Esta es una de esas películas que, por un lado, me echaba para atrás por algunas razones que ahora comentaré pero por otro, las buenas críticas que había cosechado me hacían pensar que tal vez estuviese equivocado.
Así que después de su visionado he llegado a la conclusión de que, como diría el gran Groucho, mis principios son mis principios pero si es necesario los puedo cambiar.

Y es que partimos de la ópera prima de un director que se ha dedicado principalmente a la sit-com americana, cosa que no me hacía presagiar nada bueno, y a programas de espectáculos en la tele por cable, cosa que tampoco me hacía ninguna gracia.
Pero he aquí que el tipo se ha currado una peli bastante decente para tirar por tierra todos mis prejuicios. Es lo que tiene ser humano...

Y eso que, siguiendo por el mismo equivocado camino de antes, la temática que se presentaba tampoco era de mis favoritas. La hipocresía que refleja la sociedad americana en relación al racismo es un hecho constatado. Como también lo es que esto muchas veces trasciende hasta su cine y sus películas acaban siendo una apología de lo que no es.
Pero por suerte también esto me ha sorprendido. Cierto es que dicha temática está siempre presente, pero la forma en que se trata, recurriendo muchas veces al humor sutil frente a la ya mencionada hipocresía americana te hace ver las cosas de otra manera.
Además, el hecho de que lo que piensas que va a ser una típica película de blancos ricos vs negro pobre se convierta en algo completamente distinto y sorprendente, hace que gane algún que otro punto.


En honor a la verdad, hay que decir, que no todo es bueno. Pero también hay que decir que las cosas malas pasan bastante desapercibidas. Tal vez un poquito falta de ritmo en algún momento, alguna actuación regularcilla o un final pelín decepcionante... Tonterías, en definitiva, para todo lo que nos ofrece la película.
Yo me quedo con alguna escena terro-cómica, los interpretes principales (aquí se nota el trabajo actoral por parte del director derivado del mundo de las series) y la historia concreta que te quiere contar.
No habla de racismo. Va un poquito más allá y lo demuestra a través de todo su metraje con sus giros de guión y la incertidumbre que te produce. Y a mí me deja claro que las cosas casi nunca son lo que parecen.

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