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Voto de Esteban:
7

Voto de Esteban:
7
5,7
9.970
Fantástico. Comedia. Infantil
Los siete hermanos Brown, los niños más traviesos del mundo, acaban de perder a su madre, y para su agobiado padre cuidar de ellos y trabajar en la funeraria local es más de lo que puede soportar. Para colmo, su tía Adelaide, una mujer autoritaria e insensible que les presta ayuda económica, amenaza con dejar de hacerlo si su padre no se casa en el plazo de un mes.
13 de abril de 2006
13 de abril de 2006
20 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de padecer en los últimos años un auténtico rosario de películas infantiles a cada cual más insoportable, teniendo como únicos respiros las interesantes, aunque desde mi punto de vista algo fallidas, Charlie y la Fábrica de Chocolate y Una Serie de Catastróficas Desdichas de Lemony Snicket, ya era hora de que aterrizase en las carteleras un filme como La Niñera Mágica, cuento de hadas de toda la vida, a medio camino entre Mary Poppins y La Bruja Novata, que logra entretener, divertir y a ratos hasta emocionar.
El señor Brown, viudo reciente a cargo de siete monstruosos niñatos que traen por la calle de la amargura a todas y cada una de las niñeras que tienen la mala suerte de cruzarse en su camino, recibe la inesperada ayuda de la señorita McPhee, nanny acostumbrada a lidiar con semejante tipo de fieras mediante la disciplina, un poco de mala leche y bastantes trucos de magia blanca (así cualquiera, pensarán muchos de los que padecen en sus propias carnes el drama de tener la casa gobernada por infantes descarriados).
La película atesora cuatro virtudes a tener muy en cuenta:
- el guión, escrito por la propia protagonista de la película, Emma Thompson, sabe fluir sin baches ni tropezones, entremezclando muy bien la comedia, el discurso moral (tranquilos, tampoco da mucha grima) y cierto poso de amargura que, sin llegar a convertir la película en un valle de lágrimas (ni muchísimo menos), sabe tocar la fibra sensible del espectador. Los personajes están bien descritos, dentro de la profundidad que se le presuponen a los caracteres típicos de una película infantil, aunque se echan en falta algunos trazos un poco más gruesos en determinadas escenas.
- la dirección dinámica y vibrante de Kirk Jones también es otro de los grandes aciertos de la película, llenándola de fuerza y personalidad, no como los tostones de Narnia o las primeras entregas del señorito Potter.
- El diseño de producción, vestuario, caracterización de los personajes, es magnífico, colorista y divertido.
- El reparto es impecable. Todos los intérpretes están estupendos en sus papeles, sobresaliendo Emma Thompson, Colin Firth (siempre tan sosaínas y aquí dando rienda suelta a su faceta más histriónica), Imelda Staunton y, por supuesto, la gran Angela Lansbury, que se come la película cada vez que sale en pantalla.
Recomendada para todos esos que creen que a los niños hay que tratarlos como si fuesen de porcelana china, no vaya a ser que por usar mano dura cuando se ponen insoportables corran el riesgo de agarrar un trauma para el resto de sus vidas.
El señor Brown, viudo reciente a cargo de siete monstruosos niñatos que traen por la calle de la amargura a todas y cada una de las niñeras que tienen la mala suerte de cruzarse en su camino, recibe la inesperada ayuda de la señorita McPhee, nanny acostumbrada a lidiar con semejante tipo de fieras mediante la disciplina, un poco de mala leche y bastantes trucos de magia blanca (así cualquiera, pensarán muchos de los que padecen en sus propias carnes el drama de tener la casa gobernada por infantes descarriados).
La película atesora cuatro virtudes a tener muy en cuenta:
- el guión, escrito por la propia protagonista de la película, Emma Thompson, sabe fluir sin baches ni tropezones, entremezclando muy bien la comedia, el discurso moral (tranquilos, tampoco da mucha grima) y cierto poso de amargura que, sin llegar a convertir la película en un valle de lágrimas (ni muchísimo menos), sabe tocar la fibra sensible del espectador. Los personajes están bien descritos, dentro de la profundidad que se le presuponen a los caracteres típicos de una película infantil, aunque se echan en falta algunos trazos un poco más gruesos en determinadas escenas.
- la dirección dinámica y vibrante de Kirk Jones también es otro de los grandes aciertos de la película, llenándola de fuerza y personalidad, no como los tostones de Narnia o las primeras entregas del señorito Potter.
- El diseño de producción, vestuario, caracterización de los personajes, es magnífico, colorista y divertido.
- El reparto es impecable. Todos los intérpretes están estupendos en sus papeles, sobresaliendo Emma Thompson, Colin Firth (siempre tan sosaínas y aquí dando rienda suelta a su faceta más histriónica), Imelda Staunton y, por supuesto, la gran Angela Lansbury, que se come la película cada vez que sale en pantalla.
Recomendada para todos esos que creen que a los niños hay que tratarlos como si fuesen de porcelana china, no vaya a ser que por usar mano dura cuando se ponen insoportables corran el riesgo de agarrar un trauma para el resto de sus vidas.