Estoy dándole vueltas a escribir una reseña sobre "La La Land" (2016), para mí la auténtica ganadora del Oscar a Mejor Película del 2016, y mira que aquel año estuvieron nominadas muy buenas películas. 8 años he tardado en ver por fin la que se llevó el gato al agua: "Moonlight" de Barry Jenkins.
¿Se merecía llevarse el Oscar a Mejor Película? No, rotundamente no. Insisto en que la vencedora es "La La Land".
Una vez dicho esto: esta película, pese a mi predilección por la cinta de Damien Chazelle, es una MUY buena película, cruda, dura e impactante, pero también delicada, tierna y conmovedora. Es de este tipo de películas que hay que ver SÍ o SÍ.
Barry Jenkins demuestra la buena mano que tiene para producir cine de calidad. Redactó el guion, a partir de una historia de Tarell Alvin McCraney, y dirigió la cinta, entregando un producto impecable. Probablemente, se merezca más del 7 que le he puesto yo como nota, pero es que, pese a lo que me ha gustado, no veo yo que sea más de un 7. Un 8, a lo mucho. No voy a entrar en muchos detalles de su trama, de la historia que nos quieren contar Jenkins y McCraney, es mejor descubrirla en limpio.
Pero el film funciona gracias a un estupendo reparto:
Empezando por el protagonista, Chiron o Little o Black, dependiendo de la etapa de la vida de la que somos testigos. A Little lo interpreta sobresalientemente el pequeño Alex R. Hibbert, a Chiron un muy correcto y joven Ashton Sanders y a Black un estupendo Trevante Rhodes.
Y luego está Kevin, interpretado primero por el pequeño Jaden Piner, después por el joven Jharrel Jerome y de adulto por un afinado André Holland.
Luego tenemos a una estupenda y bellísima Janelle Monáe, a una impresionante Naomie Harris (brutal lo que hace en esta peli la británica) y un increíble y estupendo Mahershala Ali. Y es que, cuando quiere, Ali es capaz de demostrar el actorazo que es.
Maravilloso el trabajo fotográfico de James Laxton, una pasada, vaya, un gustazo para la vista.
Muy buena la banda sonora compuesta por Nicholas Britell.
¡Ojito! Brad Pitt y su productora Plan B producen la película.
Resumiendo: No se merecía en absoluto el Oscar a Mejor Película, pero sí es una cinta que hay que ver, imprescindible al 100%. Barry Jenkins es un cineasta muy interesante y a tener en cuenta, que da voz a la gente de color, algo necesario, más en Estados Unidos, que allí el racismo no termina de ser erradicado.