Fui a ver Las vidas posibles de Mr. Nobody este verano al cine Avenida, el único que proyecta cine en V.O.S. y el único dónde podía verla. Por una parte, me atrajo el género en sí. Siempre me ha interesado la Ciencia Ficción, más que la basada en la CGI, la que te hace pensar, bien en lo que cuenta o bien en cómo lo cuenta (Fahrenheit 451, Doce monos, La fuente de la vida, Gattaca, ¡Olvídate de mí!,...) Por otra parte, la arbitrariedad humana no se encuentra fácilmente como tema central de un guión y, mucho menos, que se tome partido, en este caso por el relativismo positivo. Aunque es cierto que hay elecciones que marcan más la vida que otras, no son buenas o malas per se, puesto que desconocemos sus consecuencias (y aquí entra la incertidumbre y el miedo a ella y a elegir, pero estos son otros temas). Somos nosotros los que convertimos o, al menos, proyectamos las elecciones como positivas o negativas. Así le dice el Señor Nobody al periodista: "Lo que está diciendo es que tenemos que elegir. [...] Cada una de esas vidas es verdadera. Cada camino es el camino verdadero. Todo podría haber sido otra cosa y habría tenido el mismo sentido (Tennessee Williams)."