado y los secundarios son tan rancios como el protagonista.

- La animación es horripilante. Se ha llegado a tal punto con esta técnica que los personajes parecen figuras de cera, extremadamente rígidas, sin capacidad de transmitir emociones. El diseño de éstos es además muy desafortunado, banal, digno de una producción cutre directa a DVD. Y eso hablando de los humanos, porque los marcianos son cosa de otro mundo… del Inframundo.

- La narración es farragosa. Se pasa de blanco a negro en minutos, no hay una cohesión entre el antes y el después, es todo ridículo. Está tan mal contada que todo se sigue sin interés, y aunque no puede decirse que aburra en todo momento, si que se hace un poco larga.

“Mars Needs Moms!” es pues un desecho cósmico que consigue que durante hora y media uno recuerde “Space Chimps” como una joya infravalorada. Tiene a pesar de todo algunos puntos a favor: un par de escenarios son magníficos, al igual que la acertada BSO de John Powell y la osadía de querer ser algo más, insertando secuencias presuntamente adultas que luego… suavizan hasta deshacer la ilusión de que hay algo nuevo, diferente, que nos quieren transmitir. Un desastre que se la pegó (afortunadamente) en taquilla y que supongo que no generará secuelas ni nada similar. No nos merecemos tal cosa.