Sorprendentemente, la primera vez que estoy con Carlos Boyero. La película es incomprensible y consiste en un berenjenal de sueños dentro de otros sueños y de unas estrategias particularmente complicadas de entender las que al cabo de poco yo ya me había desconectado. La película, eso sí, es muy espectacular por sus efectos especiales y sus escenas de acción, pero vamos, que se queda en un "mucho ruido y pocas nueces". Para colmo de males es demasiado larga.