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Voto de Pollizador93:
4

Voto de Pollizador93:
4
6,2
3.898
Serie de TV. Intriga. Thriller
Miniserie de TV (2024). 8 episodios. Un músico y compositor en crisis se recluye en un pueblo costero en el norte de España para terminar su última obra. Sus únicos vecinos en varios kilómetros a la redonda son un matrimonio que vive en la siguiente casa de la playa. Tras un accidente durante una tormenta, el protagonista comienza a sufrir unas espeluznantes visiones sobre sus vecinos.
5 de noviembre de 2024
5 de noviembre de 2024
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé muy bien cómo estructurar la crítica de esta (¿mini?)serie porque se podría enfocar de muchas maneras y contar muchísimas cosas, lo cual es lógico teniendo en cuenta que la serie suma más de 9 horas. En cualquier caso, pido disculpas por no hacer una crítica bien organizada ni exhaustiva. Pero en fin, tampoco cobro por esto.
Para empezar, diré que llevaba desde principios de año queriendo ver esta serie, porque prometía bastante, y la conclusión es la siguiente: decepción.
Como pasaba con la anterior (mini)serie de Oriol Paulo ("El inocente", de 2021), enseguida notas cierto tufillo artificial derivado del empeño en buscar una complicidad internacional. Algo que, como dice algún otro usuario, quita verosimilitud a la serie y hace que te la creas menos. Si en "El inocente" teníamos una Barcelona poco barcelonesa, aquí tenemos una Asturias poco asturiana. En buena medida, la serie podría estar ambientada en una zona rural de la costa de las Islas Británicas (como en la novela), o incluso de Nueva Inglaterra (NE de USA). Fíjense que el protagonista conduce un coche británico, que tiene a los hijos viviendo en Ámsterdam, etc. Más llamativo si cabe: cómo puede haber un pueblo asturiano que se llame Tremor y cuya sílaba tónica sea la primera. Casualmente, en el Bierzo hay un pueblo llamado Tremor, pero la sílaba tónica es la segunda; una pronunciación mucho más española. Pero aquí los personajes pronuncian TREmor cuando vemos que los carteles rezan TreMOR (si fuera una palabra llana, debería llevar tilde: Trémor). En fin, empezamos mal. Pero vamos, todo esto llega hasta el final. En el último capítulo, por ejemplo, el protagonista habla del "hospital provincial que hay cerca de Tremor". Pues vale. En fin, no está conseguido eso de españolizar la Tremore Beach de la novela (ahí también está la manía de los escritores del siglo XXI de internacionalizar sus novelas, pero bueno).
Hay más puntos donde Oriol Paulo asemeja esta serie a "El inocente". Más allá de que ambas puedan catalogarse como thrillers psicológicos, tenemos por ejemplo una pareja protagonista que funciona bastante igual en ambas series (los roles, los traumas del pasado...). Pero son muchas las cosas que comparten ambas series: los cansinos flashbacks, el pasado vistiéndose de presente, la violencia sexual, nuevas vidas e identidades, crimen organizado, la interpol, etc. La sensación, por tanto, es que Oriol Paulo ha adaptado dos novelas bastante diferentes pero repitiendo la misma fórmula. Por otra parte, hay algún detalle que recuerda a "Los renglones torcidos de Dios", su última película, y a otras como "Sospechosos habituales" y "El resplandor" (lo comento vagamente en el spoiler). No sé si estas cosas vienen del libro, porque no lo he leído, o si realmente los guionistas se han inspirado en estas películas.
Yendo un poco por capítulos, diré que el primero y el segundo me han parecido bastante buenos, sobre todo alentadores. El tercero está un poco en esa línea, pero ya va redundando demasiado y el hastío ya se acercó a mí. El cuarto, dedicado en buena medida a hablarnos del pasado del personaje interpretado por Ana Polvorosa, creo que es anticlimático y sobra bastante (sobre todo, resulta bastante gratuito ese pasado del personaje). El quinto, dedicado sobre todo a la juventud del protagonista y a la relación con su madre, me parece que está algo mejor, tiene más relación con la trama, aunque también resulta un tanto inconexo con la corriente principal de la misma. El sexto y el séptimo vuelven a seguir un poco la línea de los tres primeros capítulos, lo cual me ha gustado, pero he tenido la sensación de que la trama estaba descarrilando. El capítulo final podría definirse como aquel que consumo el descarrilamiento de la trama y de la serie. Además de largo, agónico y anticlimático, me ha parecido tramposo, facilón y cobarde. El punto de partida de la serie está bien, pero tendrían que haber hecho una serie más corta y condensada (tal vez 4 capítulos), haber trabajado para que no hubiera inconsistencias en la trama y haberla resuelto de otra manera.
Podría resumir la serie diciendo que tiene buena factura técnica (los actores también cumplen), como es habitual en todo lo que hace Oriol Paulo, pero que falla en el guion. Es lento, redundante, anodino, poco sorprendente, inconexo al perderse en la insignificancia y se demuestra endeble, poco congruente y agujereado. Así pues, considero que es una película fallida. No voy a entrar a comentar punto por punto dónde falla el guion, porque ya lo hice parcialmente en mi crítica de "El inocente" y me da pereza hacerlo ahora para que luego ningún guionista tome nota. Pero vamos, es cuestión de ver la serie con el cerebro encendido, no tiene más. Yo le recomendaría a Oriol Paulo buscar algún otro guionista. De todos modos, es lo que he dicho otras veces: el cine español del siglo XXI tiene un problema con los guiones.
Para empezar, diré que llevaba desde principios de año queriendo ver esta serie, porque prometía bastante, y la conclusión es la siguiente: decepción.
Como pasaba con la anterior (mini)serie de Oriol Paulo ("El inocente", de 2021), enseguida notas cierto tufillo artificial derivado del empeño en buscar una complicidad internacional. Algo que, como dice algún otro usuario, quita verosimilitud a la serie y hace que te la creas menos. Si en "El inocente" teníamos una Barcelona poco barcelonesa, aquí tenemos una Asturias poco asturiana. En buena medida, la serie podría estar ambientada en una zona rural de la costa de las Islas Británicas (como en la novela), o incluso de Nueva Inglaterra (NE de USA). Fíjense que el protagonista conduce un coche británico, que tiene a los hijos viviendo en Ámsterdam, etc. Más llamativo si cabe: cómo puede haber un pueblo asturiano que se llame Tremor y cuya sílaba tónica sea la primera. Casualmente, en el Bierzo hay un pueblo llamado Tremor, pero la sílaba tónica es la segunda; una pronunciación mucho más española. Pero aquí los personajes pronuncian TREmor cuando vemos que los carteles rezan TreMOR (si fuera una palabra llana, debería llevar tilde: Trémor). En fin, empezamos mal. Pero vamos, todo esto llega hasta el final. En el último capítulo, por ejemplo, el protagonista habla del "hospital provincial que hay cerca de Tremor". Pues vale. En fin, no está conseguido eso de españolizar la Tremore Beach de la novela (ahí también está la manía de los escritores del siglo XXI de internacionalizar sus novelas, pero bueno).
Hay más puntos donde Oriol Paulo asemeja esta serie a "El inocente". Más allá de que ambas puedan catalogarse como thrillers psicológicos, tenemos por ejemplo una pareja protagonista que funciona bastante igual en ambas series (los roles, los traumas del pasado...). Pero son muchas las cosas que comparten ambas series: los cansinos flashbacks, el pasado vistiéndose de presente, la violencia sexual, nuevas vidas e identidades, crimen organizado, la interpol, etc. La sensación, por tanto, es que Oriol Paulo ha adaptado dos novelas bastante diferentes pero repitiendo la misma fórmula. Por otra parte, hay algún detalle que recuerda a "Los renglones torcidos de Dios", su última película, y a otras como "Sospechosos habituales" y "El resplandor" (lo comento vagamente en el spoiler). No sé si estas cosas vienen del libro, porque no lo he leído, o si realmente los guionistas se han inspirado en estas películas.
Yendo un poco por capítulos, diré que el primero y el segundo me han parecido bastante buenos, sobre todo alentadores. El tercero está un poco en esa línea, pero ya va redundando demasiado y el hastío ya se acercó a mí. El cuarto, dedicado en buena medida a hablarnos del pasado del personaje interpretado por Ana Polvorosa, creo que es anticlimático y sobra bastante (sobre todo, resulta bastante gratuito ese pasado del personaje). El quinto, dedicado sobre todo a la juventud del protagonista y a la relación con su madre, me parece que está algo mejor, tiene más relación con la trama, aunque también resulta un tanto inconexo con la corriente principal de la misma. El sexto y el séptimo vuelven a seguir un poco la línea de los tres primeros capítulos, lo cual me ha gustado, pero he tenido la sensación de que la trama estaba descarrilando. El capítulo final podría definirse como aquel que consumo el descarrilamiento de la trama y de la serie. Además de largo, agónico y anticlimático, me ha parecido tramposo, facilón y cobarde. El punto de partida de la serie está bien, pero tendrían que haber hecho una serie más corta y condensada (tal vez 4 capítulos), haber trabajado para que no hubiera inconsistencias en la trama y haberla resuelto de otra manera.
Podría resumir la serie diciendo que tiene buena factura técnica (los actores también cumplen), como es habitual en todo lo que hace Oriol Paulo, pero que falla en el guion. Es lento, redundante, anodino, poco sorprendente, inconexo al perderse en la insignificancia y se demuestra endeble, poco congruente y agujereado. Así pues, considero que es una película fallida. No voy a entrar a comentar punto por punto dónde falla el guion, porque ya lo hice parcialmente en mi crítica de "El inocente" y me da pereza hacerlo ahora para que luego ningún guionista tome nota. Pero vamos, es cuestión de ver la serie con el cerebro encendido, no tiene más. Yo le recomendaría a Oriol Paulo buscar algún otro guionista. De todos modos, es lo que he dicho otras veces: el cine español del siglo XXI tiene un problema con los guiones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
* El niño, con esas visiones y esos estados catatónicos, recuerda a Danny Torrance, el niño de "El resplandor". De hecho, lo que aquí llaman el "instinto" recuerda al propio "resplandor" de King y Kubrick, que también es heridatario y se confunde con la esquizofrenia.
* El tal Soza, o como se llame, recuerda al tal Káiser José -o algo así- de la película "Sospechosos habituales". También es un líder del crimen organizado, oscuro y misterioso. Y luego, cuando se descubre el pastel, realmente vemos aún más paralelismo: el tío no estaba muerto y su identidad es la de la supuesta víctima (Willy Toledo aquí y Kevin Spacey en dicha película).
* Lo del protagonista encerrado en ala psiquiátrica del hospital recuerda profundamente a "Los renglones torcidos de Dios":
* ¿Era necesario meterle ese pasado a la pobre Judy? No sé, no deja buen cuerpo, no aporta nada a la trama y solo parece un vulgar y lamentable efectismo.
* La subtrama de la madre del protagonista es lo suficientemente rocambolesca como para hacer aguas. Creo que no hace falta que explique por qué.
* Antes de que le caiga el rayo, el protagonista ya coquetea con cosas raras en su mente (el "instinto" que llaman). De hecho, él mismo lo asevera cuando le comentan que lo que le pasa es por el rayo. Pero en el final de la serie va y dice que fue el rayo el que encendió su "instinto". Pues muy bien, muy congruente.
* Que el malo de la serie era el personaje interpretado por Willy Toledo olía desde el principio. Pero nada, nuestro protagonista traga con las explicaciones que le da el hombre y se dedica a poner cara compungida. Yo, como espectador, quería pensar que había otra persona detrás y que había algo más. Los guionistas prefieron tomar la vía fácil, quizá pensando que iban a sorprender con algo así en 2024. No me lo explico muy bien, la verdad.
* Al final, ¿qué importan los pasados de la pareja protagonista y casi toda la trama? Lo único que queda es el puzzle de la noche de los asesinatos y su resolución. Todo lo demás resultan espejismos y relleno.
* ¿Por qué tenía que estar la valla rota y haber una lluvia de peces en la noche de los asesinatos? Joder, ya es casualidad. Solo resulta un efectismo y una manera de poder identificar la noche de los asesinatos. En caso contrario, los asesinatos podrían darse en una noche cualquiera y entonces el portagonista sí estaría perdido.
* ¿Cómo es posible que haya una tornado en una noche que se preveía estable? (5% de probabilidad de lluvia). Efectismo.
* Me pregunto qué pensara Antonio Resines del final. Vaya vaya tela.
* El tal Soza, o como se llame, recuerda al tal Káiser José -o algo así- de la película "Sospechosos habituales". También es un líder del crimen organizado, oscuro y misterioso. Y luego, cuando se descubre el pastel, realmente vemos aún más paralelismo: el tío no estaba muerto y su identidad es la de la supuesta víctima (Willy Toledo aquí y Kevin Spacey en dicha película).
* Lo del protagonista encerrado en ala psiquiátrica del hospital recuerda profundamente a "Los renglones torcidos de Dios":
* ¿Era necesario meterle ese pasado a la pobre Judy? No sé, no deja buen cuerpo, no aporta nada a la trama y solo parece un vulgar y lamentable efectismo.
* La subtrama de la madre del protagonista es lo suficientemente rocambolesca como para hacer aguas. Creo que no hace falta que explique por qué.
* Antes de que le caiga el rayo, el protagonista ya coquetea con cosas raras en su mente (el "instinto" que llaman). De hecho, él mismo lo asevera cuando le comentan que lo que le pasa es por el rayo. Pero en el final de la serie va y dice que fue el rayo el que encendió su "instinto". Pues muy bien, muy congruente.
* Que el malo de la serie era el personaje interpretado por Willy Toledo olía desde el principio. Pero nada, nuestro protagonista traga con las explicaciones que le da el hombre y se dedica a poner cara compungida. Yo, como espectador, quería pensar que había otra persona detrás y que había algo más. Los guionistas prefieron tomar la vía fácil, quizá pensando que iban a sorprender con algo así en 2024. No me lo explico muy bien, la verdad.
* Al final, ¿qué importan los pasados de la pareja protagonista y casi toda la trama? Lo único que queda es el puzzle de la noche de los asesinatos y su resolución. Todo lo demás resultan espejismos y relleno.
* ¿Por qué tenía que estar la valla rota y haber una lluvia de peces en la noche de los asesinatos? Joder, ya es casualidad. Solo resulta un efectismo y una manera de poder identificar la noche de los asesinatos. En caso contrario, los asesinatos podrían darse en una noche cualquiera y entonces el portagonista sí estaría perdido.
* ¿Cómo es posible que haya una tornado en una noche que se preveía estable? (5% de probabilidad de lluvia). Efectismo.
* Me pregunto qué pensara Antonio Resines del final. Vaya vaya tela.