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Voto de pintusian:
8

Voto de pintusian:
8
7,4
30.284
Drama
Frank Slade (Al Pacino) es un malhumorado Coronel en la reserva del ejército norteamericano, retirado pues sufre de ceguera. Durante el fin de semana de Acción de Gracias el joven estudiante Charlie Simms (Chris O'Donnell), contratado por la familia de Slade, se queda en su casa para servirle de lazarillo y procurar que no beba mucho. Pero Frank tiene otros planes: irse a la gran ciudad de Nueva York... Remake de "Profumo di donna" ... [+]
11 de enero de 2012
11 de enero de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Remake de la película italiana 'Profumo di donna' (que, a su vez, se basaba en la novela 'Il buio e il miele'), la trama nos presenta a un joven estudiante preuniversitario (Charlie Simms, interpretado por Chris O'Donnell) al que su abnegada predisposición para estudiar le ha permitido salir de un pequeño pueblo de Oregón con una beca que le permite formarse en una prestigiosa escuela preparatoria privada, llamada 'Berd'; el objetivo de Charlie es poder seguir por esa senda y alcanzar el sueño de estudiar en Harvard, meta imposible de alcanzar de otro modo (ya que tanto él como su familia carecen del dinero necesario).
Al joven Simms, que no dispone de recursos económicos para prácticamente nada, se le presenta la oportunidad de ganar dinero cuidando de un militar retirado, el teniente coronel Frank Slade (Al Pacino), un hombre que perdió la vista en un lamentable accidente y que vive amargado, sin otro alimento que su propia bilis y dosis continuas de 'dobles' de whisky con hielo. Además, Slade es un resentido y su carácter díscolo y sus reiteradas expresiones malsonantes le han distanciado casi del todo de sus familiares, sumiéndolo en una melancolía irremisible.
Al joven Simms, que no dispone de recursos económicos para prácticamente nada, se le presenta la oportunidad de ganar dinero cuidando de un militar retirado, el teniente coronel Frank Slade (Al Pacino), un hombre que perdió la vista en un lamentable accidente y que vive amargado, sin otro alimento que su propia bilis y dosis continuas de 'dobles' de whisky con hielo. Además, Slade es un resentido y su carácter díscolo y sus reiteradas expresiones malsonantes le han distanciado casi del todo de sus familiares, sumiéndolo en una melancolía irremisible.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo que se presenta como un 'incómodo' trabajo de vigilancia durante un fin de semana, en el que el joven muchacho debe controlar mínimamente al viejo ex-militar, se convierte en una odisea por Nueva York, en la que se estrechan los lazos entre ambos y las enseñanzas basadas en vivencias personales acaban fluyendo en las dos direcciones.
Lo primero que debe decirse es que este film es una película que se estructura sobre una base bastante trillada: un 'comienzo difícil' entre dos personajes antagónicos, pertenecientes a generaciones diferentes, sobre la que se va asentando un cariño y respeto mutuo... al principio los protagonistas son dos extraños, pero acaba estableciéndose entre ambos una relación especial, íntima, duradera.
La película, sin embargo, es muy superior a la media de los films que abordan esta temática y tanto los diálogos como las interpretaciones son sólidos y bien fundamentados; además, el análisis psicológico de los personajes no es superficial, sino que ahonda en aspectos íntimos que permiten conocer con cierta profundidad los deseos y miedos de cada uno de ellos.
Por otra parte, subyace en la película un evidente interés por torpedear una parte de la sociedad norteamericana: me refiero a esa esfera corrupta, hipócrita y ambiciosa que se empeña en alcanzar sus objetivos a toda costa, pese a quien pese y por el camino que sea; del mismo modo, en este film también se critica con dureza el modelo americano, basado en el "tanto tienes, tanto vales"...
...frente a ese modelo, la película se aboga por una conciencia moral y ética, respetuosa con unos principios más elevados, que ya han sido olvidados simplemente porque ya nadie parece querer seguirlos. Huelga decir que esta película no va a cambiar nada (seguramente es un objetivo demasiado ambicioso), pero me parece justo reconocerle el mérito de denunciar aspectos manifiestamente mejorables y aportar alternativas ciertamente utópicas, pero mucho más recomendables (y reconfortantes).
Me encanta el modo en que esta película disecciona a la aristocrática y decadente escuela 'Berg', que presume mucho de su prestigio y sus logros académicos... cuando, en realidad, no es más que una sucia cloaca travestida de selecto club; 'Berg' es el paradigma de academia infestada de niños bien, arrogantes y engreídos, incapaces de pensar en nadie más que en sí mismos, en la que sus dirigentes premian la capacidad de los alumnos para acomodarse al sol que más calienta y no a los principios de honradez, integridad y entereza que debía guiar a "los líderes del mundo", como acertadamente denuncia el teniente coronel Frank Slade en su conmovedora intervención final.
No me parece casual que la película se llevara el Oscar de 1992 al mejor actor (Al Pacino); también estuvo nominada en las categorías de Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Guión Adaptado. El trabajo de Chris O'Donell y de Philip Seymour Hoffman (odiosamente convincente) es igualmente magnífico.
Lo primero que debe decirse es que este film es una película que se estructura sobre una base bastante trillada: un 'comienzo difícil' entre dos personajes antagónicos, pertenecientes a generaciones diferentes, sobre la que se va asentando un cariño y respeto mutuo... al principio los protagonistas son dos extraños, pero acaba estableciéndose entre ambos una relación especial, íntima, duradera.
La película, sin embargo, es muy superior a la media de los films que abordan esta temática y tanto los diálogos como las interpretaciones son sólidos y bien fundamentados; además, el análisis psicológico de los personajes no es superficial, sino que ahonda en aspectos íntimos que permiten conocer con cierta profundidad los deseos y miedos de cada uno de ellos.
Por otra parte, subyace en la película un evidente interés por torpedear una parte de la sociedad norteamericana: me refiero a esa esfera corrupta, hipócrita y ambiciosa que se empeña en alcanzar sus objetivos a toda costa, pese a quien pese y por el camino que sea; del mismo modo, en este film también se critica con dureza el modelo americano, basado en el "tanto tienes, tanto vales"...
...frente a ese modelo, la película se aboga por una conciencia moral y ética, respetuosa con unos principios más elevados, que ya han sido olvidados simplemente porque ya nadie parece querer seguirlos. Huelga decir que esta película no va a cambiar nada (seguramente es un objetivo demasiado ambicioso), pero me parece justo reconocerle el mérito de denunciar aspectos manifiestamente mejorables y aportar alternativas ciertamente utópicas, pero mucho más recomendables (y reconfortantes).
Me encanta el modo en que esta película disecciona a la aristocrática y decadente escuela 'Berg', que presume mucho de su prestigio y sus logros académicos... cuando, en realidad, no es más que una sucia cloaca travestida de selecto club; 'Berg' es el paradigma de academia infestada de niños bien, arrogantes y engreídos, incapaces de pensar en nadie más que en sí mismos, en la que sus dirigentes premian la capacidad de los alumnos para acomodarse al sol que más calienta y no a los principios de honradez, integridad y entereza que debía guiar a "los líderes del mundo", como acertadamente denuncia el teniente coronel Frank Slade en su conmovedora intervención final.
No me parece casual que la película se llevara el Oscar de 1992 al mejor actor (Al Pacino); también estuvo nominada en las categorías de Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Guión Adaptado. El trabajo de Chris O'Donell y de Philip Seymour Hoffman (odiosamente convincente) es igualmente magnífico.