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Voto de Robert Denigro:
10

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10
5,5
2.987
Terror. Fantástico. Comedia
Roger Cobb es un exitoso escritor de novelas de terror. Su hijo Jimmy desapareció misteriosamente durante una visita a casa de su tía, y desde entonces lo busca obsesivamente. Tras la trágica muerte de su tía, Roger se instala en su casa para escribir, pero terribles visiones y otros fenómenos sobrenaturales le hacen intuir que su hijo está prisionero en algún lugar de la casa. Empieza entonces a luchar contra fuerzas diabólicas. (FILMAFFINITY) [+]
16 de septiembre de 2020
16 de septiembre de 2020
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunas películas son esclavas de su generación. Las hay infumables como "Easy Rider" y obras maestras como "Quién engañó a Roger Rabbit". Lo que tienen en común es su implicación con la sensibilidad de la época. Lo llamamos moda. La década de los 80 culminó con la alocada “Quién engaño a Roger Rabbit” donde los dibujos animados ponían patas arriba el mundo de los adultos.
Existe un parecido razonable entre Roger Rabbit y lo que hizo Steve Miner unos años antes en “House. Una casa alucinante”, fusionando opuestos: terror y comedia, animación e imagen real. Miner logró convertir el género de casas encantadas en una gamberrada pop a la medida de los años 80. El carnaval de monstruos de “House” está más cerca del humor que del miedo. Criaturas de goma sin vocación de realismo que interrumpen la paz del protagonista como caricaturas revoltosas, a medio camino entre la ternura de los teleñecos y la mala leche de Iron Maiden. Toda una declaración de intenciones que coloca la película en un terreno inclasificable, entre el terror clásico y la cultura del cómic.
Pero sin dar miedo ni tomarse muy en serio "House" conserva su capacidad de sorpresa y un calculado suspense, exprimiendo los recursos argumentales de la mansión como laberinto mágico. El hogar como portal del más allá ha sido llevado al cine hasta la saciedad pero en "House" la casa es la protagonista absoluta. Desde los magníficos títulos de crédito, la casa se presenta como un organismo vivo. Tras su fachada victoriana, las habitaciones parecen respirar por sus tabiques, ventanas y pasillos infinitos. El espacio arquitectónico se multiplica en una dimensión fantasmal que conecta con la propia ficción de la película.
Todavía hoy mantengo mi fascinación incondicional hacia “House”. Sólo por su mezcla desenfadada de géneros ya merece la pena. “House” es fresca e imaginativa. Un colorido homenaje a los tópicos del cine de terror y aunque como película es víctima de su época yo me quedo con todas sus virtudes, entre ellas William Catt (el Gran Héroe Americano) haciendo de escritor solitario y ese aliento punk que el espectador intuirá en todo aquel desmadre.
Existe un parecido razonable entre Roger Rabbit y lo que hizo Steve Miner unos años antes en “House. Una casa alucinante”, fusionando opuestos: terror y comedia, animación e imagen real. Miner logró convertir el género de casas encantadas en una gamberrada pop a la medida de los años 80. El carnaval de monstruos de “House” está más cerca del humor que del miedo. Criaturas de goma sin vocación de realismo que interrumpen la paz del protagonista como caricaturas revoltosas, a medio camino entre la ternura de los teleñecos y la mala leche de Iron Maiden. Toda una declaración de intenciones que coloca la película en un terreno inclasificable, entre el terror clásico y la cultura del cómic.
Pero sin dar miedo ni tomarse muy en serio "House" conserva su capacidad de sorpresa y un calculado suspense, exprimiendo los recursos argumentales de la mansión como laberinto mágico. El hogar como portal del más allá ha sido llevado al cine hasta la saciedad pero en "House" la casa es la protagonista absoluta. Desde los magníficos títulos de crédito, la casa se presenta como un organismo vivo. Tras su fachada victoriana, las habitaciones parecen respirar por sus tabiques, ventanas y pasillos infinitos. El espacio arquitectónico se multiplica en una dimensión fantasmal que conecta con la propia ficción de la película.
Todavía hoy mantengo mi fascinación incondicional hacia “House”. Sólo por su mezcla desenfadada de géneros ya merece la pena. “House” es fresca e imaginativa. Un colorido homenaje a los tópicos del cine de terror y aunque como película es víctima de su época yo me quedo con todas sus virtudes, entre ellas William Catt (el Gran Héroe Americano) haciendo de escritor solitario y ese aliento punk que el espectador intuirá en todo aquel desmadre.