Años después de su estreno en cines, y del momento en que vi el trailer, me he encontrado con esta película recién empezando por televisión, y me he dicho “ esta es mi oportunidad” y ¡ pum! Como por arte de magia me he visto transportado a ese mundo de los cuentos de hadas antiguos; de los de antes, cuentos como Blancanieves o la Bella Durmiente.

Y sí, me he dejado llevar por esos paisajes y esos encuentros fortuítos en que aparece tu princesa de los sueños, y por aquellas aventuras entre el maestro y el aprendiz de caballero, y brujas maléficas y aquellas que no lo son tanto; y monstruos del Averno y amigos feos.

Y no, no he buscado la perfección en la película, más bien he sentido que tenía el espíritu necesario y el carisma suficiente como para complacer a mi espíritu atribulado y falto de benignas fantasías.
En una época donde se acentúa el cine oscuro, donde el trauma, la pesadumbre y el asesinato, el morbo y el sufrimiento campan a sus anchas en salas y plataformas.

O viendo el nivel de las películas de Marvel, DC, Netflix o Amazon, parecería que una película hace 7 años denostada de forma generalizada, se torna Agua de Mayo en los días de ahora.
Tempus Fugit.
Recomendada.