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Voto de remay:
5
Voto de remay:
5
7,0
1.630
Drama. Cine negro
Una joven y ambiciosa modelo de grandes almacenes de Los Ángeles, Leonora Eames (Bel Geddes), cumple su deseo de casarse con un millonario, Smith Ohlrig, un hombre enfermo, neurótico y autoritario. Pero el matrimonio fracasa, y la joven decide separarse. A continuación, encuentra trabajo como secretaria de un médico idealista y con una gran vocación, el Dr. Larry Quinada (James Mason). (FILMAFFINITY)
26 de octubre de 2022
26 de octubre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo siento mucho por la legión de aficionados que admiran a Max Ophuls y estiman que "Caught"(Atrapados) es una cinta magistral o imprescindible. Para mí no tiene la cota de calidad a la que nos tiene acostumbrados el director germano-francés.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Primera decepción: esta película es un vulgar melodrama que no tiene nada de cine negro.
Segunda decepción: el planteamiento del viejo dilema dinero/amor-felicidad recibe un tratamiento bastante simplón y primario; quizás justificado a finales de los años 40, ha perdido vigencia e interés en la actualidad.
Tercera y última decepción: los protagonistas son retratados de forma tan burda como trivial, mediante clichés carentes de sutileza.
Así pues, la ingenuidad existencial de Leonara Bel Geddes (una chica candida y bondadosa que solo sueña con atrapar a un pudiente principe azul) contrasta demasiado con el carácter maligno de su futuro marido, el perverso Smith Ohlrig (Robert Ryan), quien da muestra de su alterada personalidad (machista, además) en una ridícula sesión -por lo infantil - con su psicoanalista.
El único que se salva es el personaje de Larry Quinada (James Mason), más convincente en su papel de doctor vocacional entregado a su profesión.
Conclusión: un fallido melodrama apto para el olvido.
Segunda decepción: el planteamiento del viejo dilema dinero/amor-felicidad recibe un tratamiento bastante simplón y primario; quizás justificado a finales de los años 40, ha perdido vigencia e interés en la actualidad.
Tercera y última decepción: los protagonistas son retratados de forma tan burda como trivial, mediante clichés carentes de sutileza.
Así pues, la ingenuidad existencial de Leonara Bel Geddes (una chica candida y bondadosa que solo sueña con atrapar a un pudiente principe azul) contrasta demasiado con el carácter maligno de su futuro marido, el perverso Smith Ohlrig (Robert Ryan), quien da muestra de su alterada personalidad (machista, además) en una ridícula sesión -por lo infantil - con su psicoanalista.
El único que se salva es el personaje de Larry Quinada (James Mason), más convincente en su papel de doctor vocacional entregado a su profesión.
Conclusión: un fallido melodrama apto para el olvido.
